Tradiciones para recibir el Año Nuevo
Ropa interior de colores, lentejas, uvas, quemas de muñecos y ofrendas al mar son algunos de los rituales durante la fiesta.
Entre las tradiciones más populares en Latinoamérica destacan comer lentejas la noche de Año Nuevo o doce uvas, una por cada mes del año que viene acompañando las doce campanadas y pidiendo un deseo con cada una.
Del otro lado del mundo, en Japón esta costumbre generaría calambres ya que los templos tocan 108 campanas después de la cena omikosa que consiste en sopa y pastas. Pero los orientales tienen como tradición ver el programa musical de televisión Kohaku Uta Gassen que existe desde 1951.
Otra de las costumbres más extendidas apenas dan las doce es abrazar a alguien del sexo opuesto, gesto que aseguraría el amor en el calendario nuevo.
Este ritual sería imposible entre los habitantes de las islas Diómedes. Según consigna el diario La Nación, son “dos islitas separadas por apenas tres kilómetros de mar en el estrecho de Bering. Al este, Diómedes Menor es el punto más extremo de Alaska. Unos 150 esquimales, ciudadanos norteamericanos, viven en una única aldea. Frente a ellos está Diómedes Mayor, el punto más extremo de Siberia, que sirve de base a una guarnición de soldados rusos. Son dos mundos que han sido separados por la política a lo largo del siglo XX y que siguen divididos por el calendario. La línea de cambio de fecha pasa entre las dos y por este motivo desde la parte alaskana dicen que pueden, literalmente, mirar al futuro. La isla siberiana vive con un día entero de adelanto sobre ellos. Este remoto lugar del planeta no celebra significativamente el Año Nuevo, pero si lo hiciera, los viajeros podrían recibir dos veces el año en 24 horas. Hasta 1999 era una aventura que sólo se podía pretender hacer en Kiribati, un país oceánico cuyos archipiélagos estaban repartidos entre dos fechas.”
Romper vajillas en Dinamarca, vestirse de blanco para entregar una ofrenda al mar en Brasil, quemar muñecos en Ecuador, vestirse con ropa con lunares en Filipinas, baldear un camino, enterrar objetos que se desean prosperen en el nuevo año, dar un paseo con una maleta, lanzar monedas, son otras de las curiosas tradiciones.
Y por supuesto, decorar con velas, empezar con el pie derecho, brindar hasta el año que viene y liquidar el vitel toné.
Párrafo aparte merece la ropa interior de colores ya que varía según latitudes y humores. Algunas personas utilizan o regalan el color rojo para atraer la pasión; otras amarilla para el dinero, mientras que el rosa atraería los buenos augurios.
Fuente: Excelsior.com/ elpais.com,uy/ La Nación.
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