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DEPORTES EXTREMOS
lunes, 03 agosto de 2015 | 12:49

El classic luge se abre camino en San Luis: Para ser rápido hay que andar pegado al piso

De la patineta a la tabla, pasando por el trineo de asfalto, variaciones y evoluciones en un deporte que tiene como consigna aprovechar la inercia para alcanzar altas velocidades. El classic luge o buttonboard es la alternativa para viajar “tumbado” a más de 100 km/h, a sólo 8 centímetros del piso. El sanluiseño Marcelo Llópiz compite a nivel nacional. Desde el 15 al 17 de agosto tendrá lugar el “Natural Downhill La Huertita”, en el departamento San Martín.

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Classic luge: el deporte de descenso económico y veloz.

La velocidad tiene muchos fanáticos en el mundo pero sería un error creer que tal pasión sólo puede ser canalizada a través de los deportes que atañen a los autos y las motos.

También habrá que dar por tierra la creencia que para disfrutar de la velocidad hay que tener dinero. Los deportes extremos han redefinido ese concepto. Lo que hay que tener es agallas.

En este punto, coinciden y se abrazan todos los amantes que, de alguna forma, experimentan la sensación de elevar la adrenalina en sus cuerpos con tal prontitud como lo hacen las agujas de cualquier tacómetro.

El skate o patineta y todas sus evoluciones satisfacen en gran parte esas necesidades en los riders. Primero fue la “tabla”, luego la “tabla larga” (longboard) y buscar las pendientes más altas para lograr un rápido descenso con el menor daño colateral posible (léase fracturas, luxaciones, hematomas, traumatismos).

Cuando los practicantes descubrieron que alcanzaban mayores velocidades conduciendo tumbados aparecieron el street luge y el classic luge.

El street luge o trineo de asfalto es un tipo de deporte de inercia consistente es un monopatín de velocidad fabricado en aluminio que se conduce acostado. Por tal motivo, se incrementó la longitud y anchura de la tabla además de darle una forma convexa que sujeta el cuerpo como una cuna. Muy conocidos por el gran público por sus apariciones en TV y sus espectaculares saltos, alcanzan velocidades superiores a los 130 km/h, gracias a su baja resistencia aerodinámica.

El classic luge o buttboard, como casi toda esta gama de deportes extremos, nació en California poco después de las primeras competiciones de descenso en skateboard. Se le conoce también por buttboard y, desde el principio ha mantenido en su espíritu una norma básica: un buttboard debe de ser sencillo, barato y muy veloz.

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Los riders superan los 130 km/h de velocidad.

¿Qué hace falta además de tener el deseo de experimentar semejante vértigo?

Una tabla de 1250 x 305 mm de madera enchapada (las mejores, dicen los entendidos, son de arce o abedul), entre 18 y 21 mm de espesor, que deberá estar a 8 cm del piso como mínimo. El peso total no deberá superar los 7 kg, incluidas las ruedas (70 mm), sus ejes, listones, travesaños y algún que otro tornillo para fijar todo esto.

Muy importante será tener la obra social prepaga al día o un muy buen botiquín de primeros auxilios siempre a mano.

Esta es toda la tecnología que se necesita para desafiar los límites de la gravedad. Considerando los costos y las prestaciones alcanzadas, estas son propuestas válidas para aquellos que creen en que “si existe el deseo, existe el modo”.

Alemania, Francia, Italia, Portugal, España, Suiza, Austria, Rumania, República Checa y el Reino Unido son algunos de los países que tienen gran cantidad de adeptos a estas disciplinas. A juzgar por sus geografías, se entenderá la preferencia por los deportes de descenso.

En América, hay practicantes en Chile, México, Perú, Colombia, Paraguay, Brasil y por supuesto los Estados Unidos, con California, el centro de mayor actividad, siendo el “deporte de las rueditas” el sexto más practicado.

No crea el lector que los “golpes y porrazos” no están reglamentados. Existen distintas federaciones y asociaciones internacionales que rigen y nuclean a las competencias: la FDI (Federación Internacional de Deportes de Inercia) en España, la CND (Comisión Nacional de Descenso) en Francia, la IGSA (Asociación Internacional de Deportes de Gravedad, Longboard y Street Luge), la IIDA (Federación Internacional de Patinaje de Descenso) y la IDF (International Downhill Federation).

Argentina tiene a sus cultores: la CCLA (Corredores de Classic Luge Argentino) y la UAD (Unión Argentina de Downhill), la entidad que los nuclea. Una de las vías de comunicación más usadas por ellos es Facebook.

El 25 y 26 de julio se realizó en Puerto Iguazú, Misiones, un evento denominado “Iguazú Downhill” donde participaron riders de distintas regiones del país, Brasil y Paraguay. En el circuito denominado “El Caracol” se alcanzó una velocidad máxima de 70 km/h sobre una distancia de 800 metros. El próximo evento será en San Luis, el “Natural Downhill La Huertita”, en el departamento San Martín, del 15 al 17 de agosto, por la 3ª fecha amateur de la UAD.

Llópiz 12º en el ranking nacional

San Luis no podía estar ajeno a esta movida: la Asociación de Deportes de Gravedad (ADG San Luis)  reúne a los entusiastas del descenso extremo y Marcelo Llópiz es uno de los pilotos que compite a nivel nacional. Se ubica 12º en el ranking nacional de classic luge.

Llópiz vive en La Punta y además de “intervenir de local” en La Huertita, se presentará a fines de agosto en Paraguay, en una de las pistas más rápidas de la categoría. En octubre viajará a Colombia (“Festival de la Bajada”) y en noviembre competirá en La Rioja (“Pampa de la Viuda”). Todas estas, fechas del calendario mundial IDF.




Nota: Adolfo González.

Fotos: Web.

Video: Gentileza Marcelo Llópiz.

Corrección: Berenice Tello.