CONEXIÓN CON EL PASADO

Pinturas rupestres: huellas milenarias de culturas ancestrales para una experiencia inolvidable


San Luis alberga más de 250 yacimientos rupestres, distribuidos en aproximadamente 120 sitios, con más de 8.000 diseños entre pictografías y petroglifos dispersos por su territorio.

Inti Huasi, una de las joyas históricas y arqueológicas de San Luis que vale la pena conocer.

Las pinturas rupestres de San Luis trascienden su función estética para convertirse en puertas al pasado remoto. Cada pigmento rojo, cada trazo geométrico y cada figura zoomorfa reflejan la vida, rituales y pensamiento de quienes habitaron las sierras hace miles de años.

Esta herencia milenaria se revitaliza mediante el turismo, que promueve la conservación, activa la economía local y fortalece la identidad cultural. Desde la contemplación de un alero ancestral hasta la visita guiada en Inti Huasi, el arte rupestre invita a un viaje entre las piedras, la historia y la memoria compartida.

Zonas emblemáticas y accesibles

Casa de Piedra Pintada (cerro Sololosta): situada entre los 1.390 y 1.500 metros de altitud, consta de tres paneles pictóricos en aleros y cuevas, con morteros y restos arqueológicos como cerámica gris fina. Los diseños incluyen círculos concéntricos, cruces, figuras paralelas y zigzags en colores rojo, amarillo y blanco.

Piedra Blanca (ruta 146, kilómetro 7, cerca de Luján): un enclave privado que permite visitar una pequeña cueva con pinturas rupestres. Los diseños, vinculados a los pueblos indígenas huarpe y olongasta, utilizan pigmentos naturales (arcilla y hollín con grasa animal) para representar símbolos rituales, geométricos y zoomorfos.

Los Quebrachos (Concarán, Valle del Conlara): sitio ubicado a unos 12 kilómetros al oeste de Concarán, con pictografías en pómez y blanco/negro que combinan formas geométricas, antropomorfas y zoomorfas, evidencia del pasado remoto en estas montañas.

Rodeo de Cadenas (San Francisco del Monte de Oro, departamento Ayacucho): paneles pictóricos en un alero rocoso que incluyen círculos, semicírculos, espirales, ovoides, zigzags —de entre 14 y 60 cm— en colores ocre, negro y rojo oscuro, y con posible carácter ritual o religioso.

Departamento Coronel Pringles: mapeado por OpenStreetMap como ‘Pinturas Rupestres y Petroglifos’ en el extremo sur-este provincial, cerca del paraje La Bajada.

Muchas de estas pinturas datan de alrededor del 6.000 a.C., reflejando la presencia de los primeros habitantes del actual territorio provincial. Los motivos geométricos, antropomorfos y zoomorfos sugieren funciones vinculadas a prácticas ceremoniales, creencias y rituales ligados a la caza, la recolección o la cosmología del pueblo originario.

Arqueología y ciencia: En la Gruta de Inti Huasi, a 20 kilómetros de La Carolina, se han encontrado restos de la cultura Ayampitín que datan de más de 8.000 años, incluyendo arte rupestre, superficie ceremonial, restos líticos y óseos. El lugar fue declarado patrimonio histórico-cultural en 2024 y recibe cerca de 20.000 visitantes al año. Cuenta con infraestructura interpretativa para facilitar el turismo arqueológico.

Destino emergente: San Luis se posiciona como un destino arqueoturístico de referencia en Argentina, con patrimonios que combinan ciencia, historia y turismo y una fuerte participación de comunidades locales.

Lugares como Inti Huasi ofrecen visitas interpretativas con guías especializados, pasarelas y explicaciones sobre el contexto histórico-arqueológico.

Desde circuitos estructurados (como Inti Huasi) hasta experiencias más agrestes en sitios como Rodeo de Cadenas o la Casa Piedra Pintada, el turismo local ofrece opciones para distintos públicos y niveles de accesibilidad.



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