ÚNICA REPRESENTANTE ARGENTINA
Una docente puntana entre los más innovadores de Latinoamérica
Se trata de Marcela Ponce, quien participó de un certamen de la firma Lego y quedó entre los doce maestros más innovadores de la región. Para competir presentó un robot que desarrolló con sus alumnos, el cual mide los niveles de oxígeno en el ambiente.
El esfuerzo y la dedicación siempre rinden sus frutos. Es lo que vivió la docente, Marcela Ponce, de la Escuela N° 11 “Carlos Juan Rodríguez”, quien fue catalogada entre los maestros más innovadores de Latinoamérica. La educadora puntana participó del certamen Lego Education Teachers Award LAM 2016 y fue la única representante argentina que avanzó a las instancias finales junto a doce colegas de Chile, Costa Rica, Perú, Guatemala y El Salvador.
Para participar, Ponce eligió un robot que mide el nivel de oxígeno en el ambiente, que desarrolló el año pasado con sus alumnos de 5° grado para la Feria de Ciencias, el cual fue finalista en la competencia nacional que se desarrolló en 2015 en Salta.
“Elegí el Intoxiprevent porque lo desarrollamos con los chicos utilizando los kits de robótica de Lego. Es un robot que previene la intoxicación por monóxido de carbono. La idea surgió de los alumnos, que plantearon que no había un aparato que midiera los niveles de ese gas. Se les ocurrió por un experimento con una vela, que ante la falta de oxígeno se apaga. Les dije que investigaran y planteamos las primeras hipótesis, porque les enseñamos a los chicos a seguir los métodos científicos”, explicó.
El primer desafío fue resolver cómo estaría compuesto. Y lo solucionaron empleando las piezas del kit, una vela, sensores y una alarma de automóvil. “La vela va dentro de un recipiente plástico que evita que se apague por el viento. Eso está conectado a un fotosensible y elementos de electrónica. Cuando baja la llama se envía una señal y suena la alarma. Al caer los niveles de oxígeno el sonido es leve, pero aumenta cuando se apaga totalmente”, detalló.
La docente indicó que los alumnos probaron distintos modelos hasta lograr la altura justa y el recorrido ideal del robot. “Se estableció que debía programarse para entrar al aula e ir al final del ambiente porque allí están generalmente ubicados los calefactores. El robot se queda en el lugar unos minutos y registra los niveles”, reveló.
Según relató, durante las pruebas de campo, un día los chicos habían estado toda la mañana en el salón de usos múltiples y al regresar al aula, que permaneció cerrada, probaron el dispositivo y sonó por la falta de oxígeno. También, se accionó en una escuela que visitaron para explicar el proyecto donde se dieron las mismas condiciones.
Lo importante es el aprendizaje
Respecto del proyecto que le permitió quedar seleccionada como una de las docentes más innovadoras de la región, Ponce dijo que “todos los chicos aportaron”, y consideró que ese tipo de experiencia pedagógica “es interesante porque los alumnos tienen que respetar los roles y aprender a escuchar a los demás”.
Además, indicó que, si bien, la programación es una actividad de gran abstracción, “a los alumnos les encanta la robótica y puede ser una herramienta para enseñar matemática y cualquier disciplina”.
Si bien, el primer lugar del concurso quedó finalmente en manos de una docente de Costa Rica, la maestra puntana ya tiene en mente el próximo desafío para la feria de ciencias de este año. “Voy a diseñar un juego tridimensional con los kits, que se complejizará a medida que se juegue. Tendrá sensores que se encenderán a medida que pasen los niveles”, adelantó.
Acerca del logro alcanzado, la directora de la Escuela N° 11, Fabiana Amaya, remarcó que “lo importante es que el proyecto de Marcela y de los chicos haya sido finalista”, y que fue una alegría para la institución que la iniciativa desarrollada en el ámbito del establecimiento haya representado a la provincia y al país.
Nota y foto: Darío Calderón – Prensa Ministerio de Educación.