Halloween
Entre la globalización y la aculturación: misticismo, historia y fe
Las celebraciones extranjeras ganan cada vez más lugar entre las costumbres argentinas. Poco a poco se fueron incorporando y hoy a nadie le resulta raro hablar de Halloween o San Patricio.
La globalización se puede ver en miles de aspectos. Con Internet el conocimiento de diferentes culturas se hace más accesible, motivos y fechas para celebrar se encuentran muchas, resultan muy atrayentes, divertidas y que requieren de merchandising, ideales para los comerciantes.
Año tras año el boom de Halloween se ve en el país cada 31 de octubre, en calabazas tenebrosas, disfraces espeluznantes, chicos disfrazados pidiendo: “dulce o truco”. Todo esto resulta conocido, aunque muchos no están de acuerdo con la celebración ya que la consideran algo muy forzado e imitado, pero no tan así para los comerciantes que ven la oportunidad de venta durante los días previos.
Lo mismo ocurre desde hace más tiempo, con el Día de San Valentín, día de San Patricio, también OktoberFest, esta costumbre con raíces alemanas llegó al país, precisamente a Villa General Belgrano, Córdoba. “La Fiesta de la Cerveza” comenzó allí en los años 60 y hoy convoca a miles de personas de todo el país y el mundo y algo que últimamente ha causado sensación.
En San Luis la marcha zombie que se realizó por el centro de la ciudad el fin de semana pasado, como anticipo a la Noche de Brujas, es otra de las manifestaciones del mundo globalizado que por su simpatía empiezan a formar parte de las costumbres locales.
La Noche de brujas
Calabazas, disfraces, chicos pidiendo dulces, suma de mitos y tradiciones anglosajonas.Es una celebración que cada año pisa más fuerte y en su versión local, sigue ganando adeptos y deja a la vista cuánto fascinan las costumbres importadas, algo que muchos aprovechan con optimismo.
El 31 de octubre es Halloween (“All Hallow’s Eve” en inglés antiguo), algo que significa, literalmente, “Víspera de Todos los Santos”. Según una antigua creencia celta, en esta época, se estrecha la línea que une el mundo físico y visible con el mundo espiritual: la delgada frontera que separa lo natural de lo sobrenatural se hace casi transparente y permite una mayor percepción de los espirituales. Esta misma leyenda anglosajona es la que sostiene que en este momento es más fácil que nunca ver brujas y fantasmas.
La calabaza
La calabaza es, tal vez, el símbolo más característico de Halloween, surge de un tal Jack O’Lantern. Pero, ¿qué se sabe de este buen hombre? Dice la historia que fue un irlandés tan, pero tan malo, que cuando murió no consiguió lugar ni en el cielo ni en el infierno y su alma fue condenada a vagar por el mundo tratando de buscar un espacio. El zapallo iluminado, representando la cara de Jack, sigue buscando su destino cada noche del 31 de octubre.
“¿Trick or Treat?”: de la broma al regalo
La imagen es conocida. Los chicos disfrazados golpean las puertas del vecindario pidiendo dulces. Esta tradición se originó en la persecución de los protestantes contra los católicos que tuvo lugar en Inglaterra entre los siglos XVI y XVIII. En aquellos tiempos, el celebrar misa era considerado una verdadera ofensa y muchos sacerdotes resultaron martirizados. En este contexto, fue famoso el “GunpowderPlot”: el intento de algunos católicos de asesinar al rey utilizando pólvora. Pero el plan fue descubierto y el responsable, ahorcado. Este incidente rápidamente se convirtió en una gran fiesta en la Inglaterra de aquellos años en la que grupos de protestantes recordaban la fecha ocultos detrás de máscaras y reclamándole comida a sus vecinos católicos. Esto se trasladó a las colonias y pasó a formar parte de cada Noche de brujas en la que los más pequeños –al pedido de “¿Broma o regalo?”- pasean por el barrio reclamando sus golosinas.
Los trajes anti ébola para Halloween
A los populares trajes monstruosos o característicos del tradicional día de brujas, que se celebra cada 31 de octubre, se sumó en esta ocasión la creación de oportunistas que ofrecen disfraces anti ébola para sorprender, muy consumidos por los amantes de estas festividades en distintos países del mundo y en Buenos Aires. Hay para hombres y la versión “sexy” para mujeres. Cuestan entre US$60 y US$ 80.La creatividad a la hora de festejar Halloween parece no tener límites.
Una nueva costumbre argentina
Aunque muchos religiosos sostienen que esta festividad se hace con el propósito de venerar fuerzas oscuras, lo cierto es que se ha convertido en una fecha para la diversión infantil. Niños disfrazados de vaqueros, indios, calabazas, piratas, princesas, hombre araña y también ogros.
Habrá quien tome la celebración como una ofensa al cristianismo y habrá otros que lo vean como una oportunidad de salir sanamente a divertirse, pedir dulces con sus hijos y compartir un buen momento con ellos. Cada uno elige y disfruta a su manera de tradiciones argentinas o las que vienen de afuera, cada quien es libre de elegir mate y folclore o dulce o truco.
Nota: Fernando Romero
Fotos: Archivo ANSL / Marcelo Lacerda / Web