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La Vieja Chueca
jueves, 02 enero de 2014 | 23:29

“De bares en bares noche tras noche”

Esa parece ser la clave para salir al ruedo y no morir en el intento. Ese es el camino que eligió cada uno de los integrantes de La Vieja Chueca. Una banda joven que va en busca de su primer disco y sueña a lo grande.

Ya pasaron casi dos meses de la adrenalina de aquel primer show con Las Pastillas del Abuelo. Fue el bautismo de fuego en el Club La Merced. La Vieja tocó ese domingo de noviembre casi dos horas que quedarán guardadas en la retina de Agustín Gatica (voz y armónica), Claudio Salinas (bajo), Cristian Velázquez (guitarra) y Gustavo Toledo (Batería).

http://www.youtube.com/watch?v=7V2yj0Az4-c

La conjugación perfecta: Nervios, entusiasmo y adrenalina

“Fue un antes y un después el haber tocado con Las Pastillas del Abuelo, pasó algo grandioso a partir de ese momento”,- comenta Agustín.- La verdad que fue un orgullo que al otro día todos los medios dijeran que la banda telonera fue de lujo, eso es muy bueno. Y como siempre decimos, no tocamos ni hace un año”.

A las palabras de Agustín se suman las de Gustavo, para los chicos el más sabio de la banda. “Sentí que mucha gente se sorprendió de la banda soporte. Nosotros fuimos y les rompimos la cabeza. Es muy distinto tocar para cincuenta personas en un bar que tocar ante 500 personas en el caso mío,  yo estaba nervioso mal, gracias a dios no me equivoqué en ningún tema, pero cada vez que terminaba una canción tenía todo el cuerpo adormecido, me dormía parado, después la tensión bajo”.

Con el segundo tema que la banda desenfundó en el escenario de la Merced “Como Ratas”, el público explotó y se desató el pogo debajo del escenario. “Fue el primero y nosotros estábamos ahí, no entendíamos nada”, dijo Claudio.

El lugar del ensayo

La casa de Cristian es el lugar de la juntada, dos veces a la semana la banda religiosamente se reúne para poner a punto las canciones y zapar. “Esto era así antes”, comenta Cristian y unas fotos son la prueba: un par de muebles amontonados, colchones y de fondo algunos instrumentos.

“Acá empezó todo- recuerda Cristian- Cuando salí de la Yugular, una banda que hace un tributo a Los Redondos, yo comencé a ensayar todas las tardes acá solo y lo escuchaba a mi vecino de al lado con su batería, entonces un día le dije: Gustavo, juntémonos. Agarramos trajimos su batería acá y empezamos a zapar covers y luego llamamos a Claudio, el bajista del grupo, con él nos conocemos desde la infancia y bueno nos juntamos y empezamos a probar temas. Tocábamos muchísimo y cada día nos gustaba más como sonaba, pero nos faltaba un cantante”.

El último eslabón

“Por aquellos tiempos yo trabajaba en el bar ´Say No More´ y  una noche lo veo a Agustín- a quién yo conocía porque el tocaba en La Masa una banda de Quines- , estaba con su novia tomando algo y le digo te parece que probemos algo”, relata Claudio.

Con un tono nostálgico Agustín cuenta porqué La Masa  se desarmó.  “Por cosas de la vida, esa banda iba encaminada, el baterista fue Papá, yo me vine a vivir para acá, otros de los chicos por trabajo, así que ya no pudimos más, encima los ensayos eran en Quines”.

Ya con el equipo armado casi listo para salir al escenario. Los cuatro músicos buscaban que la banda tuviera una identidad propia. “Le pasé los temas y empezamos a sacar covers con Agustín y vimos que salían lindo. Un día me dice Agustín, tengo un montón de temas propios para hacer. No le contesté,  me fui a la cocina, no se a que me fui regresé y les dije: hay que hacer temas”, recuerda Cristian y Claudio agrega que ese gesto fue algo natural.

Esa era la decisión, apuntar a lo propio dejar de atrás los covers. “El cover siempre te ayuda a llegar a la gente y lo dijo Germán Dafunchio “De bares en bares noche tras noche”.Y es a covers hasta que la gente te comienza a conocer, por eso hablamos siempre del disco porque es la mejor manera para que te conozca la gente, escuchándote desde un disco, ya que, no todo el mundo no va a ir a verte al bar”, dice Agustín.

La influencia del rock de acá

Al comienzo el grupo hacía temas de Skay Bellinson, Los Redondos, Almafuerte, y La Renga. “Estaba buena la mezcla, luego empezamos a meter Cielo Razo y Divididos. Pusimos  los grupos  que más nos influenciaban y salió la Vieja Chueca”, dice Agustín.

Un nombre con historia

“El tema del nombre fue muy loco. Andaba sin trabajo,  yo era fanático de Horcas, allá- señalando la pared- tengo el papel con la baqueta, las dos púas y la entrada de Horcas, tengo todo ahí. El sonidista de Panacea me pide que le de una mano y de paso podía escuchar la prueba de sonido y entraba gratis al recital. Lo voy a ayudar, no pasaron ni cinco minutos y se cae Leandro que estaba parado arriba de un parlante y me pega el bafle en el pie y arriba cae Leandro y me revienta el pie, toda la noche con el pie hinchado, no podía hacer pogo, no podía hacer nada”, relata Cristian.

