INFORME ESPECIAL
Dique Piscu Yaco, la aguada de los pájaros
Un recorrido por la pequeña presa emplazada a los pies de las Sierras de los Comechingones.
En memoria a la obra del poeta Antonio Esteban Agüero, este embalse inaugurado en noviembre de 2010, fue bautizado con el nombre de Piscu Yaco, que significa “aguada de los pájaros”.
El dique, de gran destino turístico y recreativo, está embellecido con un balneario con playas de arena, y brinda a sus visitantes la posibilidad de practicar deportes náuticos sin motor. La presa, además, ha sido un escenario propicio para el desarrollo de actividades deportivas como el yoga.
Ubicado en el departamento Chacabuco, en Cortaderas, el acceso al dique es en el km 25,50 de la Ruta Nº 1 -camino a la localidad de Merlo-. Desde allí se ingresa al camino que rodea el perilago. La presa es de relleno, construida con muros de cierre conformados por terraplenes de materiales sueltos compactados. El embalse cuenta con una superficie de 16,9 ha y una capacidad de reserva de 1hm3.
Se alimenta del arroyo La Sepultura, por medio de cañerías y un azud, ubicado a pocos metros de distancia. Debido a que su base está recubierta en su totalidad por una película de geomembrana, no son recomendables las actividades como la pesca deportiva, ya que los elementos tales como el anzuelo pueden desgarrar y dañar dicha película, además puede afectar por consiguiente su impermeabilización. Por otra parte, la existencia de dicha geomembrana impide el contacto de los peces con la materia orgánica del fondo del dique, y compromete seriamente las posibilidades de vida ictícola por limitaciones alimentarias.
Considerando la belleza y el entorno natural que envuelve al Piscu Yaco, se puede definir que este espejo ha sido concebido y diseñado fundamentalmente con un criterio paisajístico, turístico y urbanístico de excelencia.
Nota y foto: Prensa San Luis Agua.
