Otro sueño cumplido de la periferia al centro: Desaguadero tendrá su primera escuela y será generativa

En una jornada histórica para la localidad limítrofe con Mendoza, se firmó el convenio que permitirá que en el Club Social y Deportivo Santa Irene funcione la escuela generativa que tendrá nivel inicial, primario y secundario con orientación en educación física. En el lugar no había establecimientos escolares, por lo que ahora los niños y vecinos tendrán al alcance de sus manos una educación gratuita, de jerarquía e innovadora.

Del acto participaron el ministro de Gobierno, Justicia y Culto, Eduardo Mones Ruiz; la ministra de Educación, Paulina Calderón;  la delegada normalizadora de la Municipalidad de Desaguadero, Natalia Lehne, y el interventor del Club Social y Deportivo Santa Irene (donde funcionará la escuela), Nicolás Frade. Personal de la institución, vecinos y futuros maestros estaban de parabienes formando parte del histórico momento que vivió la localidad.

“Este día marcará un antes y un después para la educación en Desaguadero y la zona, ya que no había escuela y apostamos a este modelo de escuela generativa porque es innovador y premiado en el mundo. Un modelo que satisface las necesidades, donde se sumarán también chicos de la provincia vecina. Un sueño cumplido y una necesidad satisfecha de los vecinos que la pidieron y ven cómo el rumbo marcado va en la dirección de un fuerte crecimiento”, dijo emocionada Natalia Lehne.

Por su parte, Nicolás Frade recordó lo vivido en el club en los últimos tres meses: “Conseguimos con la firma de los vecinos pedir la intervención del club que se estaba viniendo abajo, y a través de la delegada normalizadora, hacerle llegar el pedido al ministro Mones Ruiz para la regularización de la institución, y en ese entonces se comprometió hacer todo lo posible para que haya una escuela generativa y acá están los resultados. La rapidez con que se dio todo superó las expectativas de todos”, comentó.

La ministra de Educación tenía una alegría doble: por sumar una nueva escuela generativa y que ésta sea en el interior provincial: “Debemos trabajar en el proyecto para que el modelo se adapte al club y a los chicos que están”, subrayó Paulina Calderón.

La voluntad de abrir una nueva escuela en un lugar lindante con otra provincia en la Semana de la Puntanidad no es casual: “Los chicos iban a la escuela en Mendoza, festejaban las fiestas mendocinas y no sólo perdían el sentido de pertenencia, sino un montón de beneficios que la Provincia otorga a partir de la matrícula escolar. De esta forma, se garantiza un derecho en un acto de justicia educativa con estos chicos”, manifestó la ministra Calderón.

Finalmente, el ministro Mones Ruiz sintetizó el acto como “el corolario de un trabajo en conjunto entre el Ministerio de Educación, la delegada normalizadora de Desaguadero y el Ministerio de Gobierno”, y enfatizó: “Siempre el gobierno de Alberto Rodríguez Saá está pendiente de las necesidades de los pueblos, fundamentalmente de la periferia al centro”. Señaló que éstas son el tipo de noticias que a los funcionarios les gusta dar y que el pueblo espera. “Veníamos haciendo muchas cosas pero nos faltaba algo fundamental para la Puntanidad: que Desaguadero tuviera su propia escuela”, expresó Mones Ruiz, al tiempo que anticipó: “Están muy avanzadas las gestiones del terreno para que también exista un cementerio municipal, porque es justo que puedan honrar a sus antepasados en el lugar”, consideró.

Luego de la firma del convenio entre las partes, el interventor del Club Social y Deportivo Santa Irene le entregó al ministro de Gobierno, Justicia y Culto una mención para el gobernador Alberto Rodrígiuez Saá, donde se lo nombraba “socio honorífico y permanente”, distinción que también alcanzó a Mones Ruiz: “Es fácil pedir, pero también hay que saber retribuir”, indicó Frade.

Tras la ceremonia, todos los presentes fueron agasajados con un refrigerio en la calurosa tarde, donde no faltaron los tradicionales emparedados de jamón crudo, una exquisitez típica del lugar.

Nota, fotos y videos: ANSL.