PRESERVACIÓN DE LA FAUNA
La secretaría de Ambiente pide respetar la vida en silvestría del puma
El 30 de agosto fue el Día Internacional que homenajea al felino, una fecha propicia para resaltar la importancia que tiene en los ecosistemas americanos y la necesidad urgente de implementar medidas efectivas para su conservación.
Existen diferentes problemáticas en el país en torno al puma, el majestuoso felino carnívoro tan representativo de la Argentina. Desde hace algunos años, este animal se ha convertido en un problema para los productores y es cada vez más frecuente observar en los medios noticias de pumas que aparecen en el patio de una casa, en un pueblo o en una ciudad, alarmando a vecinos y causando revuelo. Son avistados donde antes no era común verlos.
Como consecuencia de las actividades humanas, la especie se fue desplazando y adaptando a otras geografías. Es una raza naturalmente solitaria, tímida y difícil de ver. Sin embargo, esto ha cambiado radicalmente durante los últimos años. Al modificar la geografía, ya sea para siembra o para ganado, los animales pierden su hábitat y se genera un conflicto entre humanos y especies salvajes. En los ambientes naturalistas, a los jóvenes pumas se los nombra como ‘la generación de las trilladoras’.
En el interior del país se ha vuelto moneda corriente encontrar pequeños pumitas lastimados. Las madres dan a luz en los sembrados, ocultando y amparando a sus crías. Cuando llega el tiempo de la cosecha e irrumpen las máquinas, huyen despavoridas por el ruido, abandonando a los más pequeños para buscarlos más tarde, una vez que el silencio haya regresado.
Sin embargo, en el medio algunos son lastimados y rescatados con la mejor de las voluntades, muchas veces con la intención de salvarlos o resguardarlos en sus hogares. Algunos son entregados a las autoridades de Fauna y otros permanecen en las casas como mascotas. Como sea, terminan viviendo en recintos, porque ya no pueden retornar a la naturaleza y son condenados para siempre al cautiverio.
Como consecuencia, las poblaciones locales ven la caza del puma como la única solución. Es uno de los conflictos que el ser humano ha ocasionado al no tener en cuenta la fauna natural a la hora de tomar medidas productivas.
Un eje importante en esta cuestión es la traslocación de las vizcachas. Está científicamente demostrado que los depredadores prefieren presas silvestres y que los ataques domésticos suceden cuando estas escasean. Las vizcachas son una de las presas silvestres del puma, por lo que una de las opciones es capturar vizcachas de zonas donde están causando daño a los cultivos o viviendas y reinsertarlas en campos donde hay depredación y falta de presas silvestres. De esta forma, la búsqueda es generar una nueva colonia y devolver al ambiente un animal autóctono que ha sido extinto en muchas zonas de la Argentina.
Dado que el 40% de San Luis está conformado por bosque nativo, el puma todavía tiene amplias superficies para vivir. El mayor desafío radica en la educación ambiental y la concientización ciudadana. Es importante comprender que los animales silvestres no son mascotas y que es responsabilidad del ser humano cuidarlos. La mejor forma de lograrlo es no interviniendo, dejándolos en la silvestría a la que pertenecen y, en caso de toparse con alguno, contactar a los profesionales del área de Fauna.
Recaudos ante la aparición de animales silvestres en zonas urbanas o márgenes de rutas
La fauna silvestre es el conjunto de animales (vertebrados e invertebrados) que están en su estado natural de libertad e independencia del ser humano y que habitan de forma permanente, circunstancial o momentánea en cualquier ambiente natural.
En San Luis, algunos ejemplos de especies que pueden ser encontradas en las zonas periurbanas son el zorro, el puma, la comadreja, las víboras (cascabel, yarará y coral), aves rapaces (caranchos, lechuzas del campanario, lechuza de las vizcacheras, águilas moras, gavilanes) y aves más pequeñas como el siete cuchillos. Es fundamental el accionar ciudadano porque la fauna silvestre requiere de protección, respeto y cuidado.
Ante la presencia de un puma es importante mantener la calma, no correr o buscar contacto visual con el animal, no darle la espalda, caminar despacio hacia atrás, levantar los brazos, mantenerse erguido y bajo ningún punto de vista acercarse, especialmente si se está alimentando o en compañía de sus crías.
El mismo procedimiento debe replicarse ante cualquier otra especie que represente un riesgo. Si el animal es víctima de tráfico ilegal, es un deber avisar al área de Fauna. Pueden contactarse al teléfono 266-4452000, interno 3372, o bien llamar a la Policía Ambiental al interno 5515.
