UNIVERSIDAD DE LA PUNTA
PIE y Plan 20/30, un ida y vuelta que enriquece
En las aulas sanluiseñas conviven diariamente alumnos de ambos planes de Terminalidad Educativa. Una etapa que termina, otra que recién comienza y un intercambio que motiva a quienes transitan sus primeros meses de clases.
Faltan apenas dos semanas para que los alumnos mayores de 30 años inscriptos en el Plan de Inclusión Educativa (PIE) vuelvan a las aulas. La ansiedad y los nervios que hoy experimenta este grupo son los mismos que vivieron y superaron los estudiantes de entre 15 y 30 años, cuando empezaron las clases a principios de marzo. Desde entonces, se enriquecen del intercambio diario con sus compañeros del Plan 20/30, el sucesor del PIE.
Con ellos comparten no solo el aula sino, también, la experiencia de estudiar con una clara meta por delante: terminar la primaria y/o secundaria. Unos recién comienzan; otros están a pocas materias de obtener su título secundario. Pero el intercambio que se da entre ambos los enriquece y los alienta a no bajar los brazos, a seguir hasta el final.
Emir Daruich (20), alumno del Plan 20/30, es uno de los que incentiva a sus compañeros del PIE. “No es fácil a nuestra edad haber dejado la escuela y volver a empezar. Hacemos un esfuerzo muy grande; muchos tenemos un trabajo y mantenemos una familia. Pero sabemos que el sacrificio vale la pena y tenemos la fuerza de seguir adelante para terminar lo que comenzamos”, afirma.
Al igual que para muchos otros jóvenes, el Plan 20/30 significó para él una segunda oportunidad. Hoy, es muy difícil construir algo si no se tiene el título secundario. Por eso, le puse ganas desde el primer día. Siento que crecí y aprendí mucho en este tiempo”, reconoce Emir, a quien le faltan 20 materias para terminar el secundario.
Sabe que su experiencia es inspiradora para los alumnos del PIE, que ven tan lejano el momento de alcanzar su título: “Dos años y medio parecen mucho pero, a medida que uno va avanzando y aprobando materias, se da cuenta de que la meta está más cerca de lo que cree. El mensaje es que le den para adelante y siempre con ganas. Con este Plan, van a cambiar su calidad de vida”.
Débora Ríos (20) lo vive de igual manera: está a 12 materias de terminar el secundario y a solo un paso de empezar a formarse como maestra jardinera, la vocación que descubrió en las aulas del Plan 20/30.
“Gracias a este Plan aprendí a disfrutar del estudio y a aprovechar las oportunidades que me da la vida. Desde mi experiencia, les digo a los alumnos del PIE que pongan todo para terminar sus estudios; con esfuerzo y perseverancia uno puede lograr lo que se proponga”, asegura.
Desde la óptica docente, este ida y vuelta se traduce en un incentivo para quienes recién están transitando el camino de la reescolarización. “Cada uno viene con su historia de vida, sus ideas y no tienen miedo de compartirlas y escuchar lo que el resto opina”, cuenta Norma Allende, facilitadora de Villa Mercedes, para quien la clave de la enseñanza de adultos es comprometerse con la tarea y brindarse como persona.
Y asegura: “Entre los chicos del Plan 20/30 y los del PIE se motivan para asistir a clases, realizar los trabajos prácticos y cumplir con las consignas. En el aula se vive una verdadera inclusión”.
Nota y foto: Prensa Universidad de La Punta.