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“La resistencia peronista es una de las páginas más gloriosas del pueblo argentino, del peronismo y de la democracia”
Así definió el gobernador de la Provincia, Alberto Rodríguez Saá, a una de las etapas más difíciles del movimiento peronista desde su nacimiento. Fue en la conferencia brindada por el mandatario en la sede del Partido Justicialista, dirigida a cientos de militantes y dirigentes puntanos.
El gobernador Rodríguez Saá realizó su tercera participación en este tipo de conferencias puesto que ya había disertado sobre el 17 de octubre y la Constitución de 1949. En esta ocasión, ante un auditorio que cobijó a militantes de San Luis, La Toma, Villa Mercedes, Merlo y Potrero de los Funes, se explayó sobre el legado de Juan Domingo Perón y la inclaudicable resistencia peronista, ofreciendo datos, fechas y reflexiones sobre los acontecimientos de aquella época. También dio a conocer cartas que escribió el líder del justicialismo desde el exilio y de mártires que dieron su vida por el movimiento político y los que combatieron a la dictadura de los años 50.
En esta tercera exposición, Rodríguez Saá brindó su charla con un fuerte contenido histórico de lo que fue la resistencia peronista entre los años 1955 y 1973.
Pero antes de meterse de lleno en la charla que los convocó, el jefe de Estado hizo referencia a las medidas tomadas en el marco de la Ley de Emergencia en Seguridad, entre las que destacó la eliminación de los adicionales y el incentivo por productividad para policías de toda la provincia de $7000.
En ese sentido, anunció: “Ayer (por el miércoles) se venció el plazo para adherir o no al nuevo sistema, y sobre casi 3000 policías, 2635 dijeron que sí; los que no aceptaron hacer esas horas extras son madres que prefirieron usar ese tiempo para cuidar a sus hijos, otros simplemente no quisieron y el resto porque estaba de licencia”.
Y agregó: “Estoy feliz porque salió todo bien, porque se hizo de buena fe y todos aceptaron. Si nos demoramos, fue porque no se aprobaba la Ley de Emergencia; van a continuar esta serie de medidas que benefician a todos y que nos ayudan a cumplir los objetivos”.
Una vez hechos los anuncios, Rodríguez Saá hizo una breve reseña de las dos charlas anteriores, en las que expuso sobres temáticas vinculadas al histórico 17 de octubre de 1945 y la Constitución Peronista de 1949.
Tras un repaso de los conceptos generales que arrojaron las primeras dos clases, el gobernador hizo un análisis de los distintos momentos de Juan Domingo Perón a lo largo de su vida en la política en Argentina y en el exterior, entendiendo que “hubo un primer momento el 17 de octubre, con Eva Perón a su lado; un segundo momento tras la muerte de Eva durante su segundo gobierno, que no fue lo mismo sin ella y necesitó de la incorporación del resto de los grupos sociales; una tercera etapa en la Revolución del 55, que derivó en el exilio; y un cuarto momento es cuando Perón es presidente en 1973 hasta su muerte”.
Ya en el exilio, y luego de la caída de su gobierno en septiembre de 1955, Perón se fue a Paraguay: “Ese día nació la resistencia peronista”, sostuvo Rodríguez Saá.
Por eso, dio dos conceptos acerca de esta etapa del peronismo. Primero, y no tan de acuerdo con la definición, dijo: “La resistencia peronista es la historia del pueblo en la lucha contra gobiernos pseudoconstitucionales, que va desde septiembre de 1955 hasta 1973”.
Inmediatamente, expresó el concepto con el que se siente más a gusto y dijo: “La resistencia peronista es la lucha del pueblo peronista, conducido por Perón, desde el exilio contra gobiernos dictatoriales o pseudo constitucionales desde 1955 hasta el regreso de Perón en 1973”.
Seguidamente, explicó al auditorio los movimientos de Perón una vez alejado del país, que van desde su llegada a Nicaragua, tras el aviso del presidente paraguayo (Alfredo Stroessner) de no poder garantizar su seguridad en el país guaraní; su ida a Panamá, regreso a Nicaragua y llegada a Venezuela, donde permaneció un corto tiempo hasta el derrocamiento del dictador Pérez Jimenez; luego partió rumbo a República Dominicana y finalmente, dos años después, se estableció en el barrio Puerta de Hierro, en Madrid, la capital española.
