CONSERVACIÓN
La pareja de cóndores andinos Taynemta y Kytek comenzaron su convivencia
Ambos carroñeros, que forman parte del plantel permanente de la Reserva Florofaunística de La Florida, tuvieron su primer acercamiento gracias al trabajo realizado por veterinarios, guardaparques y cuidadores en el Centro de Conservación de Vida Silvestre.
Si Kytek significa ‘Fuego’ y Taynemta es ‘Vida’ en lengua huarpe, es el fuego de la vida lo que unió a los dos cóndores andinos. Estos ejemplares, por sus condiciones: el macho presenta una ceguera casi total, y la hembra, la amputación de una buena parte de una de sus alas; no pueden reinsertarse en la silvestría nuevamente.
El rey de los Andes, además de ser una especie emblemática y sagrada para los pueblos nativos, también es muy resiliente. Kytek lleva más de dos años en su recinto, imposibilitado de ver y por ende, de volar. Taynemta, fruto de haber sufrido la amputación parcial de una de sus alas, no puede volver a surcar los cielos. Ambos son resguardados como integrantes del plantel permanente del Área Natural Protegida de La Florida.
“Al concluir la etapa de adaptación de Taynemta, realizamos el traslado de ella al recinto de Kytek, donde van a convivir. Este lugar forma parte del sendero de fauna que puede ser visitado los días de atención al público. Este primer paso es fundamental porque buscamos que ambos puedan convivir porque son animales gregarios y se necesitan mutuamente para mejorar su calidad de vida”, afirmó la veterinaria del CCVS, Andrea Gangone.
Esta noticia, no solamente es celebrada solo en San Luis, Fundación Temaikén, Eco Parque de Buenos Aires, Fundación Cullunche de Mendoza también festejan esta nueva oportunidad para los cóndores. La Fundación BioAndina y el Programa de Conservación de Cóndor Andino tienen una parte fundamental de este logro porque tendieron los puentes necesarios para que ambos ejemplares hoy puedan estar juntos. Se trata de un hecho extraordinario para San Luis en materia de conservación.
El cóndor es una especie amenazada y cada uno de sus ejemplares cuenta, y es importante también que la ciudadanía sepa de su historia, de lo que han tenido que pasar, por qué están en un recinto y por qué es necesario contribuir al cuidado y protección de esta especie andina única, que no es un esfuerzo en vano, sino un compromiso con la vida de nuestra fauna nativa y el ecosistema que nos rodea.
Conocé a Kytek
Es un cóndor andino que reside desde el año 2022 en el Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS). Fue postulado al concurso internacional ‘World Animal Protection’. Su permanencia en la reserva se debe a la ceguera e imposibilidad de sobrevivir en su hábitat natural, tras ser hallado en Concarán. Su gran resiliencia y fortaleza para sobrellevar los problemas están acompañados de un gran trabajo de protección y atención por el equipo del centro de rescate de fauna de La Florida.
El animal bautizado como Kytek, que significa “fuego” en lengua huarpe, cuenta su historia a través de la voz de los guardaparques, vinculando la educación ambiental y la generación de conciencia ciudadana. Allí cada visitante conoce todo el recorrido del ave. Se lo puede observar en un recinto especial -con su carácter tranquilo- para aprender sobre los problemas que enfrenta esta especie amenazada y su rol trascendental en el ecosistema, ya que contribuye a la degradación de los cuerpos de otros animales que quedan en el campo en situaciones naturales.
“Por las condiciones en las que fue rescatado, resultó difícil que Kytek pudiese recuperar la visión. Después de diferentes análisis, se descubrió que en su ojo izquierdo presenta la afección ptisis bulbi, (ojo encogido, no funcional), y en el ojo derecho tiene un desplazamiento posterior del globo ocular, con apariencia de ojo hundido. Pese a su ceguera, siempre se esfuerza por superarse, y hemos logrado, por ejemplo, que busque el alimento y se suba solo a piedras de medio metro de altura”, indicó Gangone.
De vez en cuando, Kytek siente una corriente de aire y extiende sus alas, quiere volar, a pesar de su condición. Su resiliencia, sus ansias imposibilitadas de volver a la silvestría, honran a su especie y su estirpe andina, que surca los cielos de las sierras sanluiseñas.
Esta gran historia lo llevó a ser postulado por la secretaría de Ambiente al premio anual de la ONG ‘World Animal Protection’ del año 2024. La fundación celebra la recuperación de animales salvajes en instalaciones, como centros de rescate o santuarios de alto bienestar, que sin duda contribuyen a poner fin a su explotación comercial.
Ella es Taynemta
La majestuosa ave (hembra) fue bautizada Taynemta, que significa “vida” en lengua huarpe, en referencia a su historia de vida y la fuerza que mostró en su largo camino de recuperación en la Fundación Temaikén, en Buenos Aires, donde transitó la amputación de una parte de su ala. El ave superó operaciones y tratamientos para poder sobrevivir a las graves consecuencias que le generó el haber quedado atrapada en 2023, en una antena de telecomunicaciones en la Villa de Merlo.
La historia y camino de superación de Taynemta comenzó en el año 2023, cuando fue rescatada en el Filo de la Sierra de los Comechingones. A través de una cadena de voluntades de ciudadanos y organismos dedicados al rescate de fauna silvestre, Taynemta superó exitosamente, a lo largo de un año y medio, intensos cuidados en la Fundación Temaikén, provincia de Buenos Aires.
El ave ancestral volvió hace unas semanas a su tierra natal y fue trasladada al cuidado del Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS). Un equipo integrado por biólogos, cuidadores y veterinarios preparó un plan de contención que comenzó con la confección de un recinto especial del centro ubicado en La Florida, para que los primeros días de Taynemta sean exclusivamente de adaptación a las nuevas condiciones ambientales y al clima provincial, hasta el día de la fecha, que comenzó su convivencia con Kytek.
