MINISTERIO DE EDUCACIÓN
Rosan Bosch: “La escuela debe motivar la curiosidad”
La diseñadora ofreció la primera de sus conferencias en la provincia a sala llena en el Centro Cultural “Puente Blanco”. Enfatizó en la necesidad de motivar a los alumnos como clave para el aprendizaje y detalló cómo emplear el diseño para cumplir ese objetivo. Este miércoles a las 19:00 ofrecerá su segunda disertación en la Sala “Hugo del Carril”.
Bajo el título “Des-Construyendo la Educación del Futuro”, la diseñadora holandesa, Rosan Bosch, disertó este martes en la Sala Hugo del Carril del “Centro Cultural Puente Blanco”. Frente a más de 400 asistentes, la especialista dio detalles de su trabajo para crear espacios educativos innovadores.
En primera instancia se refirió a las premisas que sigue su estudio de arquitectura y diseño para contextualizar conceptualmente la conferencia. “Trabajamos con diseño para el cambio y el desarrollo. Eso quiere decir que para nosotros no es sólo algo físico, un edificio o una silla, sino que se trata de la gente, de los seres humanos y cómo actuamos. Es importante, porque el entorno físico tiene un impacto enorme en cómo nos sentimos, actuamos, reaccionamos y nos movemos. Eso quiere decir que con un diseño podemos cambiar costumbres, hábitos, actitudes y sobre todo cómo te sientes”, aseveró.
La disertante admitió que en general los cambios no son fáciles de conseguir, porque las costumbres y los hábitos son muy fuertes y difíciles de superar, lo cual también se da en las instituciones educativas. “Para cambiar la escuela y el sistema de aprendizaje tenemos que mirar qué forma parte de las costumbres, porqué hacemos lo que hacemos y cómo lo hacemos”, consideró.
Respecto de la influencia del entorno en las prácticas sociales, Bosch indicó que sus obras se centran en la motivación. “Aprendizaje viene de curiosidad, de inspiración. Los niños nacen con curiosidad pero la pierden en la escuela. Aprendemos a aburrirnos. Aprendemos a tener miedo de decir algo mal, de no pasar un examen, de nosotros mismos. Es una lástima. Nacemos con la necesidad de desarrollar nuestra mente y si no lo hacemos nos enfermamos. El estrés tiene más que ver con el aburrimiento y la falta de desafíos intelectuales que con trabajar demasiado”, indicó.
En este sentido, agregó que los estados emocionales inducidos directamente por el miedo y el estrés afectan directamente el aprendizaje. “Por eso es que nosotros trabajamos en el diseño físico para generar motivación, porque a los niños les encanta aprender. La escuela debe enchufar la curiosidad”, dijo.
Seis claves para vincular la pedagogía con el aprendizaje
Bosch manifestó que el diseño funciona vinculado a la pedagogía y la organización. Y señaló que siguen seis principios en sus obras. Uno es “Cima de la montaña”, que alude a espacios para la comunicación unidireccional; “Cueva”, pensado para la comunicación hacia uno mismo y la intimidad; “Campamento de fuego”, que apunta a desarrollar la comunicación persona a persona en contextos grupales; “Bebedero”, dispuesto para la comunicación y el aprendizaje informal entre varias personas en un lugar de paso y encuentro causal; y “Manos a la obra”, que se establece para experimentar el contacto físico con diversos elementos.
La diseñadora explicó que esos principios arquitectónicos tienen en cuenta las habilidades del siglo XXI, que implican saber interactuar, trabajar en equipo, moverse, concentrarse, colaborar, trabajar juntos uno al lado del otro y también con una persona al otro lado del mundo, hablando otro idioma y con otra cultura. A ello agregó las habilidades digitales.
“La comunicación digital ha cambiado el mundo y se acelera cada vez más. Entonces, no sabemos qué depara el futuro y qué van a necesitar los chicos”, advirtió.
Los desafíos de San Luis
El ministro de Educación, Marcelo Amitrano, fue el encargado de presentar a la diseñadora previo a su disertación y agradeció a la Fundación de Investigación Social Argentino Latinoamericana (FISAL) por acompañar en la iniciativa.
“El mundo de hoy está generando cambios a una enorme velocidad. Necesitamos gran capacidad de adaptación y los sistemas de nuestra sociedad están siendo afectados, comprometidos, porque les está cambiando la realidad y el entorno para los cuales fueron concebidos. A este proceso, el sistema educativo no es ajeno. Los desafíos que hoy el mundo nos presenta como sistema educativo nos deben tener aleta. Entendemos que una de las salidas es la creatividad y la innovación asociada a la libertad”, recalcó.
Para innovar, el ministro dijo que el sistema educativo tiene varias aristas, desde la pedagogía, la organización, las formas y los contenidos e incluyó en la lista a los espacios físicos. Además, apoyado en imágenes, mostró cómo a lo largo del siglo XX hubo cambios en la moda, el esparcimiento, el deporte, la familia, pero la escuela se mantiene invariable desde el punto de vista edilicio. “Esto genera ruido”, reflexionó.
Nota y foto: Darío Calderón – Prensa Ministerio de Educación.
Corrección: Berenice Tello.