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ULP
domingo, 26 octubre de 2014 | 08:44

La Escuela Nelson Mandela tendrá sus representantes en la Roboliga 2014

Se trata de Camila Tissera (11), Sofía Martello (10) y Camila Agüero (11), tres alumnas de 5º grado. Representarán a San Luis en la final nacional de la Roboliga 2014, el próximo 31 de octubre.

Ellas son Camila Tissera, Sofía Martello y Camila Agüero , las alumnas de 5º grado que representarán a San Luis en la final nacional de la Roboliga 2014, el próximo 31 de octubre.

Ellas son Camila Tissera, Sofía Martello y Camila Agüero , las alumnas de 5º grado que representarán a San Luis en la final nacional de la Roboliga 2014, el próximo 31 de octubre.

Entusiasmo, alegría y, sobre todo, muchas ganas es lo que transmiten las caritas de Camila Tissera (11), Sofía Martello (10) y Camila Agüero (11): las tres alumnas de la Escuela Nelson Mandela que viajarán a Buenos Aires para representar a San Luis el 31 de octubre en la final nacional de la Roboliga 2014.

Las nenas se acercaron a la robótica en 2013 a partir del programa Todos a la Robótica, que impulsa el Gobierno de San Luis, a través de la Universidad de La Punta (ULP). Este año se inscribieron en las Olimpíadas Sanluiseñas del Conocimiento, crearon a “Maxs, el Recolector”, lograron el 1º lugar en la disciplina y ganaron un lugar para competir en la instancia final del certamen de robótica más importante del país.

En la categoría Feria de Proyectos, el equipo deberá exponer frente a un jurado especializado, el robot que trabajaron a lo largo del año. Además, tendrán que presentar la fundamentación del proyecto, como así también la hipótesis de la cual surgió la creación de este dispositivo.

Sofía, la más pequeña del equipo, explicó la función que cumple el robot y cómo fue que lo construyeron: “Maxs es un robot que tiene como trabajo recolectar la basura del playón deportivo de la escuela. Nuestra idea es aportar al cuidado del medio ambiente. Lo armamos con dos placas, seis pilas, tres motores y tres sensores. Por medio del infrarrojo, el robot detecta y sigue las líneas marcadas. Además, tiene un emisor y un receptor de luz, para recoger la basura”.

Por su parte, Camila Tissera agregó que para que todo esto funcione correctamente, el robot debe contar con una buena programación. “Al principio, nos costó aprender a programar pero, por medio de un juego, nos enganchamos. Programar nos parece ahora fácil y divertido”, aseguró la niña.

La palabra responsable

Iris Merlo es la docente encargada de seguir el camino de las nenas en la construcción de “Maxs, el Recolector”: “No fue fácil pero sí muy placentero. Comenzamos conociendo las piezas; luego, realizamos armados básicos y recién ahí nos metimos en la programación. El entusiasmo fue tal que las niñas decidieron inscribirse en las Olimpíadas”.

Finalmente, Merlo comentó que conocer y adentrarse en la disciplina ayudó a reforzar el aspecto colaborativo dentro del aula. “La robótica nos ayudó mucho con el aspecto colaborativo, ya que es necesario tener los tres roles indispensables (líder, constructor y encargado de materiales) entonces se torna un trabajo más organizado y responsable”, concluyó la docente.

 

Nota y foto: Prensa Universidad de La Punta

 

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