GOBIERNO DE LA PROVINCIA
Las historias de superación detrás del Plan de Inclusión Educativa
En la primera semana de inscripciones, miles de sanluiseños se anotaron en el Plan de Inclusión Educativa. En esta nota, tres de ellos cuentan sus deseos y expectativas respecto a la nueva etapa que, próximamente, comenzarán.
Nuevas puertas se abren para los más de 10 mil sanluiseños que ya se inscribieron en el Plan de Inclusión Educativa: la nueva apuesta fuerte del Gobierno provincial en materia de educación. Entre ellos, hay hombres y mujeres que, por distintas circunstancias, tuvieron que abandonar la primaria y/o secundaria y que, hoy, encuentran una segunda oportunidad.
María Andrea, emprender un nuevo camino de vida
Una de ellas es María Andrea Arias (45), oriunda de Merlo, quien concretó su inscripción en la Escuela N° 435 Pueblo Comechingón. Esta madre de cinco hijos decidió anotarse en el nuevo plan universal de terminalidad educativa para demostrarle a su familia y amigos que “nunca es tarde” (sic.).
“Sé que me va a dar muchas posibilidades para emprender un nuevo camino; tal vez, seguir estudiando o perfeccionarme en algo nuevo”, asegura. Y añade: “Me va a ayudar no sólo a tener un título, sino a ser un mejor ser humano”.
María Andrea trabajó toda su vida para darles un futuro digno a sus hijos. También les inculcó la importancia de llevar una vida decente y con valores. “Están muy contentos de que pueda cumplir mi sueño”, afirma.
Beatriz, la esperanza de aprender cosas nuevas
La familia también es un apoyo muy importante para Beatriz Zárate (53), quien realiza tareas de limpieza y mantenimiento en la ULP. “Me inscribí para progresar en la vida. Tengo la esperanza de aprender cosas nuevas. A veces, mis cuatro nietos me piden ayuda con la tarea pero hace tanto que dejé de estudiar, que siento que no los puedo ayudar. Ahora estoy dispuesta a cambiar eso”, asegura.
Beatriz, quien era la mayor de cinco hermanos, abandonó la primaria en 6º grado para ayudar a su familia. Por aquel entonces, trabajaba haciendo quehaceres domésticos. Con el plan de Inclusión Social encontró una nueva oportunidad laboral. Este año, con el Plan de Inclusión Educativa, tiene una nueva chance para terminar la escuela y superarse.
“Tenía la idea de que a mi edad no era importante, pero me convencí de que terminar el primario y secundario es necesario. En su momento, todo era más difícil; ahora voy a aprovechar la oportunidad que se me da”, asegura. Y concluye entre risas: “Ahora voy a ser yo quien les lleve los 10 a mis nietos”.
Marcos, un mendocino en la tierra de las oportunidades
Para Marcos Aciar (38), quien nació en Mendoza y está radicado en Villa Mercedes hace tres años y medio, el Plan de Inclusión Educativa será algo más que una segunda oportunidad. “En su momento, abandoné el secundario para ayudar a mi familia. Hoy, en San Luis, me encuentro con esta gran sorpresa. Creo que todos tenemos que aprovechar esta oportunidad única que nos da la provincia de alcanzar un título”, explica.
Padre de cuatro hijos en edad escolar, Marcos desea ser un ejemplo para ellos. “Muchas veces me han dicho que quieren dejar la escuela. Creo que verme retomar mis estudios les servirá de motivación. Quiero que tengan una visión a futuro”, afirma.
Volver al aula será un desafío para el mendocino, pero, sin dudas, tendrá un incentivo que lo llevará a superarse: “Con educación uno puede lograr nuevas metas, alcanzar nuevas posibilidades y crecer. El estudio es lo que nos saca adelante”.
Nota y foto: Prensa Universidad de La Punta
