ESCRITORES PUNTANOS
domingo, 20 marzo de 2016 | 11:04

Tomás González Pondal: el joven que se atreve a filosofar

Su obra consiste en más de 10 ejemplares abocados a diferentes temáticas. Luego de editar “Vivir de ilusiones” y “Filosofía en el café”, el joven se encuentra en la producción del tercer libro que completará la trilogía compuesta por artículos breves que fueron publicados en diferentes diarios del país, y en los que pretende desentrañar una realidad no vista o poco advertida de la vida cotidiana. Es abogado, profesor de Lógica en el Colegio “San Luis Rey” e inventor de dos teorías para el mundo del Derecho. Otros de sus escritos destacados son “El Principito explicado”, donde aborda la obra de Saint Exupéry, y “Camino a la eternidad”, un libro que realizó en homenaje a las niñas que fallecieron en la tragedia de Zanjitas.

Tomás es abogado, escritor y profesor de Lógica.

Tomás es abogado, escritor y profesor de Lógica.

Tomás González Pondal nació en Capital Federal el 7 de junio de 1979. Cuando tenía 8 años, su familia se radicó en la ciudad de San Luis y desde entonces eligió el suelo puntano para vivir y formarse profesionalmente.

A los 21 años descubrió su predilección por la escritura mientras cursaba 2º año de Abogacía en la Universidad Católica de Cuyo, luego de que se formara un debate entre los estudiantes. Desde ese momento y hasta la actualidad, con 36 años, nunca más dejó la pluma.

“La escritura es realmente una vocación para mí, es como respirar, algo que no podés dejar de hacer, siempre estás con esa inquietud, esas ganas y cuando te ponés a escribir sólo sabés cuándo empezás pero nunca cuando vas a terminar”, asegura Tomás.

“Vivir de ilusiones” y “Filosofía en el café”, son ejemplares donde se reúne una colección de artículos que fueron publicados en diferentes diarios nacionales, tales como el Diario Jurídico El Derecho, El Diario de la República, y mayormente el Diario Nueva Provincia, de Bahía Blanca. Son artículos que tratan temáticas generales pero que a su vez pretenden ser instructivos, dejar alguna enseñanza partiendo del sentido común y de la filosofía aristotélica. Esos dos libros son parte de la trilogía que se propuso el autor y cuya tercera obra está en proceso.

“Son encuentros con la realidad que por ahí pasan desapercibidos para muchos, detalles, cosas, o algunas frases que son lanzadas por determinados personajes y tienden a querer generar ciertas estructuras de pensamiento y a veces son absorbidas sin demasiada reflexión”, relata Tomás a la vez que expresa que algunas veces están llenas de engaño por lo que se propone desentrañarlo, dejar la enseñanza que se pueda brindar y hacer amena la lectura, porque al tratarse de artículos y temas varios, el lector puede elegir el que le interese y no necesariamente tiene que leer desde el principio hasta el final.

Algunos de sus escritos en estos libros analizan, por ejemplo, cuando a una persona se la trata de cavernícola como una frase muy común para desacreditarla. “Sucede cuando sostenés algunas ideas que por ahí no están de acuerdo con la opinión general actual, sobre todo movimientos de vanguardia, entonces te desacreditan diciendo que sos un hombre cavernícola sin entender realmente su significado”, asegura.

Otros de sus análisis abordan la eutanasia, la nostalgia, el verdadero sentido de la Navidad, sobre los regalos, la importancia de un regalo, y es de ahí principalmente de donde surge el título del primer libro de la trilogía: “Vivir de ilusiones”. “Trato de evidenciar cuánto influyen las ilusiones en las personas, en la vida, como motor, y la consecución para determinadas cosas; cuando uno comienza a carecer de ilusiones se va paralizando”, manifiesta.

A veces, se sienta a leer los matutinos que son el puntapié inicial para echar a volar su imaginación. En una de esas oportunidades, al aproximarse una Navidad, vio en uno de los diarios un titular que decía “Una Navidad por $300”.  Allí, pensó que todo se sometía a una mera cuestión económica y se dejaba de lado el verdadero sentido de la Navidad. Fue por ello que escribió desde su perspectiva y análisis “¿Una Navidad por $300?”

