POLÍTICA HABITACIONAL
Un sueño que se cumple diez años después
El 8 de octubre, pero de 2014, Sabrina y Gastón, con su pequeña hija Valentina en brazos, recibían por primera vez el diploma que los certificaba como adjudicatarios de una vivienda social. Tras una década marcada por el abandono de la administración anterior, la familia finalmente disfrutará de un desenlace feliz para su anhelo más buscado.
Sabrina y Gastón Villarreal se inscribieron a los planes habitacionales ‘Progreso’ y ‘Sueños’ durante el primer mandato del actual gobernador Claudio Poggi. Como tantos otros, la joven familia tenía aspiraciones muy importantes a partir del cumplimiento del sueño de la vivienda propia. Sin embargo, esos deseos fueron frenados durante prácticamente una década por decisiones políticas injustas de la gestión que sucedió a Poggi.
Este martes, la familia Villarreal cumplió exactamente 10 años desde que recibieron su diploma de adjudicatarios. “Era un sueño que se truncó por cuestiones que todos conocemos, pero ahora estamos viviendo un día muy emocionante porque por fin vamos a cumplirlo”, expresó Sabrina, quien llevaba consigo una foto de aquél 8 de octubre de 2014 cuando todo inició.
En ese entonces, la pequeña Valentina, hija de la pareja, llevaba pocos meses de vida. “Recién empezábamos nuestra vida juntos, nos parecía mentira poder tener nuestra casita. Pasamos por mucha tristeza pero por suerte ahora arrancamos otra etapa”, señaló la madre, quien además hizo un recuento de las dificultades que atravesaron por no contar con el techo propio: “No habíamos diagramado seguir pagando alquiler, era mucha plata tirada, lugares muy chicos, mudanzas constantes”, recordó.
Durante años buscaron respuestas que no encontraron. “Fuimos un montón de veces. Fueron horas y días tratando de entender qué había sucedido, pero estaban más preocupados por hablar mal de otras políticas antes que dar soluciones a quienes estábamos en una situación muy precaria”, explicó Sabrina.
Ahora, la palabra que mejor le cuadra a la familia para definir el momento que viven es ‘agradecimiento’. “Es impresionante, temblamos de alegría. Es en Juana Koslay, muy cerca del resto de la familia. Inmejorable todo, además son preciosas las casas. Por nuestros propios medios jamás podríamos tener semejante hogar, así que más que gratitud no tenemos”, expresaron.
