POLÍTICA HABITACIONAL
Trece años después, renació la esperanza de tener un hogar propio
La familia Salas-Gauna se anotó durante el primer mandato del gobernador Claudio Poggi, pero la gestión que lo sucedió no le entregó su vivienda. Hoy, gracias al plan terminalidad ‘Progreso’ y ‘Sueños’ se ilusiona con inaugurar su casa este año.
Ester (segunda, de izq. a der.), junto a su familia.
Cuando estaba embarazada de Angelina, su hija más pequeña, Ester Gauna se anotó para tener su casa en San Luis. Nació la niña, pero la vivienda no llegó. Trece años transcurrieron desde aquel momento, y hoy renace la esperanza de la vivienda propia, de la mano del plan terminalidad ‘Progreso’ y ‘Sueños’, ya con su familia ampliada.
Acompañada por su esposo, Darío Salas, sus hijos Ismael y Angelina, y su sobrina, Ester estuvo en la visita de obra de este sábado encabezada por el gobernador Claudio Poggi. “Es la primera vez que venimos. Nos van a decir dónde van a construir nuestra casa. Sentí una emoción increíble. Es más, no me he animado a hablar, porque hablo y lloro. Estoy conversando con mis hijos y lloro, es un sueño increíble”, expresó muy emocionada, antes de escuchar al Primer Mandatario y dirigirse junto a sus parientes a localizar la manzana donde está su vivienda.
Cuando se inscribió, Ester tenía a Ismael, que hoy tiene 18 años y va a ser padre. “Es la emoción más grande. Tantos años, ya voy a ser abuela. Así que estoy muy agradecida con el Gobernador por tener la posibilidad de que nos den la casa”, dijo Ester, quien hoy es inquilina y espera poder convertirse en adjudicataria. Dijo que sufren cada aumento del alquiler, en un contexto económico difícil. Anhela tener e invertir en lo propio.
A Pablo Morán no le cabía la sonrisa en el rostro. Hizo un paso adelante para hablar en representación de su familia, antes de que el Gobernador brindara unas palabras, en la visita del sábado. “Estamos en un momento muy importante para nosotros. Estoy emocionado, son muchos años esperando este momento y al fin ya se está concretando”, confió Pablo, en lo que fue su primer acercamiento al barrio junto a Fernanda, su esposa, y su hijo Pedro, y otros parientes que los acompañaron.
“Es una emoción, un conjunto de sensaciones, porque son muchos años esperando. En un momento hasta había perdido la esperanza. Pero es una sensación muy hermosa, muy linda saber que nos van a dar la casa, estamos muy felices”, dijo quien pronto habitará la zona sur, en la extensión de la avenida Lafinur.
Como inquilino, ha habitado en la zona norte y oeste de la capital puntana. Dijo que aguarda el momento de tener su hogar, “porque el dinero del alquiler vos sabés que ya no lo recuperás, distinto a una vivienda propia, que vos sabés que cada arreglo, cada adelanto que hacés queda, así que es muy importante”, consideró.