-“Vino con las zapatillas desatadas”, agrega Gustavo.

-“Y al otro día cuando caemos al ensayo para ver los nombres- porque habíamos planeado traerlos anotados en un papel, para decir: Si vamos hacer algo serio pongámosle un nombre propio para salir a la calle- Cuando estábamos eligiendo el nombre aparece Cristian por la puerta y Claudio dice: ahí está… La Vieja Chueca. Todos nos reímos y dijimos no hay nada más natural, ese es el nombre”, dice Agustín.

El primer cartel del grupo está colgado en la pared de la sala de ensayo, con la lista de temas y un nombre tentativo para un primer disco: “La prótesis”.

El momento de componer

“Quien escribe las letras es Agustín. Acá adentro hay oro líquido”, dicen los chicos señalando la cabeza de Agustín.

“Escribo desde el 2005, ya lo llevo en la sangre. Tengo a mi viejo guitarrero, mi abuelo es Luthier y hace guitarras criollas.  Salió esto de armar las canciones, debo llevar como sesenta canciones escritas  y les dije a los chicos… hay mucho… entonces vamos seleccionando de a poco”, dice el cantante.

“En realidad nunca nos hemos juntado para armar letras. Nunca probamos”, agrega Claudio.

“Agustín viene con las letras nuevas que traen una base musical, nosotros después lo seguimos detrás. El nos toca la base y a mí se me hace una cosa en la cabeza  y vamos tocando. Pero estaría bueno armar un tema que sea escrito acá en la sala, entre todos”, acota Claudio.

La banda tiene 12 temas con letra y música, y cinco de esos temas van seguro al disco que ya están preparando.

“Justamente esa es la finalidad de los ensayos, se graba todo por separado, el baterista está solo con unos auriculares. Es muy complicado grabar. La idea es empezar a hacer una buena preproducción acá y después en el estudio, si tenemos que meter algo, lo metemos. Tenemos que ir bien afilados”, comenta Agustín.

La Vieja Chueca prepara su primer disco para este año.

La Vieja Chueca prepara su primer disco para este año.

“Nos gustaría sonar como la Vieja Chueca”

“Se puede decir sin alabanzas ni nada, que suena distinto o intentamos hacer algo diferente, no tenemos influencias acá, tenemos bandas amigas muchas. Nos gusta porque somos nosotros. Me dijo Ezequiel un músico amigo: “Agus, se nota que ya encontraron su identidad”, una de las mejores cosas que me pudieron haber dicho. La influencia siempre está pero sin copiar”, explica el cantante de la banda.

“Hacer algo diferente, ahí está la clave. No sirve de nada que seamos una banda parecida, lo bueno de las bandas de San Luis es que cada una tiene su influencia. Acá hay muy buenas bandas”, agrega Cristian.

“Nos damos cuenta que el público es diferente, es complicado. Pero la verdad es ésta porque nos dijeron por facebook, enamoramos a muchísima gente, donde había 800 enamoramos a 250, que capaz no nos hubiera ido a ver nunca. Por eso siempre decimos, que en el concurso de “Vení Escucháme”, donde salimos cuartos, fuimos los ganadores. Terminamos siendo teloneros de Las Pastillas”, dice Agustín.

Qué pasa con los lugares para tocar 

“Lugares faltan. Propuestas nos llegan siempre. El único bar rockero es Panacea, haría falta otro,-dice Agustín-.Quizás hay gente que no le guste ir a Panacea, pero es  el lugar rockero donde se puede hacer un pogo. Nosotros vamos a tocar a Komodo, a Say No More, pero un lugar rock como Panacea, no hay.

El 15 de enero la Vieja Chueca comenzará a grabar su primer disco en Sonnostudios.

Hacia dónde va la banda

“Queremos vivir de esto, es la ilusión de todo músico. Que la gente escuche lo que estamos expresando, que le lleguen nuestros acordes”, expresan los integrantes de La Vieja Chueca.

“Yo soy profesor de informática. Un día voy a la escuela y una profesora y la preceptora, me dicen: lo vimos en la tele profesor ¡Se nos va!… Sería un sueño y tendría que dejar la escuela, les contesto. ¡Y más vale, váyase con la banda y recorra todo el país!, me dicen… Y la verdad que sería hermoso. Ese es el sentido, llegar a ser nacionales, a representar y que se diga: esta banda nació en San Luis”, agrega Agustín.

“Está muy decaído el rock. Estaría bueno que renaciera y mejor sería si fuera desde la Argentina y si esa banda fuera de San Luis, eso sería genial. El sueño del pibe”, comenta Cristian y los demás integrantes asientan con la cabeza.

 Nota: Noelia Domínguez

Realización Audiovisual: Noelia Domínguez /Romina Oddone