Plan 20-30: En busca de nuevos horizontes laborales
Sandra Mabel Velázquez, radicada junto a su marido en el paraje El Cadillo, desea terminar el secundario para crecer como persona.
Con 19 años, es una de las inscriptas en el Plan 20/30. Con esfuerzo y perseverancia, la joven madre radicada a 10 kilómetros del paraje El Cadillo buscará cerrar esta etapa de la mano de su marido Juan, de 20 años, quien culminará el secundario junto a ella.
“Vivimos este momento con mucho nerviosismo y ansiedad”, aseguró Sandra. Y añadió: “Para mí es un sueño cumplido. Esta oportunidad de progresar y ser alguien me llena de energías. Mi deseo más grande es terminar el secundario para conseguir un buen trabajo”.
El Plan Educativo 20-30 se basará en la modalidad de las Escuelas Públicas Digitales. Al respecto, Mabel comentó: “Nunca usé una computadora y tampoco internet. Le tengo un poco de miedo, pero sé que tendré el apoyo de mis profesores”.
Una familia que aspira a culminar sus estudios
El Cadillo es un paraje rural que reparte su pequeño casco urbano entre tres provincias: La Rioja, Córdoba y San Luis. Desde 2005 se destaca por un encuentro de agrupaciones gauchas. Tiene una sola escuela, la N°187 El Cadillo, que pese a estar ubicada en territorio riojano, posee conexión wifi gracias al Gobierno de la provincia de San Luis.
A 10 kilómetros de la escuela vive la familia Mercado. Francisca es madre de ocho hijos de entre 11 y 21 años. Dos de ellos se inscribieron en el Plan 20-30. “Mis hijos y yo no pudimos terminar el secundario, vivimos a 10 kilómetros de El Cadillo sobre camino de tierra, y en época invernal es imposible caminar con bajas temperaturas”, aseguró.
El estudio deberá coexistir con el trabajo diario, entre el riego de campos cercanos y la cosecha de la papa. Aun así, Francisca destaca la importancia de que sus hijos vuelvan a clases. “Este plan educativo es una oportunidad muy buena para mis hijos. Les va a permitir aprender y crecer como personas”, opinó.
Javier, de 24, es yerno de Francisca. Otro de los miembros de la familia que concluirá sus estudios a través del Plan 20-30. En su momento, debió abandonar el secundario para ayudar económicamente a sus nueve hermanos. “Cuando me enteré de este plan educativo no dudé un segundo en inscribirme. Que esta oportunidad llegue a un paraje tan lejano es muy valorable”, destacó.