Corazón de Búfalo visitó las inferiores de Huracán
La Fundación, que encabeza Juan Pablo Funes, llevó su apoyo a la entidad. El hijo del máximo ídolo del fútbol puntano recorrió las instalaciones del club.
Los trabajos de reformas parecen cambiar los aires para que el “Globo” o “Globito” puntano pueda volver a volar. Y mientras eso pasa, los chicos del Fútbol Infantil aprovechan los espacios para entrenar pensando en los partidos del fin de semana. Es difícil saber lo que esos niños de 10 y 11 años piensan mientras el hijo del ídolo máximo del fútbol de San Luis les habla. Juan Pablo Funes los saluda y los alienta.
Como presidente de la Fundación Corazón de Búfalo, esta tarde visitó las instalaciones del Club Atlético Huracán y otra vez se llevó a su casa el corazón inflado de cariño. Porque es inevitable que en ese predio no se encuentre con alguien que no haya conocido a Juan Gilberto. “Les vengo a traer el apoyo de la Fundación por el amor que siento por esta institución, porque venir acá es venir a ver a mi viejo. El salió de acá, él era uno de estos chicos que hoy están acá”, le contó Funes a la Agencia de Noticias San Luis.
La iniciativa que impulsa la comisión interventora, encabezada por Ignacio Muñoz Centeno, es tener un contacto directo con la Fundación para encarar proyectos en común. Mientras, la entidad realiza las tareas de refacción edilicia que de a poco le van cambiando la cara a una entidad que sufrió el paso del tiempo.
“Cuando me enteré que los chicos no podían entrenar más acá me desilusioné mucho. Porque este lugar tiene que ser de ellos, que tienen el sentido de pertenencia, y de los hinchas. Creo que es hora de dejar los rencores atrás, pensar en la historia que tiene este club y en el futuro”, aseguró.
Los pequeños jugadores volvieron a entrenar al club esta semana y con ellos el acompañamiento de todos los padres. Esta tarde, los integrantes de las categorías 2002 y 2003 llegaron vestidos con las camisetas de San Lorenzo (entidad a la que representarán este año hasta que terminen los campeonatos infantiles de la Liga) y antes de comenzar con los ejercicios habituales recibieron una visita especial. Uno de los profesores tenía que hacer la presentación y la hizo entre orgullo y emoción: “A lo mejor, ustedes que son chiquitos no saben, pero él es el hijo del ídolo más grande de nuestro fútbol. Cuando él murió toda la provincia estaba de luto. Y todavía lo sentimos”
El hijo de ese referente del fútbol, que nunca se irá de Huracán y de la memoria de su gente, les dijo a los niños: “Mi viejo fue un jugador que tuvo los mismos sueños que ustedes, por eso sepan que tienen las posibilidades de llegar donde él llegó, jugar en la Selección y ser campeón del mundo con River. También estudien, sean amigos y no se peleen. Pero lo más importante es que sean buenas personas porque a mi papá no lo recuerdan tanto como jugador, sino por ser buena gente y eso me llena de orgullo”.
Hoy también tuvo la oportunidad de ver lo que la institución esconde como reliquias; los cuadros donde está su padre y los trofeos que ganó en todos estos años. Recorrió los espacios que alguna vez transitó “El Búfalo” y se encontró con las fotos que “El Tormenta”, un hombre con 50 años de trabajo en el club, le mostró.
Si bien Juan Pablo hizo sus inferiores en Juventud Unida Universitario, a esa cancha la visitó muchas veces: “Yo también jugué acá y en ese arco hice mi mejor gol”, recordó.
