Un año más, las calles mercedinas palpitaron la fiesta de la Independencia en cada esquina

El trayecto de las delegaciones, durante varias cuadras de la avenida Mitre hasta su paso por el palco de autoridades, es el principal atractivo de la conmemoración del 9 de Julio, dando lugar a momentos de emoción y orgullo, en los que centenares de celulares documentaron la participación de hijos, nietos y amigos, representando a diversas instituciones.

No obstante, en los alrededores de la arteria que atraviesa la ciudad de sur a norte, el clima de fiesta se vivió de igual manera. En una y otra vereda, el público aguardaba el paso de su formación favorita, o iba y venía para tratar de tener un panorama más amplio de lo que la tradicional festividad significa para la provincia, y de lo mucho que ha crecido con el paso de los años.

Y gran parte de ese folclore fueron los puestos, que ofrecían desde un almuerzo al paso, como sándwiches, choripanes y empanadas, hasta churros, pastelitos, café y chocolate. Tal fue el caso de la mesa de Mercedes Newcom, en el que se ofrecieron “los churros más ricos”, aseguró Natalia, quien agregó: “La estamos pasando muy bien y celebrando otro aniversario de la Independencia, al tiempo que trabajamos con vistas a recolectar fondos, ya que tenemos previsto participar en un torneo muy importante de vóley adaptado, a llevarse a cabo en Malargüe; sumarnos a las actividades anexas al desfile es una muy buena ocasión para ello”.

Caso similar es la de la escuela de fútbol infantil Los Clavitos, que también aspiran a ganar una copa a disputarse en Mendoza. Mónica, abuela de uno de los jugadores de la categoría 2014, indicó que: “Las familias de los chicos hemos preparado todo tipo de productos dulces que esperamos vender durante la fiesta patria, que cada año disfrutamos muchísimo pues es muy importante para todos los argentinos”.

El personal de Protección Comunitaria se esmeró desde el inicio hasta el final para que la fiesta patria se desarrollara en armonía, “una tarea que me toca hacer por primera vez, pero nunca he dejado de asistir a este festejo, pues como mamá de seis hijos siempre he venido con mucho orgullo para verlos desfilar”, comentó Alicia, mientras que uno de sus compañeros, Marcelo, acotó: “Además de velar por la seguridad del público, en lo personal aguardo el paso de mis ex compañeros del Servicio Militar, de la clase ’67, para verlos de nuevo y alentarlos”.

En su puesto de pororó, o pochoclo, Darío Benítez recordó que “cuando yo era chico, éramos pocos los que desfilábamos para el 9 de Julio, a comparación de hoy, ya que las expectativas han cambiado y aumentado, hasta llegar a ser esta celebración una de las mejores de la provincia y tal vez del país, por lo que realmente la disfruto mucho”.

Y así, centenares de pequeñas anécdotas y remembranzas, que hacen del 9 de Julio no solo una fecha para evocar un capítulo fundamental de la historia argentina, sino que además propicia un momento de encuentro y de reflexión.