Establece contener tanto a la víctima como al victimario del bullying
El Ministerio de Educación es el órgano de aplicación de esta ley, que tiene como embrión la prevención y erradicación del acoso dentro y fuera del colegio.
El mismo día que se sanciona la ley provincial sale a luz la ley nacional. Pero con claras diferencias: La primera habla de una contención, la otra establece que la sanción es la herramienta para trabajar sobre el acoso escolar.
Cuando la escuela deja de ser un espacio de juego y aprendizaje y pasa a ser un ámbito de burlas, maltrato psicológico y físico, eso tiene un nombre: Acoso escolar o bullying. En la provincia rige, desde el 12 de septiembre de este año, una ley que busca eliminar estos maltratos que se dan en los establecimientos educativos.
El proyecto fue propuesto por el diputado provincial, Karim Alume. Obtuvo la media sanción en la Cámara de Diputados y luego pasó a Senadores, donde se le dio luz verde. “Es un tema importante y ha tomado la relevancia que realmente merece. Creo que es una problemática alarmante, que podría ser grave, pero estamos tomando los criterios para poder actuar con eficiencia y rapidez”, explicó Alume.
La ley de bullying congrega las medidas de los poderes Ejecutivo y Judicial, lo que significa que apenas se presentó el proyecto, comenzaron a trabajar en forma conjunta para enriquecerlo. Tiene mucha expectativa de desarrollo en su campo de acción: la comunidad educativa. “Queremos que se aplique en su plenitud desde el primer día de clase”, expresó el diputado.
La columna vertebral de este proyecto es la información y la orientación de todos los miembros de la escuela, padres, maestros, directivos y alumnos. La idea es que los chicos puedan darse cuenta de la magnitud del daño que producen estas conductas de acoso. Para esto se realizarán capacitaciones y talleres para que todos sepan qué se debe hacer ante un caso de bullying”.
Todas las escuelas tendrán su protocolo para aplicar en caso de situaciones de acoso. El bullying tiene diferentes matices, por eso la ley abarca a todos los niveles escolares. Entre los más chicos se da a través de la exclusión y en grados más avanzados se refleja a través de la violencia sistemática y de forma permanente sobre un compañero.
“Creemos que no solamente abarca todas las edades, sino que a todo el territorio provincial y todas las escuelas de gestión pública y privada -manifestó Alume-. Esto tiene que ver con el estudio diferencial que nosotros queremos hacer respecto a cada una de las regiones de nuestra provincia, es decir, cómo se comporta el acoso escolar en cada una de esos lugares, para poder capacitar con mayor eficiencia”.
El mismo día que se sanciona en la provincia la normativa contra el bullying, se sanciona en el orden nacional, con marcadas diferencias. La ley de San Luis busca contener tanto a la víctima como al victimario, se trata de no encasillar para solucionar el conflicto y de no llevar el problema hacia otro lado. La finalidad es trabajarlo en el mismo lugar. La ley nacional establece la sanción como herramienta. “Creemos que ambos extremos del bullying necesitan de la asistencia del Estado”, agregó el diputado.
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