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sábado, 23 marzo de 2013 | 18:33

“Como científicos tenemos la obligación de divulgar el conocimiento”

Lo afirmó Diego Golombek, el biólogo-divulgador que abrió el Ciclo de Conferencias Artech: un diálogo entre la ciencia, el arte y la tecnología.

Un científico fuera de serie que encontró en la divulgación científica no sólo una forma de vida, sino también un modo de divertirse y pasarla bien. Así se podría definir a Diego Golombek, el biólogo-divulgador argentino que abrió Artech junto al tecnólogo-artista Joaquín Fargas.

“El arte, la ciencia y la tecnología no son tan opuestos. Pueden charlar y divertirse bastante cuando están juntos”, asegura con un estilo desestructurado este doctor en Biología y profesor titular de la Universidad Nacional de Quilmes, conocido por sus entretenidos artículos de divulgación científica en la Revista La Nación, su participación en el programa Científicos Industria Argentina y en la colección de libros Ciencia que ladra, entre otros.

Para Golombek, tanto la ciencia como el arte se basan en presupuestos comunes: la creatividad, por un lado, y la rutina, la repetición y la corrección, por el otro. “Lo que tienen en común ambos campos es lo que pasa entre nuestras orejas: las dos son aventuras del cerebro. El cerebro nos ayuda a pensar el mundo. Somos un cerebro con patas”, afirma.

Objetivo científico: divulgar, divulgar y divulgar

Diego Golombek descubrió su faceta como divulgador científico previo a su incursión en el ámbito científico. “Tenía una inclinación mucho más humanística. Empecé a trabajar en periodismo a los 15 años. Escribía, hacía teatro y música. Entré a la Facultad de Ciencias no sé muy bien porqué. Me iba mal, no me gustaba y, de pronto, algo hizo clic. Me empezó a ir mejor y sentí pasión por lo que hacía”, recuerda.

Un segundo “clic” llegó tiempo más tarde cuando logró unir estos dos mundos: la ciencia y la divulgación. “Me siento bien en esa posición intermedia, en esta especie de doble vida de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, que de día está en el laboratorio y de noche se transforma y se divierte contando lo que hace”, confiesa Golombek.

Pero no todos los científicos asumen esta valiosa tarea de acercar la ciencia al público. Según el investigador del CONICET: “A algunos les gusta más que a otros; a otros les sale mejor que a otros. Lo cierto es que es una obligación que tenemos como científicos. Contar lo que hacemos tiene que ser parte de nuestra tarea diaria”.

La ciencia y los más chiquitos

Durante la primera conferencia de Artech, surgieron dudas en el auditorio: ¿La tecnología limita la capacidad de experimentar y conocer la realidad de los más chiquitos? ¿La divulgación puede reemplazar a la educación formal? La respuesta es la misma para ambos casos: tanto la tecnología como la divulgación científica resultan herramientas complementarias en el aprendizaje.

“Picasso decía que todos los niños nacen artistas. Estoy totalmente de acuerdo pero creo que también nacen científicos. Cuando un chico pregunta, hace un experimento, se ´enchastra´, quema hormigas con la lupa y abre un juguete para ver qué tiene adentro está haciendo ciencia”, opina Golombek.

Para el biólogo- divulgador, los docentes deben evitar barrer bajo la alfombra las preguntas sin respuesta, que surgen en este proceso, y admitir que el terreno de lo desconocido es más amplio que el conocido. “Aceptar que no se tiene una respuesta para determinadas cuestiones es buenísimo. Debe despertar un ´no sé pero vamos a buscarlo juntos, vamos a hacer un experimento, vamos a hablar con alguien que sepa del tema…´”, asegura. Y finaliza: “Los maestros tiene que aprovechar los elementos de la divulgación científica para motivar a sus alumnos. No se trata de cerrar una puerta sino de abrir todas las ventanas”.

"Picasso decía que todos los niños nacen artistas, yo creo que también nacen científicos", asegura Diego Golombek.

“Picasso decía que todos los niños nacen artistas, yo creo que también nacen científicos”, asegura Diego Golombek.