CAMPO
lunes, 26 marzo de 2018 | 16:18

Prevención de Triquinosis: recomendaciones a productores porcinos

La cartera de Medio Ambiente, Campo y Producción dio a conocer una serie de consejos para aquellos productores que realizan faenas particulares.

 

La triquinosis es una enfermedad que puede transmitirse a los seres humanos a partir del consumo de chacinados y embutidos. Con el fin de asegurar la sanidad de los animales de San Luis y, por ende, la salud de la comunidad sanluiseña, el Gobierno provincial brinda algunas recomendaciones para prevenir esta enfermedad

La Digestión Enzimática Artificial (DER) se presenta como la técnica fundamental para la detección de la enfermedad y asegurar que esta zoonosis no se transmita a las personas. Los análisis pueden realizarse en el Laboratorio del Campo, en el predio de “Sol Puntano”.

Según cuentan desde la entidad gubernamental, la faena porcina realizada en frigoríficos habilitados supone una garantía en el consumo posterior de los alimentos, ya que implementan la técnica de DER. El problema reside en la faena artesanal o particular que desarrollan pequeños productores para consumo personal o familiar.

“Las formas de preparación de los embutidos no garantiza la inocuidad de los mismos. Se sabe que las larvas que producen la triquinosis sobreviven a la desecación, ahumado o salmuera. Por lo tanto, el diagnóstico post mortem constituye la única herramienta de prevención”, aseguraron desde el Ministerio.

El Laboratorio del Campo se encuentra abierto a la demanda externa particular. Con aranceles subsidiados para un mejor acceso de la sociedad puntana, el organismo presta servicios para el cuidado de la salud comunitaria. Aquellos productores porcinos que deseen realizar estos análisis pueden comunicarse al teléfono (0266) 4452000, interno 4124, y así obtener mayor información.

¿Cómo se transmite la triquinosis?

Los cerdos adquieren el parásito al comer carne con larvas de Trichinella. Las personas se enferman al consumir carne cruda o mal cocida de porcinos o de animales silvestres con parásitos o productos sin cocción, como chacinados o embutidos (salames, chorizos, bondiola, entre otros), elaborados con carnes que no han sido analizadas previamente.

 

Nota y foto: Prensa Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción.