CHARLAS INCLUSIVAS
Amplia convocatoria tuvo el proyecto “EDIRO: conectando con la Neurodiversidad”
La terminal de ómnibus fue sede del segundo día de las capacitaciones que se extenderán durante todo abril, orientadas a conmemorar el mes de la concientización sobre el autismo.
La secretaría de Transporte lleva adelante un proyecto en la Estación de Interconexión Regional de Ómnibus (EDIRO), junto con la secretaría de Personas con Discapacidad, para celebrar el mes de la concientización sobre el autismo. La idea es generar lugares amigables dentro del edificio y apoyar la inclusión en la sociedad.
El segundo día de capacitaciones contó con más de 100 personas en el microcine de la EDIRO. Juan Pablo Miguel, como padre y coordinador del proyecto resaltó el tema de autismo a través de su experiencia personal, ya que sus gemelos tienen esa condición. Hizo referencia a que de ellos se puede aprender y la importancia de abrir y agrandar el círculo y el entorno amigable.
Disertaron el profesor Omar Burnet, del área de Coordinación San Luis de la secretaria de Discapacidad, quien destacó la socialización que se genera a través del deporte, una actividad que se aprende y ayuda al área cognitiva.
A continuación, expuso Arneli Winter, de la subárea Deportes y Recreación, quien contó su historia personal y como el deporte “la salvó”. Ella sufrió un accidente de tránsito hace unos años y quedó parapléjica. Su discapacidad no es un obstáculo para enfrentar desafíos. Hasta cumplió su sueño de lanzarse en paracaídas y eso le demostró que con sus dificultades motrices puede lograr lo que desea.
Luego fue el turno de Gastón D’angelo, que través de una videoconferencia conversó sobre su experiencia de padre y remarcó varios puntos sobresalientes como la salud, educación e inclusión laboral. D’Angelo vive en Cipolletti y es padre de mellizos. Uno de sus hijos, Oliverio, fue diagnosticado con autismo no verbal y resultó un cambio rotundo en su familia. Debido a su experiencia, junto con su esposa sacaron la conclusión de que muchas más personas debían pasar por lo mismo e iniciaron el proyecto que llamaron Fundación Faro Patagonia, que tiene como objetivo trabajar con personas con TEA y sus familias.
Gastón remarcó que su lucha, además del ámbito médico, también va por el lado educativo y lo laboral. Un sistema educativo inclusivo sería aquel que cumpla con su rol de educar a la persona y que no solamente se limite a darle un banco en el aula. Además, aclaró que esto no es solo para los niveles primario y secundario, sino que sumó a las universidades: “Tenemos que pensar en la inclusión laboral: un título le da la posibilidad a una persona que esté dentro del espectro autista de tener un trabajo, ser autosuficiente económicamente y con ello tener independencia familiar.”
Por último, la trabajadora social, Sandra Moreno, de la secretaria de Personas con Discapacidad, mediante un trabajo en conjunto con el auditorio habló de la integración como sociedad y la manera de ayudar con la accesibilidad a las personas con discapacidad. La temática era “Mirar con los ojos de un ciego, caminar con las ruedas de una silla”, de esa manera sortear en carne propia los obstáculos que padecen y que para los demás resultan invisibles.