GIRA INSTITUCIONAL

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CULTURA
sábado, 15 junio de 2024 | 19:02

La lectura como herramienta para construir arquitecturas que trascienden y fascinan

En el Día Nacional del Libro, cuatro autores sanluiseños compartieron cómo lograron desarrollar sus obras y estilos en contextos que estimulaban la creatividad y las fuerzas introspectivas.

 

Cada 15 de junio se celebra el Día Nacional del Libro, una jornada dedicada a resaltar la importancia de la lectura y el papel fundamental que los libros desempeñan en el desarrollo cultural y educativo.

En 1924, el presidente Marcelo T. de Alvear declaró el 15 de junio como “Fiesta del Libro” mediante el Decreto Nº 1.038, en honor a la entrega de premios del Consejo Nacional de Mujeres, en su concurso literario anual. Luego, El 11 de junio de 1941, una resolución del Ministerio de Educación cambió la denominación a “Día del Libro”, nombre que se mantiene hasta la actualidad.

 

El libro como maleta de viajes

En la provincia, las diversas expresiones en papel han encontrado eco en San Luis Libro, desde hace más de quince años. Este sello editorial constituye una arquitectura cultural convocante, que logró cimentarse gracias a otras iniciativas previas que articulaban el apoyo gubernamental, concursos, becas y las ganas de fomentar la creatividad, por ejemplo a través del Fondo Editorial Sanluiseño.

“Cuando descubrí la existencia de los libros, allá en mi primera juventud, creo que encontré una maleta de viaje para trasladarme a otros mundos y abandonar mi condición de vegetal, que siempre debe vivir sujeto a una misma tierra. Para entonces vivía en un pueblo apacible del Valle del Conlara. El itinerario de mis lecturas ha sido errático, quizás desordenado, pero constante y asociado siempre a un deseo de conocimiento y de gusto por el idioma castellano, ese irremplazable patrimonio”, recordó Gustavo Romero Borri, destacado escritor, guionista, poeta, investigador y gestor cultural.

“Celebrar la existencia del libro es como agasajar a mi memoria personal vinculada a ellos. Cada libro leído y disfrutado ha sido equivalente a vivir una experiencia similar a cualquier otra experiencia vital. Cada libro leído se convierte en un amigo entrañable. Los siento como compañeros de un viaje largo”, agregó.

“Estoy totalmente de acuerdo con Umberto Eco cuando dice que ´quien lee un libro tiene asegurada la inmortalidad´. Entiendo que cada vez que abrimos un libro se nos acaba la soledad, pero también se transforma el cuerpo porque podés salir y viajar, y ser o no ser un montón de cosas”, reflexionó Raquel Barrionuevo,  autora de “Todos mis perros”, “Flay´s city”, “Cuatro pasos en las nubes” y “Cuatro pasos en discordia”.

“El libro ha sido la base fundamental para la evolución, conocimiento y sabiduría del ser humano. En mi caso, venir desde la adolescencia solamente con estudios primarios, a encontrarme así de pronto atraído por el mundo desconocido de la literatura fue fundamental”, consideró el poeta villamercedino Julio Cejas, que ha publicado  “Pretensión de lluvia”, “Estados”, “Del amor a todas partes”, “Entre Cejas y Cejas”, “Al sur del norte del sur”, “Poemas para no guardar” y “A ras del suelo, a flor de piel”.

 

Oportunidades para ver sus sueños en papel

“Aunque a veces la gente suele decir que las personas no suelen destacarse en su tierra, cuando participé en los concursos de San Luis Libro tuve una grandísima sorpresa por ser seleccionada con algunos textos, porque además no tenía previsto hacer publicaciones”, indicó Raquel.

“A veces siento que una vez que te sentás y escribís en un papel alguna historia, relato o poesía, parece que en ese momento se alinean todos los caminos y en tu vida aparecen todos los escritores caminando, los que están viviendo por acá cerca y los que vivieron antes”, afirmó Barrionuevo, quien recomienda leer a los autores locales Cirilo Lucero, Laura Lerner, Roberto Sabattini y Amanda Coria.

“Para mí era difícil comprar un libro, ahora me imagino lo que hubiera sido tener que publicar en aquel momento, por eso creo que en muchos casos la asistencia de los entes gubernamentales apoyando a quienes no pueden publicar ni difundir sus obras es muy importante. En mi caso particular  publiqué mi primer libro, a través del Fondo Editorial Sanluiseño, también he sido jurado gracias a la ley del Libro, como así también participo en antologías publicadas por cultura de la provincia y de la ciudad donde resido. En cuanto a quienes deberían ser merecedores de tales beneficios o ayuda para publicar, creo que como primera medida sería tratar de conocer a los autores y de acuerdo a ese conocimiento actuar al respecto”, agregó Cejas.

 

Lecturas en resonancia

Para Gustavo Romero Borri, que ha realizado valiosos aportes al patrimonio cultural sanluiseño desde las diferentes gestiones, la lectura no sólo influye en el estilo sino que construye, multiplica colectivamente.

“Además de leer he ido elaborando mi propia escritura individual. Es un mensaje íntimo que he podido en parte dar a conocer y compartir dentro y fuera de mi provincia natal. Simultáneamente, en diferentes momentos y lugares he promovido y transmitido el valor que le doy a la lectura y a la creación literaria.  Lo hice y lo sigo haciendo de diversas maneras. Sé que lo que llamamos cultura abarca un amplio campo expresivo. Pero yo me quedo siempre creyendo que la cultura escrita es la que perdura y alimenta a otras manifestaciones. Así que festejar el Día del libro es reafirmarme en eso que acabo de decir”, subrayó el autor, distinguido por la honorable Cámara de Diputados de San Luis, y que ha publicado doce libros, entre ellos “Los ámbitos”, “Notas del escriba”, “La otra parte”, “Cartas a la montaña”, “El viaje del Poema” y “El peso de la luz en la mano”.

Amelia Arellano es psicóloga social y ha publicado 15 libros. Ha ganado premios y distinciones provinciales, nacionales e internacionales, con jurados como Osvaldo Bayer, Horacio Salas, Tununa Mercado, Jorge Brega. Además, registra una cuantiosa colaboración en revistas de diversos mapas.

“La convocatoria de San Luis libro nos lleva a nuestros orígenes. Indudablemente porque hay una dialéctica entre escritor y lector. El lector se ve reflejado en aspectos que llevan a vivir lo que es nuestra identidad de puntana. Un hombre histórico y socialmente determinado. En un tiempo y un espacio. De ahí la resonancia del lector- que refleja la vivencia del autor- que se reencuentra con su mismidad en el texto”, señaló.

“Es como un viaje que nos interpela en nuestra condición de sujetos inmersos en esta sociedad, única e irrepetible. Para mí ha sido muy movilizante interactuar con personajes internos que creía olvidados. Entre mis autores referenciales debo citar a mi maestro Jesús Liberato Tobares, y a un gran olvidado: el excelso poeta César Rosales”, compartió la autora.

Así, el Día Nacional del Libro constituye una oportunidad ideal para aprender de éstas y otras experiencias locales, a fin de enriquecer el conocimiento y darle más espacio a la mirada introspectiva.