miércoles, 02 mayo de 2012 | 11:36

El Pueblo de San Luis renueva su Fe en el Santo Cristo de La Quebrada

Desde fines de abril, como cada año, una importante cantidad de promesantes participan de los cultos en honor del Santo Cristo de la Quebrada y también de Nuestro Señor de Renca.

Con la tradicional peregrinación que se inició en la ciudad de San Luis, y que finaliza en la localidad de Villa de la Quebrada, comenzó formalmente la Fiesta del Santo Cristo de la Quebrada, y de Nuestro Señor de Renca, que también se realiza al mismo tiempo en la localidad homónima del Valle del Conlara, en el norte puntano.

La peregrinación a la Villa, se realiza en un trayecto de 40 kilómetros que separan a la capital provincial y la localidad norteña, como una muestra de fe y tributo por los milagros tan esperados y concedidos por el Cristo de la Quebrada.

Un gran dispositivo sanitario y de seguridad se dispuso para esta oportunidad, con efectivos policiales, personas de Seguridad Comunitaria e integrantes del Programa San Luis Solidario (Defensa Civil) y de la Cruz Roja, entre otros organismos provinciales.

? Festividad

El lunes 2 de mayo, Nuestra Señora de la Quebrada, las misas serán a las 7, 9, 11, 13, 15 y 17.30. En el último día de la novena, las familias se consagrarán a la Virgen; a las 11 se realizará una peregrinación de niños con la imagen de Nuestra Señora de la Quebrada; y nuevamente habrá bautismos a las 16 y Vía Crucis a las 19.

? La fiesta patronal

El jueves3 de mayo, día del Santo Cristo de la Quebrada, habrá misas a las 7, 9, 11 y 19 y bautismos a las 12; ese día se hará también la renovación de las promesas bautismales y bendición de los Peregrinos. A las 16 se realizará una procesión con la sagrada imagen.

? El Cristo de la Quebrada

La historia del Señor de la Quebrada puede leerse en el sitio Web del santuario. Allí el presbítero Miguel Ángel Fuentes explica que es una imagen muy pequeña, tal vez una de las más pequeñas de las que se veneran en nuestra Patria.

La historia de su descubrimiento no es totalmente clara, faltan datos aunque algunos son seguros. Muchos hablan de un hachero ciego que la descubrió en el corazón de un algarrobo, escondido allí tal vez para salvarlo de los indios; otros dicen que no era ciego, ni era hachero, pero que sí lo encontró milagrosamente.

El presunto hachero, que se llamaba Juan Tomás Alcaráz, la encontró en la primera mitad del siglo pasado. Pero lo más importante no es la historia, sino el mismo Cristo.

Es un Cristo en Cruz, no agonizante sino muerto. Está clavado en una cruz de madera cuyo stipes (madero vertical) mide unos 27 centímetros, y unos 20 centímetros el patibulum (madero horizontal). La cruz es de color verdoso y las tres puntas superiores terminan en forma redondeada, pintadas de dorado. Es también de madera su base irregular y la leyenda con el “INRI” (enorme para la cruz, puesto que mide casi 8 centímetros). Tiene también 3 aspas doradas que salen de los ángulos de la cruz -la cuarta se debe haber perdido-, que simbolizan el resplandor de la cruz.