TREKKING
sábado, 08 agosto de 2015 | 23:39

Cordillera Blanca, una experiencia mágica en Perú

En primera persona, un grupo de excursionistas comparte sus vivencias durante 6 días, en una de las capitales del montañismo. Ruinas milenarias, lagos esmeraldas, fe y visiones congeladas por el asombro, a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar.

Un grupo de excursionistas comparte sus vivencias durante 6 días en Perú, una de las capitales del montañismo.

Un grupo de excursionistas comparte sus vivencias durante 6 días en Perú, una de las capitales del montañismo.

Desconectados, sorprendidos a cada paso y con la respiración apretada, 25 personas caminaron por ruinas milenarias, rodeados por la gran Cordillera Blanca, en Perú. Desde la altura contemplaron la confluencia de imponentes quebradas, caracoles de piedra enclavados en tierras por donde comerciaban civilizaciones antiguas, relojes astronómicos, moles de hielo y agua esmeralda.

En total, el aventurero grupo estuvo integrado por cuatro arrieros locales, un alemán, un brasilero, una peruana y el resto argentinos, principalmente de Buenos Aires; todos con experiencia en montaña.

La excursión fue organizada Azimutrek. Participó Travesías Argentinas que es un proyecto realizado por Trans Sierras Expediciones y Aventuras, en conjunto con la productora televisiva Argentina Xtreme, para ser ejecutado hasta 2016.

El proyecto consiste en realizar travesías y/o expediciones en Argentina y/o Sudamérica de Trekking, MTB o remo, para documentarlas y producir programas televisivos y notas gráficas.

La Cordillera Blanca es una cadena de montañas nevadas ubicadas en el departamento de Ancash, al norte del Perú.

La Cordillera Blanca es una cadena de montañas nevadas ubicadas en el departamento de Ancash, al norte del Perú.

Los montañistas cruzaron “trekkineando” la Cordillera Blanca, desde la localidad de Caraz, específicamente con punto de partida en Cashapampa hasta el pintoresco poblado de Pomabamba, más de 70 kilómetros de expedición durante 6 días, atravesando dos pasos de 4700 a 4800 msnm.

La Cordillera Blanca es una cadena de montañas nevadas ubicadas en el departamento de Ancash, al norte del Perú; este macizo, conjuntamente con la Cordillera Negra (ubicada al oeste de la anterior), forman el callejón o valle de Huaylas por el cual fluye el río Santa y se asientan múltiples poblados, siendo Huaraz uno de los más importantes.

La totalidad de la cordillera se encuentra protegida por el Parque Nacional Huascarán, un paraíso de cumbres nevadas. Posee múltiples picos emblemáticos como el Alpamayo y Huascarán (la montaña más alta del Perú), además cuenta con impactantes glaciares, bellas lagunas y más de 30 sitios arqueológicos.

Este lugar se considera la capital americana del montañismo y posee múltiples opciones de recorridos, tanto de trekking como de alta montaña; dentro de los primeros, el más conocido es el de la Quebrada Santa Cruz.

Los montañistas cruzaron “trekkineando” la Cordillera Blanca, desde la localidad de Caraz hasta Pomabamba.

Los montañistas cruzaron “trekkineando” la Cordillera Blanca, desde la localidad de Caraz hasta Pomabamba.

La experiencia en primera persona 

Día por día, el excursionista Fernando Giannini comparte su vivencia única en la montaña.

Nuestro viaje comenzó en Huaraz, ciudad de unos 100.000 habitantes ubicada a 3000 msnm donde pernoctamos por dos noches para ayudar a nuestros cuerpos a aclimatarse a la altura; el tercer día nos trasladamos a la ciudad de Caraz, específicamente al poblado de Cashapampa donde nos esperaban los arrieros, el ingreso al parque nacional y el ansiado comienzo de la expedición. 

Día 1: Arribamos al mediodía a Cashapampa, preparamos los bolsos de porteo que serían trasladados por burros y las mochilas de marcha con abundante líquido y mínimas provisiones; luego prosiguió el obligatorio registro en la entrada del parque y pago del correspondiente canon y de ahí a hacer lo que nos gusta, caminar por sendas por más de 4 horas en busca de nuestro primer campamento. Esta etapa comenzó con un duro desnivel, de hecho fue un día de unos 14 km de recorrido pero con más de 800 m de ascenso, transitamos por una quebrada profunda que enmascara la vista de las principales montañas. Después de unas 3 horas recién pudimos ver al fondo el impactante Tauliraju, una mole de hielo y piedra de 5830 m de altura que pareciera proteger todo el valle, por el filo sur apenas se apreciaron los picos nevados Caraz.

