Halloween: ¿una nueva celebración argentina?

Halloween es la contracción de la frase en inglés “All Hallows Eve” que significa la  “Víspera de Todos los Santos”, sin embargo este día también es conocido como “Noche de Brujas” o “Noche de Difuntos” y el término fue usado por primera vez en el siglo XVI.

Halloween es la contracción de la frase en inglés “All Hallows Eve”

Esta fiesta es de origen celta y se celebra internacionalmente en la noche del 31 de octubre, mayormente en países como Canadá, Estados Unidos, Irlanda o Reino Unido, y, en menor medida, en los países de Latinoamérica.

Sus raíces están vinculadas con la conmemoración celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos, celebrada por los católicos el 1 de noviembre. Se trata en gran parte de un festejo secular, aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa, siendo ellos quienes difundieron la costumbre de tallar las  calabazas gigantes con una vela dentro. A pesar de ser países netamente anglosajones, en Australia y Nueva Zelanda no es tan observada como en otros países.

Desde el 700 d.C. hasta principios del 900 d.C. predominaron las festividades paganas, por lo que  intentaron hacer del Halloween una festividad cristiana por el “Día de Todos los Santos”, y la trasladaron del 13 de mayo al 1 de noviembre.

En 1840 Halloween llegó a Estados Unidos y Canadá, donde quedó fuertemente arraigada. Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros Estados; de esta manera, la fiesta adquirió una progresiva popularidad para los siguientes años.

A finales de los 70’, el cine y las series de televisión hicieron más masiva y conocida la festividad. En 1978, se estrenó en Estados Unidos y en el mundo entero “La noche de Halloween”, de John Carpenter, una película ambientada en la víspera de Todos los Santos que supuso una referencia para el cine de terror de serie B; con innumerables secuelas e imitaciones.

Una de las características de esta fecha es su particular costumbre de golpear las puertas de las casas y preguntar “¿Truco o Trato?”. Cuenta la historia que originalmente era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente “truco o trato”. La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu, que recibiría el nombre de jack-o’-lantern (con el que se conocen a las tradicionales calabazas de Halloween), él usaría sus poderes para hacer “truco”, el cual consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones, como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda.

Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro y, con el tiempo, debido a la asociación mental entre el espíritu y las calabazas, el nombre de este sería dado a ellas, que es como son conocidas hoy en día cuando llega esta fiesta.

Realmente, aunque se ha generalizado la traducción «truco” en castellano por el inglés “trick” y “trato” literalmente por “treat”, en el caso del “Trick-or-treating” no se trata de un truco propiamente dicho sino más bien de un susto o una broma por lo que una traducción más exacta sería por ejemplo “susto o dulce” o “travesura o dulce”.

Actualmente, los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta y luego de que son atendidos responden con la famosa frase “Trato o truco”. Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.

En México existe una versión denominada “Calaverita” en la que los niños preguntan “¿me da usted mi calaverita?” en lugar de “¿Truco o Trato?” refiriéndose a un dulce con forma de calavera.

En Argentina no es común festejar Halloween, sin embargo estos últimos años se ha notado un incremento en la celebración de esta festividad por parte de los niños.

Incluso algunos colegios de la ciudad han decidido celebrarlo y por ende muchos padres han salido en contra de la celebración de estas fiestas.

En las redes sociales es donde más se han vislumbrado opiniones diferentes en referencia a que no debemos festejar este tipo de días porque son totalmente anglosajones y si los festejamos seguiríamos contribuyendo a la pérdida total de nuestra propia cultura y por ende costumbres. Sin embargo, otras personas piensan que celebrar este tipo de fiestas enriquece nuestra cultura y que hay que divertirse y vivir con mayor libertad.

Nota: Violeta Pérez Anzorena