INFORME ESPECIAL
domingo, 01 enero de 2017 | 18:40

Producción de nativas para forestar con especies autóctonas el suelo puntano

El Gobierno de San Luis lleva adelante la producción de especies nativas en el vivero de la ex Colonia Hogar. Más de 7.000 plantas crecen gracias al trabajo del Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción y la colaboración del personal del Plan de Inclusión Social.

El ministerio trabaja en la producción de especies nativas.

El ministerio trabaja en la producción de especies nativas.

Con la problemática de la Cuenca del Morro y los intensos trabajos para lograr su balance hídrico como génesis, el Ejecutivo provincial inició un proyecto que acaricia a las propias raíces de la puntanidad: la producción de especies nativas. Implementadas por la cartera medioambiental, las tareas se desarrollan en el vivero de la ex Colonia Hogar, gracias al aporte de los trabajadores del Plan de Inclusión Social.

“Las nativas son aquellas plantas que se dan de manera natural en una región, sin intervención del hombre. En San Luis tenemos nueve formaciones vegetales, en cada una de esas regiones hay una determinada especie”, indicó la técnica de la cartera ministerial, Soledad Arrieta, y añadió: “Nos parece muy importante reproducir nativas ya que ellas están adaptadas al ambiente, son parte de la provincia”.

De la misma afirmación nace una pregunta: ¿por qué es necesario producir nativas si ellas crecen sin la intervención del ser humano?, Arrieta explicó la situación: “San Luis cuenta con ambientes muy frágiles, estas son especies que están adaptadas y su forma de reproducción de semillas está preparada para sobrevivir a través del tiempo. Ante un disturbio, la planta va a nacer. Nosotros tenemos que darle ese empujón para romper la dormición y que la semilla germine”.

 

Caldenes, el principio de muchas autóctonas

Gracias al aporte de los guardaparques de La Florida, la especie que inauguró el proyecto de nativas fue el caldén. “Comenzamos con las chauchas, las pusimos en remojo por 48 horas ya que es muy dura. Después, con elementos punzantes las cortábamos y obteníamos las semillas”, informó Arrieta. Una vez cumplida esta etapa, las semillas pasaron a un tratamiento con agua caliente para romper con su dormición. Luego se colocaron en bandejas con arena y tierra, hasta la aparición de los primeros brotes.

Después de varios meses de trabajo, la producción de caldenes superó los 2.500 ejemplares. Ellos se suman a los aguaribayes, quebrachos blanco, espinillos, acacias visco y tusca, que crecen día a día en los viveros del Programa Forestal y Frutihortícola. Entre todas las especies, en la actualidad la cartera ministerial produce más de 7.000 nativas.

 

Un día en el vivero

“Empezamos el día buscando brotes mientras contamos la cantidad de semillas que tenemos. Otras chicas se ponen a preparar el sustrato y otro compañero se dedica a zarandear la tierra y la arena. Tener un invernadero es fundamental para lograr la reproducción de plantas, ya que disponemos de condiciones ambientales controladas”, manifestó la funcionaria.

Al interior de la industria de producción de nativas, los trabajadores del Plan de Inclusión Social ocupan un lugar central ya que, con amor y compromiso, desarrollan cada una de las tareas que conforman al quehacer cotidiano. “Estamos todo el día trabajando, se ha logrado un muy buen equipo, la gente es muy solidaria y compañera”, indicó.

Las nativas también viajan al Morro

Con planes de recolección de semillas que se desarrollan en las escuelas gracias al entusiasmo de los más chicos, las nativas producidas por la cartera medioambiental serán destinadas a la forestación de la Cuenca del Morro. “Estamos esperando que las plantas tengan una altura de 20 o 30 centímetros para llevarlas a rustificar durante un mes y, ahí, ya estarían listas para ir a campo”, concluyó Arrieta.

Nota: Prensa Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción.

Fotos y video: Jésica Flandes.