Establecen multas de hasta $90 mil según la infracción
La tenencia, captura y comercialización de aves silvestres, y fauna autóctona en general, está prohibida desde el año 2004 y se establece una multa de hasta $90 mil para quien la infrinja.
La provincia de San Luis se distingue por la protección de sus recursos naturales, y lo hace por ley. La tenencia, captura y comercialización de aves silvestres, y fauna autóctona en general, está prohibida desde el año 2004 con la sanción de la Ley Nº IX-0317-2004 (5514) y su decreto reglamentario, que establece una multa de hasta $90 mil para quien la infrinja.
“La mayor pena corresponde a la captura, tenencia y comercialización del venado de las pampas, ya que se trata de una subespecie única que es además insignia de la provincia, dos de ellos se pueden ver en el escudo que distingue y representa nuestra a San Luis”, destacó el asesor legal del Programa Biodiversidad, Mauro D`Agata.
En San Luis la tenencia de aves silvestres como mascotas es una costumbre con arraigos culturales e históricos. Los variados y melodiosos cantos de las aves, así como los brillantes colores de sus plumajes, resultan muy atractivos para el ser humano. Es común, aún hoy, encontrar que muchas familias mantienen algún ejemplar silvestre enjaulado en casa. Sin embargo, esto no es ni correcto ni legal y su captura constituye una de las causas más importantes de amenaza para la supervivencia de muchas aves silvestres, después de la destrucción de sus hábitats. Este acto ilegal es además el tercer mayor negocio ilícito global, superado sólo por el tráfico de drogas y de armas.
“Los métodos de captura empleados y las condiciones precarias de transporte y acopio, hacen que, aproximadamente, el 80 % de las aves mueran antes de ser vendidas. De las que sobreviven, se estima que 9 de cada 10 mueren antes de llegar a su destino final. Estas altas tasas de mortalidad, hacen que cada vez sea necesario capturar más aves para abastecer la demanda, lo que hace que muchas especies estén amenazadas”, explica el jefe de Programa Biodiversidad, Jorge Heider.
“Los controles son la acción principal en la disminución del tráfico, pero también lo es la concientización. Quienes cazan, sabiendo que es una actividad ilegal, lógicamente se esconden, y si bien junto con la Policía Caminera realizamos controles en decenas de puntos en toda la provincia, es muy importante contar con la denuncia del vecino que es impulsada por el conocimiento y la conciencia. La caza, tenencia y tráfico de especies silvestres es ilegal porque atenta contra la riqueza natural de los puntanos”, manifestó la ministra de Medio Ambiente, Daiana Hissa.
La vida en cautiverio no es vida
“A un animal en cautiverio se lo mata en vida”, sostiene Heider. Ocurre que biológicamente ese ejemplar ya no cumple su papel en el ecosistema y, metido en una jaula, ve pasar sus días sin propósito. Ese encierro, esa vida antinatural, le trae además al individuo enfermedades físicas, ya que comienzan a tener problemas en sus patas u otras partes de su cuerpo y su comportamiento se altera, llegando a arrancarse las plumas y hasta a veces la piel.
Existen muchas personas que, si bien siempre tuvieron animales enjaulados, fueron entendiendo el daño que les estaban haciendo y decidieron entregar el ejemplar.
“Cuando nos llaman por una denuncia, los inspectores de Flora y Fauna del Ministerio de Medio Ambiente acuden al domicilio para rescatar las aves. Cuando la entrega es voluntaria, labramos un acta de donación. En caso contrario, el acta es de infracción y, dependiendo de la cantidad y especies, las multas van desde $2000 a $90.000”, explicó el jefe del Área Fauna del Ministerio, Matías Ayarragaray.
Todos los animales, ya sean decomisados o donados, son trasladados al Centro de Conservación y Rehabilitación de Vida Silvestre en La Florida, donde los aguarda un grupo de profesionales especializado en el cuidado, manejo y rehabilitación de especies silvestres.
“Cada animal que ingresa al Centro es evaluado física y comportamentalmente, aislado y mantenido en cuarentena, medida que es esencial para evitar el contagio y propagación de enfermedades al resto de los ejemplares alojados allí. A partir de los resultados decidimos si el ejemplar ingresa a etapa de rehabilitación, donde se recuperará sanitaria, física, psíquica y conductualmente, para poder ser posteriormente devuelto a su hábitat. Lamentablemente, por razones patológicas o por discapacidades terminales, como mutilaciones, enfermedades, incapacidades irreversibles, etc., algunos animales no pueden ser liberados y quedarán en cautiverio de por vida”, explicó Ayarragaray.
A estos ejemplares se los utiliza educativamente informando el destino y las causas por las cuales llegó al centro y el porqué no pudo ser reintroducido en la naturaleza.
Las más expuestas
El tráfico de aves silvestres es en San Luis una de las amenazas más serias para muchas especies que son particularmente vulnerables a la sobreexplotación. Algunas de estas especies, como el cardenal amarillo, la reina mora, el picahueso y el sietecolores, son un claro ejemplo de cómo esta actividad junto a la destrucción de sus hábitats diezmaron considerablemente sus poblaciones en vida silvestre y, por tal motivo, se encuentran en peligro de extinción.
En cuanto a la fauna en general, son especies vulnerables por la explotación humana el venado de las pampas, la iguana colorada y la overa, pumas, gatos monteses.
Las únicas aves que pueden tenerse como mascotas son las especies domesticadas, como los canarios, catitas australianas, diamante gold, diamante común, manones, calafate, loritas inseparables y cacatúas.
Denuncie la tenencia, tráfico o comercialización de fauna silvestre al Programa Biodiversidad: 0800-222-4173, o por mail a [email protected]