TURISMO Y CULTURA
Plaza Pringles: hito turístico, corazón histórico y cultural de San Luis
Con sus esculturas y monumentos, este espacio no solo embellece el paisaje urbano sino que también sirve como un espacio de reflexión, conexión con la historia y la cultura de la ciudad capital y de la provincia.

Ubicada en el corazón de la capital provincial, la plaza Pringles es mucho más que un simple espacio verde. Con más de un siglo de historia, este emblemático espacio público no solo ha sido testigo de los cambios urbanos y sociales de la capital sanluiseña, sino que también se ha convertido en el punto de encuentro por excelencia de vecinos y turistas.
Bautizada en homenaje al coronel Juan Pascual Pringles, héroe puntano de la independencia argentina y figura destacada en las guerras civiles del siglo XIX, su estatua ecuestre se yergue en el centro de la plaza, como símbolo del coraje y la identidad sanluiseña. A lo largo del tiempo, esta plaza ha sido escenario de manifestaciones políticas, celebraciones patrias y momentos históricos de la provincia. Actualmente también es un espacio vivo de cultura, recreación y encuentro.
Entre sus atractivos, se destacan los jardines con flora autóctona, frondosos árboles y caminos que invitan al paseo tranquilo. Bancos, pérgolas y fuentes la convierten en un lugar ideal para el descanso.
La vida cultural en plaza Pringles es dinámica y diversa. Ferias con emprendedores permiten que artesanos y productores locales muestren su trabajo, promoviendo el talento regional. A su vez, se presentan también espectáculos de música, danza, expresiones artísticas urbanas, convirtiendo a este espacio público propio de la comunidad sanluiseña en un escenario artístico accesible para todos.
Rodeada por cafés, edificios históricos y comercios, la plaza es también un punto neurálgico del movimiento urbano. Su entorno arquitectónico y gastronómico complementa la experiencia, haciendo de cada visita una oportunidad para conocer más sobre la esencia puntana.
Esta plaza que vio pasar a generaciones de diferentes épocas. No es solo un espacio físico, sino un símbolo vivo de San Luis. Un sitio donde pasado y presente se unen una y otra vez en cada encuentro, en cada celebración y en cada paso dado bajo la sombra de sus árboles centenarios.
Un paseo por el tiempo y el arte: las cuatro estaciones
Se trata de un conjunto escultórico que, aunque suele pasar desapercibido, enriquece el patrimonio cultural y artístico de la capital provincial.
Ubicadas en cada una de las esquinas de la plaza, estas esculturas representan alegóricamente a la primavera, el verano, el otoño y el invierno, ofreciendo a los transeúntes una experiencia sensorial y simbólica que trasciende las estaciones del año.
Primavera: situada en la esquina de Rivadavia y Pringles, esta figura femenina acompañada por un niño, simboliza el renacimiento y la fecundidad que caracterizan a esta estación
Verano: en la intersección de San Martín y Pringles, la escultura más destapada, representa el calor y la plenitud del verano, también acompañada por un niño como símbolo de fertilidad.
Otoño: ubicada en San Martín y Junín, esta figura se cubre con un velo, evocando la melancolía y la transición de otoño.
Invierno: en la esquina de Rivadavia y Junín, la escultura muestra una mujer envuelta en un atuendo griego intentando protegerse del frío característico de San Luis.
Estas obras llegaron a la ciudad durante la gestión del intendente Samuel Félix Estévez, 1958 -1961 bajo el gobierno provincial de Alberto Domeniconi.
Arte y memoria
Además de las cuatro estaciones la plaza alberga otras obras significativas. La Zagala del Ave: creada por el escultor Carlos De La Carcova, esta escultura en piedra fue galardonada con el primer premio de la Comisión Nacional de Cultura.
Monumento a Juan Pascual Pringles: obra del escultor Rafael Radogna, esta figura ecuestre rinde homenaje al máximo héroe puntano de la independencia. Fue declarado monumento nacional en 2019.
Homenaje a las Hijas de San Luis: este monumento conmemora a las 8 estudiantes del colegio Santa María que fallecieron en un trágico accidente en 2011 en Zanjitas, simbolizando el legado y la memoria de las jóvenes.