PLAN DE INCLUSIÓN EDUCATIVA
Daniela, Dora, Nancy, Teresita, Alicia y Cristina, seis alumnas del PIE que van por más
Cada día se levantan con una esperanza, con un nuevo motivo para seguir, para superarse, para conquistar sus miedos, para convertirlos en sueños. Daniela, Dora, Nancy, Teresita y Cristina asisten a clases en la ciudad de Villa Mercedes. Elsa es la docente que las acompaña, quien asegura “es un placer estar con mis alumnos, aprendemos juntos”. En esta nota compartimos sus sensaciones e impresiones de una nueva experiencia que eligieron transitar en sus vidas: pronto serán egresadas del PIE.
En el edificio ubicado en la esquina de las calles Teodoro Fels y Belgrano de la ciudad de Villa Mercedes todos los días acuden alumnos del Plan de Inclusión Educativa, la mayoría son grandes, con mucha experiencia de vida, decidieron anotarse en el PIE, quieren cerrar un capítulo, están llenos de ganas de superarse.
Hay tres aulas donde adultos de más de 30 años estudian y se esfuerzan cada día porque buscan terminar sus estudios primarios y secundarios. En esas aulas, no faltan sonrisas, todos muestran entusiasmo por aprender cosas nuevas, por retomar una asignatura pendiente que había quedado postergada en su historia pero que hoy vuelve, con más fuerza, saben que con sacrificio y perseverancia, ayudándose unos a otros, podrán lograrlo, tienen el aliento de sus familias.
Para Elsa Canaviri, trabajar con adultos, es una experiencia que transita hace algunos años, “es continuar con lo que yo siempre hice, esto me gusta, es un placer estar con mis alumnos”, dice con el rostro impregnado de orgullo y luego remata: “Es un lindo grupo, son de la primera y segunda etapa del PIE. La verdad que es un honor estar con ellos”.
Todos guardan silencio cuando la docente les explica, escuchan con atención, están en sus bancos con sus cuadernillos del PIE, en la tapa celeste puede leerse “la educación es futuro”, algunos con sus computadoras. “Estudiamos, hacemos nuevos compañeros y aprovechamos que nos dieron una nueva oportunidad para terminar la secundaria. Estoy muy contenta y el grupo de estudio que tenemos también es muy lindo”, afirma Daniela, es una de las más jóvenes de su clase.
Dora Barzola tiene 56 años y en unos meses tendrá su título secundario. “Acá hay muchas edades, y trato de siempre estar bien con todos, de ponernos de acuerdo, es un desafío eso también, relacionarse con la gente de otras generaciones, pero se puede. Yo creo que todos acá somos iguales, tratamos, hacemos el esfuerzo”, dice Dora y los mira, todos asienten.
Estas seis alumnas se suman a los casi 45 mil sanluiseños que vieron en el PIE un atajo para alcanzar sus sueños. “Aprovecho que tenemos esta oportunidad de seguir estudiando con el PIE para seguir adelante”, afirma Nancy Morán de 57 años.
Teresita Bazán tiene 55 años y asegura que volver a estudiar “es hermoso, es algo que tenía pendiente, estoy en un grupo de estudio muy lindo”, cuenta esta ama de casa que tiene tres hijos adolescentes. Tiene una sonrisa clara, en su banco reposan sus lentes, una lapicera, un lápiz y una goma arriba del cuadernillo del PIE, en su corazón descansan nuevas esperanzas.
Alicia Alfonso dejó la escuela porque cuando era joven debió salir a trabajar, de su experiencia en retomar el estudio narró: “Es muy lindo, vamos progresando, antes no pude hoy no pienso desperdiciar esta oportunidad”. Cristina Ávila de 59 años revela: “Me siento feliz, muy contenta, aprovechando esta posibilidad de estudiar que no se da siempre, bueno yo la tuve, gracias a Dios”.
[youtube id=”8s25OznZGwo” titulo=””]
Textos: Cecilia Sosa.