Tras un breve recorrido por lo que el gobernador definió como “mal llamada Revolución Libertadora”, el mandatario puntano explicó el accionar de Lonardi, a cargo del gobierno de facto en Argentina, “para terminar con la figura de Perón a través de juicios que contenían distintas acusaciones”.
“Ya en noviembre de 1955 apareció la figura del general Aramburu, quien dijo que ‘esto es contra Perón, contra los peronistas y todo lo que se le parezca; tenemos que terminar con el peronismo’”, continuó Rodríguez Saá, quien amplió el actuar de Aramburu, que “arremetió contra todo, contra los sindicatos, contra la figura de Eva Perón, y dictó el decreto ley N° 4161, que es una poesía negra, porque no puede haber un canto a la maldad como ese”.
En ese momento, el gobernador de San Luis llamó al diputado nacional Luis Lusquiños, quien leyó el decreto, que tiene como aspectos más importantes la prohibición de cualquier tipo de elementos ideológicos o de propaganda peronista, tales como símbolos, expresiones, doctrinas; incluso proscribió los vocablos “peronista o peronismo”, y hasta la marcha peronista.
“Luego llegó una carta de Perón, que es cortita pero es una maravilla, en la que le dijo al pueblo ‘soy el jefe, me hago cargo’”, dijo Rodríguez Saá y le dio lugar nuevamente a Lusquiños para que la lea detenidamente.
Siguiendo con la explicación del titular del Ejecutivo provincial, aparece la figura del teniente Juan José Valle, quien encabezó un levantamiento contra el gobierno de facto liderado por Aramburu pero fue desbaratado y terminó con su fusilamiento el 12 de junio de 1956. “Este fue un hito de la resistencia peronista”, definió Rodríguez Saá, al mismo tiempo que le cedió el lugar a Lusquiños para que lea la carta enviada por Valle a Aramburu: “Dentro de pocas horas usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado”, dijo el teniente general Valle en su nota al dictador.
“Poco tiempo después aparece el primer documento de la resistencia peronista, que tiene algunas consignas”, expresó Rodríguez Saá. Lusquiños tomó el micrófono y leyó el manifiesto, que decía en uno de sus párrafos: “Decimos basta a la tiranía que pretende someter a servidumbre al pueblo argentino… Dirigida por intereses extranjeros, la dictadura destruye inexorablemente nuestra independencia económica… La justicia ha sido prostituida y la dictadura proclama como único derecho la prepotencia…”. “Ya tenemos todas las patas de la resistencia”, enfatizó el gobernador de cara al auditorio.
“Aramburu necesitaba probarse en unas elecciones, por eso convocaron a una Convención Constituyente en 1957. Perón mandó una orden para hablar de fraude; en cartas anteriores había pedido abstención durante las elecciones, y si a alguien lo obligaban a votar, sugirió impugnar el voto escribiendo ‘asesinos’”, relató el primer mandatario provincial. Para enriquecer ese suceso, Lusquiños leyó la carta escrita por Perón en julio de 1957, en la que hace los pedidos mencionados.
“En esas elecciones ganó el voto en blanco, seguido por la UCR. Con esto, se cae el proyecto de Aramburu para ser presidente pseudoconstitucional y llega la elección de 1958, donde triunfa la formula Frondizi-Gómez. Frondizi fue un candidato novedoso, ya que la otra rama del radicalismo llevaba a Balvín, que estaba muy a favor de Aramburu. Aparece en escena Rogelio Frigerio (quien le imprimió el desarrollismo al gobierno de Frondizi), que hace negociaciones con Perón, por eso los peronistas lo apoyan con la condición de levantar la proscripción y liberar a los presos políticos, algo que cumplieron un poco durante los primeros días”, explicó Rodríguez Saá.
Ya en marzo de 1962, Frondizi acepta que se presente “parcialmente el peronismo” que tuvo como gran ganador a la fórmula Framini-Anglada en la provincia de Buenos Aires: “Allí, los militares le hacen un golpe de Estado a Frondizi y la Corte Suprema para evitar que vuelvan los militares, aplican ley sucesoria y asume José María Guido (era presidente del Senado), que anula las elecciones, interviene las provincias y disuelve el Congreso; fue un gobierno breve”.
“Primero quisieron liquidar el peronismo, no pudieron; después lo integraron para vencerlo pero tampoco pudieron; luego viene Illia, ganando con el 23% de los votos, con el asombro de la propia UCR, ya que esa elección era para Aramburu. Pero continúa con la misma política de represión al peronismo y al sindicalismo” relató el gobernador de San Luis.
