NIVEL SECUNDARIO

Estudiantes de la ‘Albert Einstein’ diseñan prótesis y realizan las primeras pruebas con pacientes


En su último año del Secundario, un grupo de estudiantes de la Escuela Pública Digital ‘Albert Einstein’ lleva adelante un proyecto que trasciende las aulas: diseñar prótesis impresas en 3D para mejorar la calidad de vida de dos personas. La semana pasada, dieron un paso fundamental al probar el primer modelo con uno de los pacientes y tomar las medidas exactas para el segundo.

Los jóvenes probando una prótesis de mano.

El trabajo comenzó hace tres meses con el rediseño de modelos, pruebas, toma de medidas y horas de coordinación. Los chicos utilizaron materiales como PLA y Flex para imprimir las primeras piezas, que ya permiten observar los avances. “Nos llevó mucho tiempo llegar a este momento: rediseñamos, medimos, volvimos a imprimir y corregimos. Hoy pudimos ver cómo se probaba el primer modelo y sentimos una gran satisfacción”, contaron Benjamín, Nahuel y María Luz, tres de los integrantes del equipo.

Los beneficiarios del proyecto son Lázaro, exmilitar y taxista que perdió una mano en un accidente en 1981, y Diego, carpintero y abogado que recientemente sufrió la amputación parcial de su mano. Mientras Lázaro busca una solución principalmente estética, Diego necesita una prótesis funcional que lo acompañe en su trabajo. Por eso, los modelos se diseñan de manera diferenciada, con la posibilidad de sumar apoyos específicos para tareas como escribir o manipular herramientas.

El proyecto no solo apunta a cumplir con un objetivo técnico, sino también a generar una experiencia de aprendizaje que deja huella. “Estamos mejorando el modelo inicial, corrigiendo medidas y articulaciones para que acompañe mejor los movimientos. La idea es que en un mes tengamos un prototipo final para Diego y en paralelo avanzar con el de Lázaro”, explicaron los alumnos.

El impacto del proyecto ya se difundió fuera de las aulas y es que la escuela recibió un correo de personas interesadas en que los estudiantes diseñen una prótesis para un perrito que perdió una pata. Para los jóvenes, esa repercusión es un incentivo para que la iniciativa continúe en los próximos años, más allá de su egreso. “Dedicamos alrededor de tres horas diarias, además de las cursadas, pero lo hacemos convencidos de que es un aporte valioso que queremos dejar a la escuela y a quienes lo necesiten”, expresaron.



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