El talento se lleva en la sangre

Gilberto Hernández Amura, hijo de Claudia Amura y Gilberto Hernández —los prestigiosos campeones que transformaron al ajedrez en uno de los deportes más populares de San Luis-, se coronó subcampeón en el Nacional Sub 18. De esta manera, pasó a integrar la delegación que representará a la Argentina en el XXV Panamericano de la Juventud, en México.

Gilberto se ubicó segundo detrás del campeón FIDE, Nino Di Ginnantonio

Dicen que la herencia no es lo único que se lleva en la sangre. Gilberto Hernández Amura (16), alumno de la  Escuela de Talentos  de la Universidad de La Punta (ULP), lo sabe bien: el último fin de semana se consagró subcampeón nacional de Ajedrez, en la categoría Sub 18. De esta manera, confirmó que el talento y la pasión que le legaron sus padres, Claudia Amura y Gilberto Hernández, también corren por sus venas.

Fueron la quíntuple campeona argentina de ajedrez y el campeón mexicano quienes inspiraron a Gilberto y sus tres hermanos a sumarse al mundo del ajedrez. Allí descubrieron algo más que un deporte. “El ajedrez me enseñó a organizarme, a pensar las cosas con lógica y a concentrarme en metas a corto plazo. Es una disciplina que influye en muchos aspectos de mi vida”, destaca el mayor de los hermanos Hernández-Amura, quien a pesar de competir todavía en la categoría SUB 16, se animó al reto del Sub 18 en la final del Campeonato Argentino.

Una oportunidad para superarse

El torneo organizado por la Federación Argentina de Ajedrez en la provincia de Santiago del Estero le permitió a Gilberto demostrar que, al igual que sus padres, puede llegar a lo alto del ajedrez mundial. En esta oportunidad, fue invitado especialmente debido a su alto nivel de juego y posición en el ranking.

“Como era un torneo cerrado, sabía a quiénes me iba a enfrentar. Esto me dio la posibilidad de prepararme especialmente para cada ronda”, reconoce el joven ajedrecista, quien se entrenó para el desafío con apenas 20 días de anticipación.

“El ajedrez me enseñó a organizarme y a fijarme metas a corto plazo”, asegura el mayor de los Hernández-Amura.

Allí se enfrentó a jugadores de todo el país, en una de las categorías más competitivas del ajedrez argentino. Si bien tuvo un arranque inesperado marcado por dos derrotas, luego logró recuperarse con cuatro triunfos consecutivos. Tras nueve rondas logró ubicarse en el segundo escalón del podio detrás del maestro FIDE, Nino Di Ginnantonio.

De esta manera, el alumno y abanderado de la Escuela Pública Digital Albert Einstein—nivel secundario-, logró sumar 18 puntos y alcanzar un ELO de 2016 puntos, que lo consolida como experto nacional, según la clasificación de la  Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).

“La última partida fue muy especial. Mi papá se acercó al tablero para ver cómo iba. Cuando levanté la mirada, vi que estaba sufriendo más que yo (risas). Finalmente, pude empatarlo”, recuerda. Y destaca: “Él y mi mamá nos apoyan siempre. Ellos fueron quienes nos inculcaron a mis hermanos y a mí este deporte, que hoy es nuestra gran pasión”.

Las expectativas por el Panamericano y el reencuentro con sus raíces

Con este triunfo, Hernández Amura pasó a integrar la delegación puntana (junto a Guadalupe Besso, María Fiorella Aimale, Pablo Acosta, Oriana Mora y Andrés Palú), que representará a la Argentina en el  XXV Festival Panamericano de la Juventud. El evento se desarrollará del 10 al 17 de julio, en Oaxtepec, Morelos, México, y reunirá a los mejores jugadores de ajedrez del continente americano.

Este desafío ajedrecístico tendrá un significado especial para Gilberto, ya que será una oportunidad para reencontrarse con sus raíces. El mayor de los hijos Amura-Hernández nació en México y al año se radicó junto a su familia en la Argentina. Además, allí viven sus abuelos paternos, a quienes no ve desde hace 10 años.

“Era muy chiquito cuando los vi por última vez así que será como volver a conocerlos”, asegura el joven talento. Y confiesa: “Me genera mucha ansiedad y emoción visitar el lugar donde nací”.

Nota y fotos: Prensa ULP.

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