BIODIVERSIDAD Y DESARROLLO SUSTENTABLE
El progreso no se enfrenta al cuidado del bosque nativo
San Luis crece y el sector inmobiliario es un termómetro que indica este desarrollo. Loteos, countries, barrios cerrados y demás emprendimientos en diferentes puntos de la provincia reflejan una realidad: San Luis es elegida por muchos para invertir y para vivir. Sin embargo, uno de los motivos de esta elección es, sin dudas, la belleza del entorno natural. Por eso se alienta la inversión, pero siempre cuidando los recursos, ese es el espíritu del Tratado de Paz entre Progreso y Medio Ambiente que es ley provincial.
“Es nuestro trabajo propiciar las inversiones y fomentar la elección de San Luis como un lugar para vivir. Sin embargo, es muy importante que a la vez protejamos nuestros recursos para asegurar su disponibilidad a futuras generaciones. San Luis tiene una belleza natural imponente y queremos conservarla, buscamos evitar repetir tristes historias de otras provincias serranas donde la construcción desmesurada trajo luego aparejados grandes problemas”, señaló la ministra de Medio Ambiente, Daiana Hissa.
La Provincia tiene hoy protegido por ley el 80% de la superficie de bosque nativo, lo cual no significa que nada pueda construirse allí, sino que se deben cumplir ciertos requisitos.
Mapa de bosque
El mapa de bosque nativo en la provincia muestra tres colores: rojo, amarillo y verde.
Categoría I. Rojo: Se trata de superficies con pendientes mayores a 25º. Son en general lugares poco productivos pero con la necesidad de mantener la fijación de los suelos a través de los bosques.
En esta categoría se incluye un margen de 100 metros, a cada lado, de ríos, arroyos y lagunas. También las márgenes del Río Desaguadero y las Lagunas de Guanacache declaradas internacionalmente protegidas como el sitio Ramsar, y los bosques que preservan las nacientes de las cuencas hídricas.
Las áreas naturales protegidas también mantienen el color rojo dentro de este mapa.
En estas zonas se permite realizar propuestas turísticas como senderismo, trekking, y las relativas a ecoturismo y educación ambiental. Si se trata de una superficie que se encuentra dentro de un área natural protegida, es necesario contar además con un estudio de impacto ambiental aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente.
Categoría II. Amarillo: Se marcaron de este color aquellas zonas que no tienen posibilidad de riego superficial ni subterráneo. Se trata de áreas de comunicación de corredores biológicos.
Aquí se puede construir, realizando limpieza y extracciones de especies vegetales específicas, indicadas por el Ministerio de Medio Ambiente, de acuerdo a su valor ecológico.
Categoría III. Verde: Se trata de sectores con alta productividad agropecuaria, con potencial de agua subterránea.
“De este conjunto de tierras de alta productividad se excluyeron aquellas que no garantizan la sustentabilidad de la producción, con pendiente superiores a 10º, y con potencial erosión hídrica y eólica”, aclaró el jefe de Programa Biodiversidad, Jorge Heider.
Pese a que en esta superficie existen menos condicionamientos, es necesario solicitar un permiso y consultar sobre el caso específico al Ministerio de Medio Ambiente. Lo mismo aplica para desarrollar cualquier emprendimiento inmobiliario que implique desmontes o no están marcadas con ningún color en el mapa de bosque.
“Esta diferenciación tiene el objetivo de cuidar el ambiente de cada uno de los rincones de la provincia para pensar en todos los servicios que nos brinda no sólo el bosque, sino la flora y la fauna asociada. Poder mantener los paisajes, proteger los lugares de recarga de agua, el suelo, evitar deslaves y favorecer el turismo que busca el entorno verde”, detalló Heider.
Multas de casi $10 millones
Siguiendo los lineamientos de la Ley Nacional Nº 26.331, la normativa provincial de Protección de Bosque Nativo establece multas para desmontes no autorizados equivalentes al valor de entre 500 y 700 mil litros de combustible, es decir entre los $7 mil y los casi $10 millones, al valor actual.
“Al momento de determinarse el monto se contempla el valor ecológico de las especies desmontadas, las características del terreno y la categorización según el ordenamiento territorial. Otro factor que influye es el grado certero y potencial de recuperación del bosque luego del desmonte”, explicó la jefa de la oficina legal del Ministerio, Estefanía Siracusa.
Semana de la biodiversidad
Desde 2001, cada 22 de mayo, Naciones Unidas propone celebrar el Día Mundial de la Biodiversidad, este año el lema es: “Diversidad biológica para el desarrollo sostenible”.
“Según datos de la ONU, más de 3000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y de los litorales para subsistir y otros 1600 millones dependen de los bosques. La degradación de nuestro planeta y la pérdida de biodiversidad amenazan el sustento de más de 1000 millones de personas. Con este panorama es clave tomar medidas y concretar acciones”, destacó Hissa.
En este sentido el Ministerio de Medio Ambiente planificó diversas acciones para esta semana, tendientes a proteger la biodiversidad a través del fomento del desarrollo sustentable.
Nota y fotos: Paula Kraliczek – Prensa Ministerio de Medio Ambiente