Nuestro campamento se ubicó en el sector denominado Llamacorral, lugar donde arribamos ya tarde, después de 4-5 horas de un intenso trekking, al llegar comenzamos con la rutina que nos acompañaría los próximos 6 días, armado del campamento, potabilización de agua, aseo personal (si fuese posible) y a colaborar con la preparación de la cena, que sería siempre la comida más importante del día. La llegada de la noche nos regaló una vista de la cumbre de la montaña iluminada por los últimos rayos del sol, un verdadero espectáculo, pero mínimo al lado de lo que nos esperaba.

Distancia recorrida: 14 km

Desnivel positivo: 840 m 

Día 2: Amanecimos temprano, desarme de campamento, desayuno y a trekinear. Comenzábamos a estar en contacto visual con grandes cumbres, a mediodía pasamos una impresionante laguna de cristalinas aguas color esmeralda (Jatuncocha) después de la cual almorzamos (queso y pasas) y emprendimos un duro ascenso por un deslave, la senda se perdió y las piedras hicieron mella en los caminantes; llegamos  a un punto de bifurcación y algunos decimos ascender al campamento base del Alpamayo (5947 msnm) y Quitaraju (6036 m) para admirar las paredes sur, el paisaje pagó con creces el esfuerzo, tanto que al emprender el regreso nos sorprendimos del lado sur con los imponentes Artensonraju (5025 m) y Paria (5510 m). Nuevamente camino hacia nuestro segundo campamento, esta vez al pie, literalmente, del Tauliraju; arribamos temprano y dedicamos el tiempo a admirar la imponencia de la montaña, un glaciar de más de 2000 m y una morena  lo protegía, esa fue nuestra imagen de atardecer, la fiesta visual había comenzado.

Distancia recorrida: 17 km

Desnivel positivo: 660 m 

Día 3: Un día duro, debimos afrontar nuestro primer paso de altura, “Punta Unión” de unos 4800 m y línea divisoria de aguas de la cordillera blanca. Siguiendo los consejos de la gente de montaña caminamos lentamente hacia nuestra cumbre, un col en la ladera sur de la montaña que nos permitió acercarnos prácticamente hasta el comienzo del glaciar. Alcanzamos la meta luego de 3 horas de marcha y más de 700 m de desnivel, emocionante la llegada con lágrimas tanto de Alvaro (guía principal) como de todos y cada uno de los integrantes de la expedición. Dedicamos un tiempo a realizar una ofrenda a la Pachamama y continuamos en franco descenso hacia un pequeño valle donde nos esperaban las carpas, Tuctupampa.

Distancia recorrida: 8,5 km

Desnivel positivo: 630 m 

Día 4: Doble desafío, recorrer una distancia de más de 15 km, superar el otro paso de altura, similar al anterior pero con una pendiente permanente de, aproximadamente, el 10%. Así comenzamos temprano un lento ascenso el Alto Pucaraju, denominado así por ubicarse hacia la ladera norte del Pucaraju (5025 m).

Una mala noche con efectos de la altura y síntomas preocupantes hizo que me despertara muy temprano, mi estado no era el ideal y me preocupaba complicar la expedición, razón por la cual solicité ayuda a mi compañera con el porteo de parte de mi carga y emprendí muy preocupado el ascenso esperando indicios y respuestas de mi cuerpo. Lentamente fui superando metros y metros, al alcanzar nuestro segundo paso me encontraba en perfectas condiciones, los fantasmas se disipaban y podía disfrutar del paisaje.

Del paso comenzamos a descender por un campo violeta de flor de Tauil con destino a Qushar, un pequeñísimo caserío pero para llegar recorrimos una gran distancia, terminamos bordeando la laguna de Huecucrocha para arribar a la escuela del lugar donde nos esperaban varias sorpresas. Primero la posibilidad de degustar una pachamanca, comida típica que consiste en asar papas y cordero en un pozo con piedras calientes cubierto con tierra y vegetación de la zona; en segundo lugar, y por la coincidencia de las fiestas patrias de Perú, un acto escolar con desfile de farolas y bailes típicos con los niños, un intercambio cultural enriquecedor.

