CRÓNICA DESDE BRASIL 2014
“Cambiar el mundo”
“Bola pra Frente” es una iniciativa del tetracampeón mundial brasilero Jorginho donde más de 15.000 niños se benefician con distintos programas tendientes a mejorar su calidad de vida; brindando apoyo escolar, asistencia social y capacitaciones para la inserción laboral.
Pedro tiene 13 años, pero cualquiera le daría menos por su contextura física; vive con sus abuelos en la comunidad de Guadalupe en el centro de Río De Janeiro. Antes estaba con su mama y su padrastro pero no entiende muy bien porque ahora ya no. Va a la escuela, adora jugar al fútbol y sueña con integrar la selección Brasilera, todos los días persiguiendo ese sueño asiste a “Bola pra Frente”.
Los niños adolescentes tienen deberes y derechos, lo saben ahora. Deben concurrir al colegio todos los días y aprobar las materias para poder participar en los campeonatos internos que se realizan en la institución, deben realizarse los controles médicos anuales, deben tener un hogar donde crecer con amor, atención y cuidado.
“Bola pra Frente” colabora con cada uno de ellos a través de asistentes sociales que recorren la Comunidad, teniendo contacto directo con las instituciones educativas, haciendo relevamientos de la situación en hospitales y centros de salud, hablando con cada familia; conociéndola, incluyendo su participación.
Hablar de familia en una Comunidad es, en la mayoría de los casos, referirse a no más de dos personas. Muchas mujeres son jefas de hogar: deben salir a trabajar y los niños quedan al cuidado de alguna vecina, o a la deriva. Este no era el caso de Pedro, pero reconoce que antes de ingresar a “Bola pra Frente” pasaba muchas horas en la calle y volvía tarde a casa; la mayoría de sus amigos fumaban o se drogaban. “Eso no está permitido cuando formas parte de Bola”, me dice. “Hay que estudiar, ser buen alumno para poder lograr los sueños. Yo voy a ser un jugador de futbol”
El deporte tiene el poder de cambiar al mundo. Ese es el mensaje que se lee en la “traffic” que todos los días hace el recorrido por las calles de la Comunidad de Guadalupe, buscando a los niños que asisten a esta institución.
El deporte cambia al mundo, Pedro es prueba de ello.
Nota y fotos: Virginia Soloa