CONMEMORACIÓN
Este miércoles se cumplen 194 años del paso a la inmortalidad de Juan Pascual Pringles
El máximo héroe puntano nació el 17 de mayo de 1795 y combatió bajo las órdenes de San Martín y Bolívar. Su legado alcanzó la gloria no solo por sus proezas militares, sino también por sus virtudes. Murió de un disparo certero en El Chañaral de Las Ánimas, el 19 de marzo de 1831, a los 36 años.

El presente y el futuro de San Luis se apoyan sobre hombros de gigantes. Uno de ellos fue Juan Pascual Pringles, quien respondió con destreza al llamado independentista continental cuando contuvo la sublevación de los prisioneros realistas en la capital puntana. Así, el joven militar se ganó la confianza del gobernador Vicente Dupuy y del padre de la Patria, José de San Martín.
Nacido el 17 de mayo de 1795, el destacado coronel combatió bajo las órdenes de dos grandes libertadores (San Martín y Bolívar) y fue laureado en diversas geografías por sus proezas militares. Tuvo una hija, Fermina Nicasia, fruto de la unión con Valentina Villegas. Por su coraje y ejemplo, Juan Pascual, hijo de Gabriel Pringles y Andrea Sosa, legó una de las páginas emancipadoras.
La valentía de Pringles se destacó en su enfrentamiento con los españoles en Chancay, Perú, donde luchó y fue capturado. Por esa acción heroica, en noviembre de 1820, con apenas 25 años, el bravo puntano recibió una medalla del padre de la Patria con la inscripción: ¡Gloria a los vencidos de Chancay! y luego fue condecorado con la ‘Orden del Sol’, por Simón Bolívar.

Otro de los gestos inmortales del bravo puntano ocurrió durante las guerras civiles, cuando apoyó al general Paz en contra de Facundo Quiroga, a pesar de estar convaleciente por las heridas de la campaña del Perú. Su participación en las batallas de La Tablada y Oncativo fue fundamental para los triunfos de los unitarios.
Tiempo después, luego de un enfrentamiento en Río IV, a los 36 años, mientras regresaba a su tierra natal, Pringles agonizó por un disparo recibido en el Chañaral de Las Ánimas, cerca del actual dique Paso de Las Carretas, el 19 de marzo de 1831. Fue enterrado bajo la sombra de un caldén allí mismo. Facundo Quiroga, al enterarse de su muerte se enojó y mandó su poncho de vicuña para cubrir el cuerpo, que fue velado durante tres días.
A los pocos días la noticia llegó a San Luis y Esteban Adaro, su fiel amigo, fue al lugar y con la ayuda de otros hombres trasladaron el cuerpo para darle sepultura en la Iglesia Matriz, que estaba ubicada en la actual calle Rivadavia y 9 de Julio. Años después, los restos de Pringles fueron trasladados al Cementerio Central de San José, actualmente descansan en el ala derecha de la Catedral puntana.
En la obra ‘Apoteosis de Pringles’, el historiador Juan W. Gez, recopiló las hazañas y testimonios sobre el héroe puntano. Elogió también su espíritu de sacrificio sobre el cual hoy también se extiende esta provincia que honra y agradece su coraje.