miércoles, 29 mayo de 2013 | 10:40

Casi siete décadas de una producción artesanal que trasciende el tiempo y las fronteras

Las más célebres alfombras que salieron de esta fábrica fueron entregadas a gobernadores de San Luis, al presidente Perón y a Juan Pablo II.

En el casco histórico de la ciudad de San Luis, junto a la Iglesia de Santo Domingo sobre la calle 25 de Mayo, funciona el Centro Artesanal San Martín de Porres, construido en 1880 y en cuyo interior funciona una fábrica artesanal de alfombras y tapices.

La confección es totalmente a mano (100% artesanal), la producción estándar es la calidad 21.000 nudos individuales por m2, usando cuatro hebras por cada nudo.

Se usa el sistema tradicional con lana pura de oveja, escardada y teñida al cromo, la urdiembre es de fuerte hilo de algodón, lo mismo que la trama de seguridad, por lo que resultan indeformables e indestructibles al mal uso.

Una vez tejida, se lava con una solución de cloro (lavandina), de allí su brillo y suavidad, una vez seca se recorta y efectúa el relieve.

A pedido se confeccionan tapices de hasta 160.000 nudos por m2. La profesionalidad artesanal de las tejedoras permite elaborar cualquier estilo decorativo tanto clásico como moderno.

En estos últimos años se han confeccionado alfombras y tapices para importantes reparticiones nacionales, provinciales, municipales y empresas de todo el país que han adquirido estas artesanías puntanas.

Por encargo de la comisión de Asociaciones Diocesanas de San Luis, este centro confeccionó el tapiz obsequiado a su santidad, el papa Juan Pablo II, cuando visitó Argentina; también se han confeccionado alfombras para gobernadores puntanos y el presidente Juan Domingo Perón.

  • La historia

Esta fábrica de alfombras fue fundada en el año 1949 por los Gobelinos de Buenos Aires, la mantuvieron hasta 1954, cuando pasó a manos del estado provincial bajo la denominación de Fábrica Provincial de Alfombras. Más tarde, en 1968 cerró sus puertas.

Dos años después, el gobierno restableció la fábrica por considerarla de gran importancia cultural. Así fue que ofreció todo el activo a la Orden de Predicadores de Padres Dominicos de San Luis.

En 1972 comienza su producción bajo el nombre Centro Artesanal San Martín de Porres, que mantiene hasta la actualidad.

El trabajo se realiza de forma muy artesanal, por lo que tardan entre tres y cuatro meses para tejer un tapiz o alfombra de dos a tres metros cuadrados de superficie.

  • Unas manos cálidas que denotan su experiencia y el amor por lo que hacen

Nélida Gómez es una trabajadora de 73 años, “tengo marido, hijos y mi nieto Santiago Nicolás”, dijo con orgullo y palabras muy cálidas junto al telar que data de principios del siglo pasado, en el que realiza su labor con mucha dedicación y amor.

Gómez trabaja en la fábrica de alfombras desde los 14 años, “fueron 24 años de trabajo hasta que durante el gobierno de Matías Laborda Ibarra cerró y quedamos 300 personas sin trabajo, y después lo pasaron a los padres de Santo Domingo”. Cuenta Nélida que en esa etapa de su vida se fue a trabajar al hospital San Luis de donde tiene muy buenos recuerdos, “trabajé como mucama y auxiliar técnico de laboratorio donde me jubilé”, afirmó.

Posteriormente, Nélida volvió a trabajar al telar y al respecto dijo: “Acá vienen chicas a aprender, este trabajo que es de amor, artesanía pura, no hay máquinas de ningún tipo. También enseñamos, muchos dicen que esto no es para ellos porque es un trabajo muy fuerte, ponemos todo para hacer las alfombras”.

En cuanto al diseño explicó: “Nos dan el que quieran y lo hacemos. Hemos tejido alfombras que se han llevado a distintos puntos del país, también a España, Alemania y otras partes del mundo. Este trabajo siempre ha sido igual, tiene que ser perfecto, por eso hay que hacerlo con mucho amor, es algo que se lleva en la sangre, amo este trabajo, empecé a trabajar acá y terminaré acá, cuando Dios diga basta”.

Nélida Gómez comentó: “Nos visitan muchos turistas en verano y vacaciones de invierno que se ven muy asombrados por lo que realizamos, me encanta lo que hago, que Dios me ayude y pueda seguir mucho tiempo con este trabajo”.

Finalmente, con mucha calidez y los ojos llenos de alegría, Nélida envió un mensaje a la gente que no tenga trabajo y quiera trabajar en el centro Artesanal San Martín de Porres, “vengan acá que les ensañaremos a tejer en los telares, no se cobra, la única herramienta de trabajo es una tijera”.

Nélida y su compañera Silvia trabajan en los telares cinco horas por día. En la recepción se encuentra María Magdalena Ojeda.

  • Informes

Para informes y visitas guiadas, los interesados pueden dirigirse a 25 de Mayo 955 en el horario de 08:00 a 13:00. La visita es libre y gratuita.