PARQUE ASTRONÓMICO
jueves, 27 marzo de 2014 | 15:55

Solar de las Miradas: un circuito que invita a explorar los misterios del cosmos

El museo al aire libre de la ULP ofrece 40 instrumentos que los antiguos utilizaban para observar el cielo, antes de la invención del telescopio. El recorrido dura 30 minutos y está destinado a toda la familia.

El Solar de las Miradas ofrece 40 reproducciones artísticas de instrumentos pretelescópicos utilizados hasta el 1600

El Solar de las Miradas ofrece 40 reproducciones artísticas de instrumentos pretelescópicos utilizados hasta el 1600

El Solar de las Miradas es un circuito que invita a descubrir, explorar y ponerse en los zapatos de astrónomos como Eratóstenes, Ptolomeo, Tycho Brahe y tantos otros que buscaron respuestas en el cielo con paciencia, dedicación y lógica.

Con 40 reproducciones artísticas de instrumentos pre-telescópicos en su predio, la propuesta del Parque Astronómico La Punta (PALP) permite saber cómo los antiguos conocían sobre astronomía con muy pocos elementos.

“Son instrumentos que fueron inventados y construidos antes de la invención del telescopio (en el año 1600). Buscamos que la gente conozca aquellos que tienen una conexión práctica con la vida de todos los días”, describe Claudio Zellermayer, jefe del subprograma Ciencias del Cosmos de la Universidad de La Punta (ULP).

Instrumentos para entender el cielo

GNOMON

Si bien ningún recorrido es igual a otro (no alcanza el tiempo para visitar todos los grupos de instrumentos), los guías coinciden en una parada: el gnomon. Esta plataforma circular blanca con una vara vertical en el centro permite conocer cómo se desplaza el Sol durante el día y sacar conclusiones sobre la forma geométrica de su recorrido.

“Cuando llegamos al gnomon marcamos donde termina la sombra de la vara. A la media hora, cuando finaliza la visita, volvemos para conocer cómo cambió de posición”, explica.

Nadie sabe a ciencia exacta quién o cuándo se inventó el gnomon. Lo cierto es que es el primer instrumento de medición conocido por el hombre, e introdujo el concepto de rutina hace más de 2000 años.

SEXTANTE DE TYCHO BRAHE

Este instrumento nocturno, semejante a un transportador gigante, fue creado por Tycho Brahe, un astrónomo danés que murió justo antes del invento del telescopio. De todos los observadores de su época fue el que con mayor precisión realizó mediciones de ángulos en el cielo.

“Por medio de este instrumento, logró medir la posición de los planetas respecto a otras estrellas fijas”, cuenta el jefe del subprograma Ciencias del Cosmos. Y añade: “Después de 20 años de observación, reconstruyó el recorrido de Marte”.

Pero el legado de Tycho Brahe no se extinguió con su muerte. A partir de sus observaciones, Johannes Kepler, un matemático que había conocido en Praga –donde llegó luego de haber perdido el apoyo económico de la Corona danesa-, pudo determinar que la órbita de Marte alrededor del Sol era elíptica y no circular, como se creía.

ARMILLA EQUINOCCIAL

El jueves 20 de marzo, la ULP vivió un momento astronómico único con la puesta a punto de la armilla equinoccial o círculo de Hiparco. La calibración de este instrumento se puede realizar dos veces al año (en el equinoccio de otoño y en el de primavera), ya que sólo en esos días el Sol recorre exactamente el plano y proyecta una sombra recta en el piso.

PLINTO DE PTOLOMEO E INSTRUMENTO DE PASOS

A pocos metros de la armilla, se encuentra el plinto de Ptolomeo: un instrumento que determina la altura del Sol al mediodía. “La sombra de su estaca se va corriendo a lo largo del transportador. Sólo los días del equinoccio, la sombra cambia de tamaño y marca un ángulo de 57°”, comenta Zellermayer.

Del otro lado del plinto se encuentra el instrumento de pasos, que permite medir la altura del Sol y su ángulo respecto del horizonte. En el punto más alto de su recorrido (a las 13:15, cuando marca el mediodía del sol en la provincia de San Luis) la luz entra por un caño y se proyecta en el piso.

Astronomía, una ciencia de paciencia

Una de las características de los astrónomos de la antigüedad era el tiempo que destinaban a observar el cielo. De esta práctica dependía la vida de las comunidades, las siembras y las cosechas.

“El hombre se vio obligado a buscar fenómenos de la naturaleza que fueran periódicos y permitieran medir el tiempo”, explica Zellermayer. Y añade: “El Solar de las Miradas es una prueba de que la astronomía es una ciencia de paciencia. Los fenómenos del cielo son lentos y si uno se los pierde, puede que no tenga otra oportunidad de apreciarlos”.

Lo que hay que saber

·La visita al Solar de las Miradas es gratuita y dura 30 minutos.

·El recorrido es realizado por guías profesionales formados en términos astronómicos.

·Ofrece alrededor de 40 instrumentos pre-telescópicos, que pueden ser utilizados de día o de noche.

 

Nota y foto: Paula Bizzanelli-Prensa ULP