LA ESCUELA, MI CASA
María Laura Muñoz: la docente con asistencia perfecta hace más de 30 años
Este compromiso lo heredó de su padre, quien trabajó por la misma cantidad de años en el sector de Salud, sin ausentarse jamás.
La disciplina de su familia fue su guía desde el hogar, y la llevó consigo cuando, en julio de 1994, habiéndose recibido un año antes, inició su carrera en la escuela N°27 ‘Saturnino González Camarero’ de la ciudad de San Luis, con solo 20 años. Hoy, a paso firme, continúa en la escuela N°184 ‘Manuel Belgrano’, donde encontró su lugar y forjó su historia.
“Si no voy a trabajar, me falta algo”, confesó María Laura. Su sentido de responsabilidad la impulsa a no fallarle a sus alumnos, a quienes considera su familia. En su corazón, los niños no son solo estudiantes, sino pequeños seres que también enseñan, nutriendo su vocación. Esa devoción por enseñar se refleja en cada palabra: “No es sólo enseñar, el docente también aprende de ellos”.
A lo largo de tres décadas, pasó por todos los grados, pero es en primero donde dejó su marca. Ahora, padres que fueron sus alumnos confían en ella para la educación de sus propios hijos.
Entre la emoción y la seguridad de haber hecho las cosas bien por sus estudiantes y sabiendo que su misión trascendió el aula, María Laura confesó: “Me gustaría que el día de mañana sean personas responsables, buenas personas, que sepan desenvolverse en la vida, que tengan espíritu crítico y que siempre sean respetuosos”.
La destacada docente cumplió orgullosamente sus 30 años en la profesión el pasado 12 de julio de 2024. Con cada año que pasó, fue marcándose metas: llegar a los diez, a los quince, a los treinta, y su próximo desafío es retirarse con asistencia perfecta.
El mérito de su incansable dedicación refleja esfuerzo y constancia. Su mayor anhelo es ser recordada como una excelente docente, madre, hija y compañera. “Todo lo que soy, lo aprendí en la escuela”, expresó con humildad y gratitud. Esa frase resume el espíritu de María Laura, una mujer que dedicó su vida a enseñar y aprender, siempre conectada con la escuela, su hogar y el legado que deja en su comunidad.