Distancia recorrida: 14,5 km

Desnivel positivo: 680 m 

Día 5: Previa autorización del maestro escolar, la primera actividad del día fue dar una clase a los niños del colegio, la misma fue de geografía argentina, descripción de la expedición y biografía de San Martín (un verdadero prócer también para ellos), la misma fue recibida con mucho interés. Finalizada esta actividad emprendimos la caminata hacia nuestro destino del día, las ruinas preincaicas de Yaino. Luego de caminar por unas 4 horas llegamos a una montaña de 4200 msnm, la cual es prácticamente en su totalidad una ciudad preincaica, perteneciente a la cultura Huari (400 a 800 años a.c.), el escenario era conmovedor y contrastante; por un lado tener el privilegio de llegar a unas ruinas ancestrales solos, sin ningún tipo de turismo intensivo, debido a su inaccesibilidad; te hace sentir privilegiado. Pero al acercarnos a los muros testigos de más de 1500 años de historia y comprobar escrituras con pinturas sobre ellos provoca una sensación de impotencia difícil de explicar. En ese mágico lugar perdido en el tiempo realizamos nuestro stop diario, recorrimos detalladamente las ruinas y almorzamos. Siendo conscientes de que nos quedaban solo 2 horas de luz seguimos nuestro camino, con la sensación de haber estado en un lugar único. Con las últimas luces del día arribamos al campamento ubicado en Rayanpampa.

Distancia recorrida: 15,5 km

Desnivel positivo: 780 m 

Día 6: Fue difícil despertar y levantarse, los 5 días anteriores habían hecho mella en nuestros cuerpos, pero sabíamos que la distancia al destino final era corta y prácticamente en descenso. Ya con nostalgia desarmamos el campamento y comenzamos a descender hacia Pomabamaba, pintoresca localidad a la cual arribamos luego de 2 horas de caminata, ingresamos a la calle principal del poblado. Así finalizamos el desafío, como símbolo de reconocimiento al esfuerzo realizado y señal de agradecimiento nos fundimos en un prolongado abrazo con mi compañera, las lágrimas estuvieron presentes, la travesía había culminado.

Distancia recorrida: 8,5 km

Desnivel positivo: 132 m

_ ¿Qué vivencias les regaló la montaña? 

_ Las expediciones de estas características (desafío físico, cantidad de días, altura, entorno, etc.) dejan diferentes enseñanzas dependiendo del “alumno”; en mi caso te enseña permanentemente a ser humilde, a respetar el entorno, a valorar tus tiempos y sentirte afortunado de poder realizar una expedición de estas características; además saca lo mejor y lo peor de cada persona, te desnuda tal cual sos, no existen posibilidades de aparentar; en estos ambientes la hipocresía queda totalmente de lado.

Fernando viajó junto a su esposa.

_ ¿Durante cuánto tiempo se preparó mental y físicamente para hacer la travesía? 

_ En nuestro caso estamos acostumbrados, fueron 2 meses de logística, averiguaciones, contactos, confección de mapas, etc. La preparación física es importante pero no determinante y nuestros hábitos deportivos diarios hicieron que estuviéramos preparados físicamente.

_ ¿En algún momento dudó en no poder concluir la travesía? 

_ Si bien es un desafío físico importante, esta expedición no permite dudas durante la realización, además una vez que se sale es muy complicado regresar y/o evacuar, todos los integrantes trabajaron y colaboraron para ayudar a aquellos que, en algún momento, acusaron debilidad física y/o emocional.

_ ¿Por qué se les ocurrió compartir una clase de historia argentina en aquella escuela?

_ Son docentes de alma y lo vimos como una excelente oportunidad de realizar un intercambio cultural, nos quedamos sorprendidos de la admiración que tienen en Perú por San Martín y su gesta libertadora; además queríamos de alguna forma establecer un puente con los niños de Qushar (poblado de la escuela) que nos recibieron muy bien.

Asimismo, Giannini explica que en el mágico lugar no hay fauna abundante pero que están trabajando para reintroducir cóndores.

_ ¿Qué cambios personales notaron cuando volvieron a la ciudad? 

_ Siempre el análisis es que volvés mucho más rico desde lo espiritual y del conocimiento que antes de partir. Estos viajes, si tenés la sensibilidad necesaria, te permiten crecer y encontrarte a vos mismo, pero son cuestiones demasiados personales e intensas como para poder transmitirlas.

“La montaña es recordarme continuamente qué soy, quién soy”, dice otro de los excursionistas, quienes también dejaron una ofrenda para la Pachamama. Por la intensidad del viaje, más de una vez lloraron abrazados.

Nota: Matías Gómez.

Fuente, fotos y videos: Travesías Argentinas.

Edición: Fernando Testi.

Corrección: Berenice Tello.