LUCHA CONTRA EL DENGUE
En esta etapa, la fumigación sería más nociva para las personas que para los insectos
Por eso esta medida se implementa fundamentalmente en el lugar donde hay casos, explicó el director de Gestión Ambiental de Residuos de la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Aníbal Cattáneo. Dijo que en este momento del combate del dengue, la medida más efectiva para evitar la reproducción del vector es el descacharrado, acompañada del mantenimiento de los pastos cortos en los hogares.
En la conferencia de prensa de este jueves, el director de Gestión Ambiental de Residuos de la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Aníbal Cattáneo, abordó la cuestión del dengue desde una perspectiva ambiental y biológica, y explicó porqué no es época de fumigación y porqué en este momento del abordaje el descacharrado es la medida más efectiva para reducir la posibilidad de desarrollo del aedes aegypti, el mosquito transmisor de esta enfermedad.
Informó que la Provincia conformó un comité de lucha contra el dengue, del que forman parte los ministerios de Salud, Turismo y Cultura, Educación y las secretarías de Ambiente y Desarrollo Sustentable y Deportes. El comité “delinea las políticas, la manera en la que vamos a abordar la lucha contra el dengue”, refirió el funcionario.
Un punto central es comunicar, tanto a los municipios como a los vecinos, las medidas a llevar adelante. “Todavía se están acordando acciones. Una fundamental son las fumigaciones y las pulverizaciones. En otras épocas se pulverizaba y fumigaba mucho. Dentro de lo que es la biología del mosquito, del Aedes aegypti, que es el transmisor y que tiene un ciclo de vida desde el huevo a nacer de 7, 10 días, las pulverizaciones no son efectivas” afirmó.
Y amplió: “Solamente, y autorizado por la Organización Mundial de la Salud, y los ministerios de Salud de la Nación y de la Provincia, se hacen pulverizaciones en los alrededores del lugar en el que hay casos, porque el mosquito, que es muy doméstico, no va más allá de 100 metros del lugar donde nació. Y si pulverizamos constantemente donde hay presencia de mosquitos, que inclusive puede no ser el Aedes aegypti, estamos generando un problema ambiental y sanitario para los habitantes. Máxime teniendo en cuenta que, en los últimos años, este mosquito ha generado una resistencia”, explicó.
Hace diez años atrás, las pulverizaciones se hacían con permetrina al 0,5% o 1%, y en los últimos años se hace con una concentración al 10%. Un trabajo reciente realizado por el Conicet y un instituto de Brasil refiere que han detectado muchas mutaciones de este mosquito, que ya es resistente a la permetrina, dijo Cattáneo.
La permetrina no es dañina para el ser humano, pero en alta concentración y fumigando todos los días o periódicamente, hace más daño a los humanos que a los mosquitos, dijo. “Es fundamental que la gente sepa que el mosquito nace sano. En el momento en que pica a una persona enferma, se contagia, empieza a picar a otras personas y esa persona contagiada sigue siendo picada por el mosquito. Por eso hay que fumigar en el lugar donde esa persona estuvo y donde se dio el caso, porque conviene hacerlo sobre el lugar donde están los mosquitos contaminados”, explicó.
Según este trabajo que mencionó del Conicet, los científicos han descubierto que la manera de controlar al vector es la pulverización con un producto organofosforado, la mayoría de los cuales están prohibidos y son mucho más nocivos para la salud.
En todo el mundo, el primer trabajo que se hace, el más contundente y efectivo, es evitar los criaderos de mosquitos, es decir, impedir que se acumule agua en ciertos lugares o recipientes en los que los mosquitos dejaron los huevos en la temporada anterior. “Se va hacer un intenso descacharrado en toda la provincia, estamos trabajando en conjunto con los municipios en el diseño de esta campaña. Dentro de la prevención, el primer paso, el fundamental es el descacharrado”, refirió.
Y sumó otro punto fundamental: por el estilo de vida de los mosquitos, es importante mantener los pastos cortos, es decir, “evitar el lugar donde se hacen los criaderos y evitar también el lugar donde pasan el resto del día, entre los pastos”.
