CIUDAD DE SAN LUIS
El Hospital Pediátrico impulsa dos campañas solidarias para donar juguetes y frazadas a pacientes
Ambas actividades fueron pensadas para acompañar las intervenciones quirúrgicas de los menores de 15 años. Los interesados en brindar un aporte, pueden dirigirse al quirófano del Hospital Pediátrico San Luis y hacer las entregas de 7:00 a 20:00.

El Hospital Pediátrico propuso una campaña de donación de juguetes para el quirófano, en función de volver más amenos los momentos previos y posteriores a una operación. El requisito consiste en que los juguete se encuentren en buenas condiciones y sean lavables, también se sugiere que sean didácticos. Los destinatarios serán niños desde el mes de edad a los 14 años.
“Fundamentalmente es poder hacer que el momento, a veces es muy estresante para un chico y para su familia, sea más agradable, independientemente de la psicoprofilaxis quirúrgica que se lleva a cabo. Entendemos que se debe llevar un regalo para que el niño no tenga tanto estrés“, afirmó Rodolfo Toloza, director del Hospital Pediátrico San Luis.
Toloza especificó que se evita incluir peluches, debido a que pueden resultar contaminantes. “Tratamos de que no sean juegos vinculados a peleas, armas o guerra. Puede ser simplemente un juguete didáctico, un juego de mesa o algo de fácil limpieza y que no tenga piezas pequeñas que puedan predisponer un accidente o una asfixia”, apuntó.
Familias y particulares puedan acercar sus donaciones de 7:00 a 20:00 al quirófano del Hospital Pediátrico. Al respecto, el funcionario comentó que se diseñaron estas campañas para que tengan carácter permanente, en virtud de que el establecimiento cuenta con espacios para acompañar a los pacientes y otros donde los juguetes pueden resultar útiles, como la sala de juegos de la sala de internación.
“La misma sala de internación es donde el chico está operado si la cirugía es más prolongada. Abogamos a que estos elementos también se puedan utilizar, por ejemplo, en la escuela hospitalaria o en el taller de arte emoción. Es decir, no solamente va vinculado al chico que va al quirófano a operarse, sino que también pueden seleccionados para algún otro tipo de actividades”, señaló el funcionario.
“Que un chico se enfrente a un lugar o un espacio diferente a su casa y sea intervenido, es difícil. Queremos que el lugar sea lo más amigable posible”, precisó Toloza. En paralelo, consignó que tras el preoperatorio se hace un taller de psicoprofilaxis sobre la cirugía y se le explica al paciente cómo es. Luego, el niño ingresa en un vehículo eléctrico y es trasladado del hospital de día hasta el quirófano. Ellos, como recuerdo de la cirugía, se llevan el regalo”, precisó el Director.
A su vez, comentó que el quirófano lleva a cabo entre 8 a 10 cirugías diarias, dependiendo la especialidad: “Hay algunas de menor o mayor complejidad. Algunas de las cirugías son realizadas en forma más rápida y tienen menos posoperatorio, por lo cual el paciente se interna por poco en el hospital de día. Allí, es internado por la mañana y, si está en condiciones, regresa a su casa por la tarde. En el caso de las cirugías más prolongadas, ingresa a la sala de internación y, después de unos días de recuperación, regresa a su domicilio”.
Por otro lado, la segunda campaña consiste en la donación de lana gorda, de un pullover de lana gorda o lana gorda virgen. Con este material, se confeccionarán frazadas con cuadrados de 13 por 13, con una aguja crochet cuyas medidas son entre 4 y 4,5. “Esta iniciativa se impulsa hace ya un tiempo, por diferentes personas y particulares, que van acercando frazaditas tejidas a lo que llamamos ‘roperito’. Tenemos identificado un lugar para el roperito, donde recepcionamos no solamente prendas sino calzado”.
“Nos pareció prudente, en respuesta al invierno, poder hacer una campaña de frazadas, fundamentalmente para abrigar a aquellas personas que lo necesitan, tantos internados como aquellos que concurren a nuestro Hospital. Tenemos que tener en cuenta que hacemos más de 2.000 atenciones diarias de pacientes en nuestro Hospital, en consultorios externos, en la guardia y en la internación”, sostuvo Toloza.
El funcionario contó que el roperito dispone de un costurero, que se encargará del trabajo con la lana: “Hay personas que ya tienen mucha experiencia. No solamente tenemos profesionales designados, sino que también hay voluntarios que se acercan. Este espacio funciona en la parte central del hospital, antes de los consultorios ambulatorios, y se identifica por un tótem que es un árbol verde. En frente de ese árbol artificial, está el roperito y ahí tenemos un depósito donaciones junto con el taller”.