OBRA PÚBLICA
lunes, 24 septiembre de 2018 | 10:07

Más de 300 piezas de la parroquia La Merced fueron realizadas manualmente por un villamercedino

Cristian Funes fue el encargado de realizar las réplicas que decorarán la nueva torre del edificio patrimonial de Villa Mercedes.

Para preservar la historia de San Luis, el Gobierno de la provincia hizo una inversión en la restauración de la parroquia La Merced, un centenario edificio que resguarda la imagen de la patrona de la ciudad. Para realizar esta obra se necesitó de un arduo trabajo de diagramación de la nueva torre. Uno de ellos fue referido a las piezas que decoran la estructura. Para esta importante tarea convocaron a Cristian Funes, quien tiene 46 años y hace más de 30 que se dedica a los trabajos de molduras. Es conocido en la ciudad por la calidad de su labor en la réplica de piezas arquitectónicas históricas. De esta manera, la obra también revaloriza el trabajo de los puntanos.

El monto de la obra asciende a los $11.460.104,49 e incluye la reparación integral de cielorrasos y muros interiores, revoques en fachadas frontales y laterales, pintura interior y rejas en ventanas para protección de los vitraux. Abarca también un moderno sistema de iluminación ornamental con artefactos de última generación para resaltar la belleza y detalles de su fachada sin alterar la arquitectura original.

Tarea artesanal

“Siempre trabajé con hierro y los conocimientos que tengo me los dio la experiencia, porque empecé a los 16 años. Ahora hago obras con mi cuñado, la última fue la reconstrucción del frente de un edificio que también es patrimonio cultural de Mercedes”, contó. Con 4 hijos y 3 nietos, aseguró que se sintió muy feliz cuando lo convocaron para realizar la réplica de la parroquia: “Más allá del trabajo, es reconfortante que la gente valore tu labor y te diga que le gustó”.

Todos los días, Cristian empieza muy temprano. Llega a la parroquia y arranca con las molduras. Todo el proceso es artesanal, desde los moldes hasta el secado de cada pieza. Es una tarea que requiere paciencia y dedicación. “Primero hacemos las matrices y los moldes de silicona. La base es de hierro, y después se llenan con concreto. Cada pieza demora al menos dos días porque tiene un proceso de secado que demora. Los días de semana vengo a la iglesia y el fin de semana trabajo en mi casa para poder terminar a tiempo”, detalló. Además, tuvo que moldear y darle forma a las piezas ubicadas en las columnas directamente sobre la estructura.

Después de dos meses de ardua tarea, Cristian ya está en la etapa final de la réplica. “Es una gran experiencia porque es un trabajo muy importante para la ciudad. Mi familia está muy orgullosa y eso es lo más importante”, expresó feliz.

Nota y fotos: Prensa Ministerio de Obras Públicas e Infraestructura.