TURISMO Y CULTURA
En La Carolina abrió la muestra ‘Paleta de emociones’
A cargo de la artista Elisa Blanchet, se podrá visitar durante un mes, en el Museo de la Poesía, con entrada libre y gratuita.

En un clima de celebración, el domingo, a unos 80 kilómetros de la ciudad de San Luis, en el Museo de la Poesía Manuscrita de La Carolina, la artista Elisa Blanchet inauguró su muestra ‘Paleta de emociones’, que permanecerá abierta durante un mes con entrada libre y gratuita.
En diferentes estilos y soportes, la artista refleja el paso del tiempo a la luz de la naturaleza para despertar la imaginación de los visitantes. “La exposición tiene ese título porque creo que a través del arte uno puede aprender a manejar sus emociones según cada época”, reflexionó.
“Crecí en La Carolina porque mi madre fue maestra en el pueblo, y todavía vive parte de mi familia ahí. Aprendí sobre tejido desde muy chica porque mi papá hilaba y mi mamá me enseñó a tejer. Por eso en esta muestra también hay tejidos aplicados en alambres, piedras, ramas, porque no me quedo solamente en la ropa, sino que voy elaborando las técnicas con diversos adornos. Hay muchos colores, algo de cerámica, pintura con acrílicos y dibujos con bolígrafos”, compartió.
“Me sentí muy bien en la presentación; fue como volver a casa. El personal del museo me atendió muy bien y estuvo en cada detalle. Además de que pude ver cómo los turistas recorrían la muestra y me acompañaron los chicos del ballet municipal, así que me sentí totalmente mimada”, expresó.
Blanchet se ha presentado en diversas ferias locales y en el Salón de Arte San Luis. Tiene una conexión especial y terapéutica con su oficio. “Recuerdo que aprendí algunas de las técnicas en la vieja fábrica de alfombras ‘San Martín de Porres’, a la vuelta del Colegio Santo Tomás de Aquino, donde participaba como voluntaria. Después, estuve como coordinadora en la capacitación de los inicios del Centro Cultural y de Producción de Tejido Artesanal ‘Tecla Funes’, en la ciudad de La Punta. Son lugares muy emotivos para mí y hasta el día de hoy aplico en mis tapices los nudos persas que aprendí ahí”, destacó.
Elisa sueña con difundir sus saberes en ese entorno rodeado por los encantos naturales, al pie del cerro Tomolasta. “La idea sería en algún momento organizar un tallercito en el espacio o actividades especiales durante los fines de semana largos con los alumnos del pueblo”, indicó.