Síndrome Urémico Hemolítico
Detalles de la enfermedad y medidas de prevención
El cambio climático, y en especial las altas temperaturas, configuran un factor determinante que juega a favor del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una patología que afecta a los riñones y puede provocar diversas infecciones gastrointestinales.
Esta enfermedad se contagia por contacto o consumo de alimentos contaminados, como carne picada de vaca y aves sin cocción completa. Es causada por bacterias productoras de toxinas que destruyen los glóbulos rojos, ocasionando lesión en los riñones. Por lo general, la provoca la bacteria Escherichia coli y puede asociarse a otras infecciones gastrointestinales generadas por la shigella y la salmonella, que suelen estar presentes en los alimentos y en el agua.
La presencia de la Escherichia coli en el organismo puede provocar, en los niños, insuficiencia renal aguda, mientras que en adultos causa trastornos de coagulación (trombocitopenia trombótica o PPT). El SUH puede presentarse con diarrea previa o sin ella y la diarrea hemorrágica puede ser evidente o no. Para la confirmación bacteriológica se debe tomar muestra de materia fecal y enviarla al laboratorio de referencia.
El ser humano puede contraer esta bacteria al tomar contacto o consumir alimentos contaminados, como carne picada de vaca (hamburguesas, salame, arrollados de carne), aves sin cocción completa, lácteos no pasteurizados y vegetales crudos. También se puede producir el contagio de persona a persona por prácticas higiénicas inadecuadas (vía oral-fecal). Otra vía puede ser a través de aguas contaminadas, tanto de consumo como de recreación.
El SUH puede presentarse a través de síntomas como diarrea, dolores abdominales, vómitos y otros más severos, como diarrea sanguinolenta y deficiencias renales. El periodo de incubación de la enfermedad es de 3 a 9 días. La complicación de la enfermedad afecta particularmente a niños, ancianos y aquellos que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido.
Una vez diagnosticado este síndrome, el médico propicia el “tratamiento de soporte”, con el fin de contrarrestar los síntomas, lo cual se establece conforme a la edad, el nivel de gravedad y la tolerancia de cada paciente a los medicamentos.
Medidas de prevención
El ministro de Salud, Gastón Hissa, recalcó que “el mejor tratamiento siempre es la prevención, para lo cual existe una serie de recomendaciones fundamentales a tener en cuenta”.
– Consumir agua potable, ante la duda, hervirla o agregar dos gotas de lavandina por litro de agua, agitar y dejar reposar 30’.
– Lavado de manos con agua y jabón antes y después de manipular los alimentos crudos (vegetales y carnes), como también antes y después de comer.
– Lavado minucioso de frutas y verduras.
-Cocción de los alimentos a temperaturas que aseguren la destrucción de las bacterias (en el caso de las carnes, cocinarlas hasta que no queden partes rojas o rosadas en su interior).
– Evitar la contaminación cruzada en la elaboración de las comidas.
– No concurrir a comunidades cerradas en donde haya personas con diagnóstico bacteriológico positivo.
Y la sugerencia más importante es que, ante la menor duda o molestia, consultar de manera inmediata al médico en el hospital o centro de salud más cercano.
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Nota y foto: Alfredo Salinas – Prensa Ministerio de Salud.