Se cumplen 217 años del natalicio de Pringles y día del Granadero Puntano
Este jueves 17 de Mayo, se conmemora el 217º aniversario del nacimiento del máximo héroe sanluiseño, el coronel Juan Pascual Pringles, coincidentemente con el Día del Granadero Puntano, en homenaje a los hombres de esta provincia que participaron junto al general José de San Martín en la Guerra de la Independencia.
En Renca, a unos 120 kilómetros al noreste de la ciudad de San Luis, el próximo jueves se rendirá homenaje a Pringles, el héroe de Chancay, y también se recordará a los valientes puntanos que forjaron el camino de la independencia y la libertad, dando su vida por la Patria.
El historiador Urbano Núñez cuenta que, “en la iglesia matriz de la ciudad de San Luis, el 12 de julio de 1795, el teniente cura fray Félix Sosa puso óleo y crisma a Juan Pascual, español, de dos meses, hijo legitimo de don Gabriel Pringles y de doña Andrea Sosa”.
“Según tradición familiar, nació el día de San Pascual Bailón, un 17 de mayo y es muy posible que haya visto la luz en esta misma ciudad”, dice el historiador, por lo que la fecha se tomó como día oficial del nacimiento.
“Pringles se incorporó al Regimiento de Milicias de Caballería de San Luis, en el que revistaba como alférez el 10 de octubre de1815”, indica Núñez. Con el mismo grado fue dado de alta en el Regimiento de Granaderos a Caballo el 8 de noviembre de 1819.
El prócer, que se distinguió por su arrojo, hizo la campaña del sur de Chile y en el Perú con el Ejército de los Andes. En la playa de los pescadores, durante el combate de Chancay, su decisión y coraje le valieron el escudo de honor con la leyenda “Gloria a los Vencidos de Chancay” entregada por San Martín.
Núñez resalta que es el “único caso que el Libertador de América condecoró a un oficial después de haber perdido una batalla”.
Recuerda el historiador que “cuando estaba Pringles con muy pocos soldados a su mando y arrinconado contra los acantilados de Chancay y frente a un enemigo con fuerzas muy superiores en número, el jefe realista le pedía su rendición. En héroe, antes de rendirse o ser prisionero se lanzó a caballo hacia el precipicio cayendo al mar”.
Agrega que “su gesto suscitó la admiración de los vencedores que lo invitaron a retornar a tierra con todos los honores, figurando en los libros de guerra del general realista Valdez un caso nunca visto de tanta valentía”.