ADHESIÓN AL RIGI
“Nos orientamos a producir energías renovables y con ellas, impulsar la actividad industrial”
El ministro de Desarrollo Productivo, Federico Trombotto, consideró que San Luis tiene un amplio margen de crecimiento industrial y económico con este régimen que fomenta las inversiones. “En la provincia tienen alto potencial la energía eólica, solar y la biomasa; y en cambio no es atractiva para la megaminería. No tenemos el recurso, y si lo tuviéramos hay leyes provinciales que prohíben la explotación de este tipo de minería metalífera“, aseguró.
El Ejecutivo provincial envió al Poder Legislativo de San Luis un proyecto de adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Éste “surge de una ley nacional aprobada por el Congreso, que promueve las grandes inversiones, podríamos decir como lo fue oportunamente la Ley de Promoción industrial en San Luis y en algunas provincias vecinas”, refirió el ministro de Desarrollo Productivo, Federico Trombotto.
“Nuestra adhesión va orientada netamente a la producción de energías. Y de la mano de la producción de energía, promover un nuevo y fuerte impulso a la actividad industrial. En el mundo industrial, un punto importante es dónde invertir, tener la seguridad, la previsibilidad de que tendrán la energía necesaria en los años que vienen para producir y asegurar el reintegro de su inversión. Y, por otro lado, que además puedan disminuir la huella de carbono, es decir, hacer una industria más amigable con el ambiente, que es lo que hoy le exigen y es hacia donde se orientan los mercados mundiales y el nacional”, resumió.
Como su nombre lo expresa, el RIGI solo promueve voluminosas inversiones, con un piso de 200 millones de dólares y solo para algunos rubros de la actividad económica, por ejemplo las energías renovables, explotaciones de gas y petróleo, megaminería, industrias tecnológicas y producción forestal. “Desde la perspectiva provincial, vemos dos oportunidades. Una es atraer inversiones para la producción de energías limpias, de las cuales ya tenemos unas cuantas funcionando”, refirió. Uno de los ejemplos es el parque de Toro Negro, con una inversión de 220 millones de dólares. Es la única, de todas las que hay en la provincia en materia energética, que podría haber entrado en el volumen mínimo que plantea este régimen. Otras alternativas son la energía solar y la biomasa.
“Por otro lado, otra de las oportunidades es que las industrias que tenemos en la provincia puedan ser proveedoras de la megaminería que se va a instalar o que ya está instalada en la Cordillera de los Andes, porque en San Luis no tenemos recursos para hacer megaminería de ese tipo. No tenemos cobre, por ejemplo, no existe en San Luis. Y si lo tuviéramos, hay leyes provinciales que prohíben la explotación de este tipo de minería metalífera”, aclaró, respondiendo a ciertos planteos formulados por organizaciones ambientalistas.
Remarcó que el proyecto enviado por el Ejecutivo para que los legisladores debatan incluye dos artículos: por un lado, la adhesión, y por otro lado, “la no renuncia a ninguna de las leyes y normas vigentes en San Luis y a todos los derechos que tiene la provincia de administrar y ser autoridad de aplicación de leyes nacionales o de leyes provinciales respecto a toda la normativa de funcionamiento de la producción, las inversiones y administración de los recursos naturales, para cualquier tipo de inversión que sea”. “Es decir, esto existe hoy y va a existir mañana y pasado, no se renuncia. Está explícitamente destacado en la adhesión que nosotros hacemos”, reforzó.
Para San Luis, la producción de energías limpias, renovables, abre dos grandes puertas. “Tener un volumen importante de producción de energía atrae a nuevas fábricas, porque una gran limitante en el presente y en el futuro para la instalación de nuevas industrias en el país y en el mundo es la disponibilidad de energía, y más si son energías limpias”, dijo.
La segunda oportunidad deriva de la anterior, ya que, además “se puede disminuir la huella de carbono, en el uso energético de nuestras industrias y de nuevas industrias que se instalen. Es un tema netamente ecológico y permite dar un salto de calidad en el cuidado del ambiente”, refirió.
Este régimen podría traer inversiones para producir mucha más energía. “Ya estamos en un 55% de autoabastecimiento, podemos lograr nuestra soberanía energética, el ciento por ciento de nuestro autoabastecimiento energético y, además, tener excedente para ofrecer a nuevas inversiones productivas que den valor agregado a nuestra producción primaria, agropecuaria o a otro tipo de industria que pueda venir a radicarse en San Luis, lo que significaría poder utilizar la energía como un nuevo elemento de atracción y de promoción industrial”, resumió.