Fabricar aire, una política pública que lleva vigente más de 30 años

Hoy comienza el otoño en el hemisferio sur y la primavera en el norte, por eso, desde 1971, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) eligió el 21 de marzo para celebrar el Día Forestal Mundial.

La plantación de árboles crea pulmones para la ciudad

La conciencia masiva de generar aire, cuidar el ambiente y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero es mucho más nueva que el problema. Sin embargo, en Argentina, y en particular San Luis, fabricar aire es una política pública que lleva vigente más de 30 años.

Argentina ya había sido pionera en preocuparse por el medioambiente al crear la primera Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Argentina y de Latinoamérica en la tercera presidencia de Juan Domingo Perón en 1973, que puso al mando de la Dra. Yolanda Ortiz.

En San Luis, la política forestal inicia con la democracia, como otra forma de sanear el aire. Por esos años, la cuestión ambiental no era aún un problema de masivo interés, pero se podía predecir que esa preocupación iba a crecer. San Luis, sentando un precedente que sería marca registrada, se adelantó. De a poco el gobierno del Dr. Adolfo Rodríguez Saá comenzó a plantar árboles en rutas y caminos y con esto a generar en los puntanos una conciencia ambiental. La economía de la época estaba basada, por tradición, en la tala y el desmonte y eso fue cambiando de a poco.

Desde 1983 el paisaje puntano, seco y árido comenzó a cambiar. Las plantas comenzaron a acompañar el progreso. Nuevas autopistas y diques cambiaban la fisionomía y, el verde antes escondido, empezó a ser visible. La política ambiental comenzó a cambiar la provincia para siempre y se convertiría en su marca distintiva. Tanto sería así que San Luis cuenta con el récord de plantar nueve árboles por habitante, superando ampliamente la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de un árbol cada tres personas.

Esta continuidad y seriedad en la implementación de la forestación llevó a que actualmente, la Provincia reciba 60 mil plantas al año del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) que se suman al Plan Forestal. De tener que comprarlas la inversión sería superior al millón de pesos.

“Este Ente es el encargado del tendido de redes eléctricas en todo el país y para realizar esta tarea debe desmontar, por lo que está obligado a reparar ese daño ambiental y la manera de hacerlo es forestando. Así, cada año, envía a la Provincia las plantas necesarias para mitigar esta acción confiando en nuestra política forestal y asegurándose que esas plantas cumplan la función correspondiente. Los beneficios de la forestación no conocen límites geográficos, por lo que no es necesario que se planten en el mismo lugar donde el ENRE realizó el tendido”, explicó la ministra de Medio Ambiente, Daiana Hissa.

Foto y nota: Paula Kraliczek- Prensa Ministerio de Medio Ambiente