En 1964 comenzó el “operativo retorno de Perón”, quien llegó hasta Brasil y fue frenado por el canciller argentino Zabala Ortiz. “Es derrocado Illia. Aquí comienza y dura mucho tiempo el ‘peronismo sin Perón’. Comienza a aparecer una resistencia peronista muy madura, haciendo una pata gremial que no le gusta mucho a Perón porque aparecen figuras que juegan a dos puntas. Surgen los peronistas gremialistas sin Perón (encabezados por Augusto Timoteo Vandor), los gremialistas ‘con Perón’, y los intelectuales, que son las juventudes de fines de los ‘60, donde aparece la guerrilla peronista”, continuó la crónica del mandatario.
“Perón hace una jugada muy fuerte cuando el presidente de Francia, Charles de Gaulle, visita a Illia. Allí manda a Isabel Martínez, que se presenta al ‘peronismo de Perón’ desenmascara al ‘peronismo sin Perón’; luego viajó a Mendoza, donde se planta con los gremios políticos”, describió Rodríguez Saá.
Y agregó: “El fracaso de Illia fue frente a lo que tenía que resolver, que era decidir qué hacer con el peronismo; luego llegó Onganía, que fracasa con el ‘Cordobazo’, el ‘Rosariazo’ y el ‘Viborazo’; ahí aparece Levingston, que nació en San Luis y duró muy poco tiempo, haciendo surgir la figura de Lanusse, que cambia la estrategia diciendo que ‘Perón no va a venir a Argentina porque no le da el cuero’, por eso el peronismo organiza el operativo retorno 2”.
“Perón volvió al país en 1972 apoyando a Cámpora. Dijo que ‘si los proscriben, mi candidato pasa a ser Julián Licastro’, por eso no proscriben a Cámpora”, continuó la exposición del gobernador.
Ya en las elecciones de 1973 triunfó la fórmula Cámpora-Lima, pero luego renuncian “porque el peronismo era con Perón, por eso se hace la elección en septiembre y gana Perón”, explicó Rodríguez Saá, pero hizo un alto en su exposición y retrocedió algunos años atrás, cuando “aparecieron tres o cuatro documentos que no son estrictamente peronistas pero tienen un lenguaje muy radicalizado sobre la situación político-económica; uno es el Programa de La Falda (1957), y el otro es el Programa de Huerta Grande (1962)”.
Ya con Perón en el país “se produce un hecho muy importante en Gaspar Campos, cuando lo visitó Balbin; se dieron un abrazo, algo que fue muy valorado por Perón porque con ese gesto comenzó a armarse una reconciliación nacional”.
“Hubo un discurso de Perón, el más importante, el 21 de junio del 1973, donde dice algo que todavía no lo entendemos, después de la masacre de Ezeiza, dijo que una de las verdades es que ‘para un peronista, nada mejor que otro peronista’, entonces cambió y dijo que ‘para un argentino no hay nada mejor que otro argentino’”, explicó.
En sintonía con los documentos importantes para la resistencia peronista, el gobernador Rodríguez Saá destacó un envío de Perón a las Naciones Unidas en 1971, referido al armamentismo, la explosión demográfica y al medioambiente, con el problema de que este último “siempre golpea a los más humildes”. En ese momento, Rodríguez Saá relacionó aquella circunstancia con la encíclica del papa Francisco “Laudato si” y una situación concreta en nuestra provincia: “En Villa Mercedes, donde tenemos el problema de la Cuenca del Morro, la situación de emergencia ambiental golpeó primero a la gente humilde, gente del barrio Eva Perón. El destrozo del medioambiente que producen los que más tienen golpea siempre a los más humildes; nosotros estamos con los más humildes y defendemos la Cuenca del Morro”.
La exposición, que se desarrolló por un espacio de una hora y media aproximadamente, concluyó con una definición, a modo de resumen, de lo que significó la resistencia peronista para el movimiento y los argentinos en general: “La resistencia es una de las páginas más gloriosas del pueblo argentino, del pueblo peronista, y de la democracia, del juego limpio. ¡Viva la resistencia peronista!”.
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Nota: Andrés Acosta.
Fotos: Malvina Urquiza.
Video: Guillermo Ramón.
Edición: Luciana Picca / Fernando Testi.
Corrección: Berenice Tello.