RECONOCIMIENTO ACADÉMICO
Dos estudiantes recibieron la Beca al Mérito y perseguirán su sueño de formarse en la universidad
El gobernador Claudio Poggi le entregó la distinción a Fabricio Gabelli y Erika Correa, dos alumnos de escuelas generativas rurales de los alrededores de Concarán. El reconocimiento trae aparejado un importante incentivo económico que les permitirá cumplir un anhelo educativo, el cual coinciden sería imposible de otra manera.
En la mayoría de los casos, el cumplimiento de los sueños personales depende en parte de cuánto uno está dispuesto a sacrificar y qué nivel de esfuerzo está preparado para dar con tal de alcanzar la situación que desea. Ese concepto puede ser extrapolado al ámbito de las aspiraciones académicas, como las interminables noches de estudio a las que se someten quienes buscan convertirse en biólogo molecular o las pilas de apuntes que acumulan quienes pretenden recibirse como licenciados en comunicación.
Incluso, hay ocasiones en las que una situación personal o familiar desfavorable pesa más que el deseo profesional, un anhelo que se guarda tristemente bajo llave para esperar el momento indicado que, a veces, nunca llega. En un intento por premiar a quienes muestran dedicación y constancia en sus estudios primarios y secundarios, el gobernador Claudio Poggi reimplementó la Beca al Mérito, una distinción simbólica que se materializa en un acompañamiento económico para los alumnos más destacados de cada escuela, un dinero que los acompaña durante sus estudios superiores, indistintamente de la carrera que eligen seguir.
Este martes, Fabricio Gabelli de la Escuela Generativa ‘Concarán’ de Pozo Cavado y Erika Correa de la Escuela Generativa N°384 ‘Granadero Mariano Domínguez’ del paraje El Churrasco recibieron los decretos de la beca en manos del Primer Mandatario, quien no dudó en felicitarlos por el empeño que demostraron para acceder al beneficio. “Estamos estimulando y reconociendo el mérito con un aporte que les va a permitir sufragar sus estudios superiores”, señaló Poggi.
Fabricio vive con su familia y siempre le interesó cómo opera el sistema de maquinarias en el campo para la cosecha y siembra. Si bien siempre destacó en su entorno académico, nunca había considerado continuar su trayectoria académica más allá del Secundario porque reconocía la dificultad económica que eso podría significar para su familia. “Ahora gracias a esta beca eso cambió, estoy viendo si puedo inscribirme en la UPrO de Villa Mercedes y solventar buena parte del alquiler con este dinero”, señaló el joven, que incluso se quedó mudo al ser consultado por un sueño profesional debido a que nunca antes había proyectado tan lejos. “Es una emoción grande, tanto para mí como para mi mamá”, concluyó.
De forma similar, Erika sueña desde chiquita en convertirse en maestra de dibujo, pero a medida que fue creciendo se percató de que sería difícil cumplir ese anhelo por impedimentos económicos. Pese a ello, nunca bajó los brazos, perseveró en sus estudios secundarios y ahora le llegó la recompensa. “Todavía estoy viendo dónde ir, pero estoy segura que ahora voy a cumplir mi sueño”, expresó la alumna, que ya comenzó a percibir los $300 mil mensuales que le transfiere el Gobierno para ese propósito.