El segundo libro de la trilogía, “Filosofía en el café”, está compuesto por 32 artículos. En los bares de la ciudad encontró un espacio de comodidad e inspiración para desarrollarlos, de allí deviene el título.

Su obra aborda más de 10 ejemplares abocados a diferentes temáticas.

Su obra aborda más de 10 ejemplares abocados a diferentes temáticas.

“Cambiar es posible” es uno de los 32 tópicos. “Estamos en una época en la que todo puede cambiar, está todo sujeto a una especie de evolución y, al parecer, el único que no podría cambiar es el hombre; somos seres perfectibles, con falencias y errores pero con toda la convicción creo que se puede lograr; somos falibles, a veces como nos equivocamos también podemos mejorar, no es una naturaleza angélica”, sostiene el autor.

Se centra en que el propósito es que a través de los artículos el lector encuentre que se está aproximando a un mayor esclarecimiento intelectual sobre  ciertos temas. En resaltar detalles que pueden resultar con poco sentido, pero que pueden enseñarnos algo y que una palabra, un hecho, por minúsculo que parezca, puede llevarnos más lejos de lo que se piensa y ser lanzados a profundidades encantadoras.

Tomás se considera un fiel seguidor de Aristóteles, Platón, Charles Dickens, William Shakespeare, Alejandro Dumas, entre otros: “No soy tan apegado a los autores modernos”.

A su libro “Camino a la eternidad” lo realizó en homenaje a las pequeñas que murieron en la tragedia que tuvo lugar en Zanjitas a fines del 2011. Fue publicado en dos editoriales: Nueva Hispanidad y Grupo Payné.

“Siempre cuento que lo que observé automáticamente en los medios de comunicación es que se centraban en el hecho trágico, en temas jurídicos y no en que estas chiquitas se habían preparado para llevar a cabo una misión, yo veía que todo ello iba a quedar en la nada, entonces quise escribir haciéndole una especie de homenaje desde mi humilde lugar”, cuenta Tomás.

A partir de allí habló con los padres de las niñas: “Siempre me recibieron muy bien, me contaron características de ellas, de las pequeñas de 10 y 11 años, de cómo se habían preparado para esa misión y me di cuenta que estaba frente a personas admirables, de un gran corazón, fantásticas y ejemplares”. En la obra González Pondal narra cómo era la relación de Paula Lucía, Luz María, Salomé, Iara, Daira y Julieta con sus familias, con el estudio, cómo rezaban y cómo se habían preparado para esa misión en Cazadores. “En el libro trato de brindar un acercamiento a cada una de ellas y a su personalidad, tenían una gran espiritualidad”.

Por otra parte, “El Principito explicado”, es un libro en el que el escritor quiso reflejar la historia del famoso ejemplar “El Principito” de Saint Exupéry: “Intento explicarlo partiendo desde la visión de su autor, como no se sabe bien qué es lo que quiso poner en cada uno de los 27 capítulos, busco reflexionar desde ese lugar y así los textos no quedan librados a interpretaciones antojadizas”.  Luego de esa publicación, Tomás dictó cursos en referencia a ese libro en la Universidad Nacional de San Luis.

Entre las obras surgidas de su puño y letra, el joven publicó “En defensa de los indefensos”, “Mobbing: acoso psicológico laboral”, “Derecho Dominial de la República Argentina sobre las Islas Malvinas”, “La Adivinación, ¿qué oculta el ocultismo?”, “La Responsabilidad del Estado por Omisión”, “¿Qué piensas del aborto?”, “El Principito explicado”, “Camino a la eternidad”, “La Nostalgía, regresar al pasado”, “Vivir de ilusiones” y “Filosofía en el café”. Asimismo, fue el inventor de dos teorías para el mundo del Derecho: “Teoría del Exceso Perdonable” y “Responsabilidad por Violación debido al Riesgo Creado”.

A los 36 años, sin nada que lo apresure, Tomás Ignacio González Pondal se encuentra en la producción del tercer libro de la trilogía, además de otro ejemplar denominado “Autopsia del Mobbing” y de “Sólo un minuto” que es un libro de frases que editará en el corto plazo y que se sumará a su colección.

 

Nota y fotos: Cinthia Agüero Patafio.

Corrección: Mariano Pennisi.